-kBPF-RycdCsJcMUjWuJUh1Xz3HTM-1248x770@Diario%20Montanes-DiarioMontanes.jpg)
-kBPF-RycdCsJcMUjWuJUh1Xz3HTM-1248x770@Diario%20Montanes-DiarioMontanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Los seis mil kilos de bonito subastados el pasado viernes por el Aitana del Mar en la lonja de Laredo fueron los últimos ejemplares de ... la presente campaña para la flota cántabra. Tanto esta embarcación laredana, como el Nuevo Libe con base en Santoña, fueron los últimos barcos de pulso en entrar a sus respectivos puertos para dar por concluida una atípica costera que ha durado el doble que la del año anterior y que, a diferencia de aquella, no ha logrado agotar el cupo disponible. De las 18.126 toneladas asignadas, aún quedan 1.170 toneladas por capturar, lo que supone que se ha consumido un 91,30% del cupo. Los ejemplares de esta parte del año son de bonito grande, de una media de catorce kilos y medio por pieza. Pero ni siquiera eso ha compensado el esfuerzo de mantener las capturas.
A pie de puerto alguna embarcación remata las labores para desarbolar los barcos y cambiar los pertrechos. Ahora toca retomar el cerco y poner proa a la división octava b, frente a Francia, para capturar la sardina de aquellas latitudes. Una especie de la que hay stock suficiente y que carece de cupos, a diferencia de la sardina ibérica. El hándicap son las siete horas de ida y otras tantas de vuelta que hay que navegar cuando se regresa a casa para la subasta. También queda un pequeño remanente de cuota de bocarte, que se ha estado pescando hasta la llegada del último temporal, que ha hecho desaparecer la especie. Así transcurrirá el mes y diez días que quedan hasta que, con el inicio de diciembre, se dé por concluido el curso pesquero 2022.
La decisión de bajar el telón del bonito ha llegado por propia voluntad de armadores y tripulantes. Margen había para seguir. Y bonitos sigue habiendo en el agua. De hecho, algunos cañeros del País Vasco están en la costa de Finisterre tratando de cobrar nuevas capturas. «Es una decisión de cada uno», explica César Nates, Presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria. «El tema es que los barcos de pulso estaban cada dos por tres teniendo que parar por el mal tiempo. En estas circunstancias, muchos estaban ya cansados y han entendido que no compensa seguir», señala. Esta falta de continuidad para los barcos cañeros, que son los que tradicionalmente aportan el mayor número de capturas, es la que ha motivado que la costera se haya alargado más de lo habitual. «Las condiciones meteorológicas en la mar han sido muy malas. En otras circunstancias, ya estaría agotado el cupo», señala.
La campaña ha durado cuatro meses, el doble de los dos meses que se prolongó la del pasado año. «Desde el 2015 no habíamos alcanzado estas fechas aún con bonito pendiente de pescar», explica César Nates. A partir de ahí, toca hacer números, siendo diferentes para cada barco. «Si has pescado más o menos igual, pero has estado el doble del tiempo, tendrás que ver si has salido mejor o peor parado». En la parte positiva, los precios en lonja han sido, de media, un 15% más elevados que los que se pagaron en subasta el año pasado. Esta es una buena noticia sobre todo para los tripulantes. En el caso de los armadores, que corren con los gastos de gasoil, el notable incremento del precio del combustible requerirá otros cálculos para verificar si el beneficio se ha visto absorbido en todo o en parte por este encarecimiento de los suministros. Finalmente, Nates recuerda que ese escaso 8% de la cuota que aún está pendiente, «no se pierde en ningún caso, sino que se sumará al cupo disponible para la próxima campaña».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El enigma de las plantas de tequila en la 'Catedral del vino' de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.