El uso de detectores de metales para el expolio arqueológico desata la alarma en Santillana
Vecinos del municipio han advertido del empleo de estos utensilios en el entorno del castillo-torre de Vispieres, lo que ha sido denunciado a las autoridades
P. S.
Vispieres
Lunes, 10 de mayo 2021, 07:09
En Cantabria, desde el año 1998, la Ley de Patrimonio Cultural prohibe expresamente el empleo de detectores de metales en cualquier circunstancia, como ... se recoge en el artículo 78.2 «Se prohibe el uso de detectores de metales y aparatos de tecnología similar fuera de las actuaciones legalmente autorizadas en el marco de esta Ley». También se consideran ilícitas, y sus responsables serán sancionados, «las obras de remoción de tierra, de demolición o cualquiera otra realizada con posterioridad en el lugar donde se haya producido un hallazgo casual de restos arqueológicos o paleontológicos que no hubiera sido comunicado inmediatamente a la Administración competente (artículo 78.1). Sin embargo, los episodios de furtivismo arqueológico se suceden en diferentes zonas de la región, muchas de ellas poco transitadas, para evitar las denuncias.
Una de las últimas actuaciones delictivas contra el patrimonio arqueológico por parte de furtivos ha sido detectada y denunciada ante la Guardia Civil y el servicio de Patrimonio Cultural del Gobierno de Cantabria por vecinos de Santillana del Mar en el castillo-torre de Vispieres, bien inventariado.
Este periódico ha tenido acceso al escrito del denunciante que afirma que se cruzó con dos personas que descendían por una pista con «una actitud bastante sorprendente pues, en ademán un tanto forzado, me dio la impresión de querer ocultar algún tipo de objeto. En efecto, una vez nos dimos la espalda volví la vista y pude comprobar que portaban dos detectores de metales. En ese momento ya pude intuir cuál había sido su objetivo».
Los furtivos buscan objetos metálicos, como monedas, broches o tachuelas, en la creencia que tienen un gran valor
En una inspección ocular se pudo comprobar que en varios sectores se habían practicado catas exploratorias que permanecían bastante ocultas a la mirada pues, con escrupuloso cuidado, los furtivos habían utilizado los tapines desprendidos para su enmascaramiento posterior. Estas remociones de tierra se situaban tanto en el interior de la ruina como en su inmediato exterior. Generalmente los furtivos buscan objetos metálicos, como monedas, broches o tachuelas, en la creencia de que tienen un gran valor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.