Buruaga apela a la unidad de los cántabros para «levantarse contra el privilegio» del cupo catalán
La presidenta de Cantabria asegura en el Día de las Instituciones que no va a tolerar «ni un solo agravio a Cantabria»
Si los junteros que en 1778 se reunieron en Puente San Miguel, para poner las bases de lo que hoy es Cantabria, levantaran la cabeza, ... se rebelarían contra Pedro Sánchez. Ese podría ser el resumen del discurso de la presidenta del Gobierno regional, María José Sáenz de Buruaga, quien apeló este lunes a aquel mismo espíritu de unión y lucha por la defensa de los intereses comunes ante «los intentos de erosionar e instrumentalizar las instituciones de todos» que padece el país.
En su intervención en el acto central del Día de las Instituciones de Cantabria, Buruaga detalló toda una lista de agravios cometidos por el Gobierno central, comenzando por «los ataques desde el poder ejecutivo a jueces y magistrados», con «amenazas a su independencia y profesionalidad», que han provocado sonoras quejas desde el Consejo General del Poder Judicial y advertencias desde Bruselas. Habló, seguidamente, de las «decisiones arbitrarias» del Gobierno central, que «quiebran los principios constitucionales de igualdad y solidaridad y suponen un ataque frontal a nuestra autonomía».
Se refería de este modo la presidenta al cupo catalán, cuya aprobación supondría, como auguró, una merma en la capacidad de autogobierno para Cantabria. «Que nadie se engañe, porque sin una financiación justa para Cantabria, sin los recursos que nos corresponden y exigimos, el autogobierno se diluye y los derechos de los cántabros se recortan».
«Cantabria no puede perder un solo euro de la financiación que hoy recibe ni puede recibir un euro menos de lo que va a necesitar, y si acaban imponiéndose las condiciones del separatismo, que es quien manda, sufriremos una merma de hasta 600 millones de euros cada año, que hará inviable la prestación de nuestros servicios públicos esenciales».
Un frente común
«Yo no voy a tolerar un solo agravio a Cantabria», advirtió Buruaga –«los cántabros nos vamos a levantar contra el privilegio como lo hicieron nuestros antecesores», dijo–, y aseguró que la región mantiene «un frente común» con comunidades autónomas «de todo signo político» que defienden «la España de las autonomías y los principios básicos de nuestra convivencia». «Nos opondremos a que estos acuerdos se materialicen, utilizando todos los medios a nuestro alcance», adelantó.
Y, tras la hiel, la miel: la presidenta describió Cantabria como «refugio de serenidad para sus ciudadanos», «ejemplo de seguridad jurídica y económica, de confianza social y empresarial y, sobre todo, de normalidad institucional». Un camino de profunda transformación que esta´experimentando la región desde su llegada al Gobierno y que ha dado ya frutos como «presupuestos aprobados, impuestos más bajos, menos burocracia, empleo máximos y servicios públicos que responden».
Mucho más institucionales, en comparación, sonaron las palabras de la presidenta del Parlamento regional, María José González Revuelta, quien destacó el papel fundamental de las instituciones y, en particular, el de aquella que ella misma representa. «El Parlamento destaca entre las instituciones por ser, por definición, el lugar del diálogo, del debate y de la propuesta, y los datos reflejan una voluntad compartida de trabajar por Cantabria, desde el acuerdo», afirmó, tras subrayar que al cumplirse el ecuador de estaa XI Legislatura, casi el 40% de las iniciativas aprobadas en la Cámara regional (105 de 270) han contado con el respaldo unánime de todos los grupos políticos, «fruto del diálogo constante y de un ejercicio parlamentario constructivo, desde la responsabilidad». González Revuelta hizo una defensa del papel de las instituciones cántabras como expresión de la voluntad democrática del pueblo: «Nuestras instituciones son hijas de la libertad y herederas de la voluntad».
Por su parte, el alcalde de Reocín, Pablo Diestro, en su papel de anfitrión, defendió «el respeto mutuo entre quienes pensamos distinto pero compartimos el mismo amor por esta tierra». El regidor habló de la necesidad de «unidad» «en estos tiempos en los que la política que vemos cada día por televisión o en los periódicos sólo existe división, enfrentamientos, donde parece que sólo se busca sobresalir a base de hundir al contrario». «Cantabria es una tierra pequeña en tamaño, pero muy grande en valores. Si seguimos caminando con humildad, con sentido común y con pasión por lo que hacemos cada día, nuestro futuro será tan bueno como el corazón de nuestras gentes».
Sin tanta trascendencia, el actor Antonio Resines, distinguido este año con el título honorífico de Merino Mayor de los Nueve Valles, resumió en una frase la necesidad de que todo el mundo colabore para hacer de Cantarbia una región mejor: «Por favor, apliquémonos todos y pongámonos a ello, porque juntos somos mucho más fuertes».
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