Gómez de Diego, un discurso que suena a despedida: «Las personas pasan, las instituciones permanecen»
El Consejo de Ministros prevé relevar este martes a la delegada del Gobierno en Cantabria
José Ahumada
Puente San Miguel
Lunes, 28 de julio 2025
Para alguien con el oído muy fino, hubo dos momentos durante la intervención de la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, en ... el Día de las Instituciones, que sonaron a despedida. El primero fue cuando, a medio discurso, habló en pasado de «el tiempo que he tenido el inmenso honor de ser la delegada del Gobierno en Cantabria». El segundo, ya cerca del final, llegaba al hacer balance de su desempeño: «Las personas pasan; las instituciones permanecen. Nosotros venimos a servir, no a servirnos».
La mayor parte de quienes escucharon sus palabras no cayeron en la cuenta de que podían ser un adiós hasta unas horas después, cuando fuentes gubernamentales confirmaron a EFE que el Consejo de Ministros estudiará este martes el posible relevo de Eugenia Gómez de Diego al frente de la Delegación de Gobierno. Se trata, en cualquier caso, de un movimiento que tampoco debería causar gran sorpresa atendiendo a los últimos cambios acaecidos en el PSOE cántabro, ahora liderado por Pablo Casares, que cuenta con pleno apoyo de Ferraz, que ha relegado al grupo que encabezaba el anterior secretario general, Pablo Zuloaga, quien tenía a Gómez de Diego como una de sus más cercanas colaboradoras.
Gómez de Diego fue nombrada delegada del Gobierno en Cantabria en diciembre de 2023, cuando dejó su puesto de diputada en el Parlamento regional para sustituir en el cargo a Ainoa Quiñones, que actualmente es la portavoz autonómica del PSOE de Cantabria.
Quizás su probable marcha explique el contenido de su atípico discurso, que empezó con hombres primitivos, pasó por Gaza y Ucrania, reflexionó sobre el drama del suicidio, atacó a la ultraderecha y terminó con menas y víctimas de ETA y del franquismo.
Si se remontó hasta la Prehistoria fue para detenerse en el preciso instante en que surgió la civilización, cuya primera prueba, según la antropóloga y poetisa Margaret Mead, con quien coincide Gómez de Diego, corresponde al hallazgo de un fémur fracturado y curado, un hueso que evidencia que alguien se ocupó del herido. «Ayudar y cuidar a alguien cuando tiene dificultades es el momento en que comienza la civilización», aseguró la delegada del Gobierno.
Esa ayuda y cooperación surgida hace tantos miles de años no ha supuesto una progresión lineal desde entonces, y ahí están las guerras que sufre el mundo, como las de Gaza y Ucrania, para demostrarlo, según Gómez Diego. Esa misma barbarie, argumentó, es la que protagoniza actualmente la ultraderecha en España –«para ellos, el inmigrante es el nuevo judío»–, afirmando que «la crisis moral» y no la migratoria es el verdadero problema del país. «La patria no se lleva ni en la pulsera ni en la cartera, y no se exhibe con violencia, se construye con hechos».
Reconoció que la epidemia de suicidios ha sido uno de los dramas que más duro la han golpeado, y contra el que ha tratado de luchar desde su cargo. Acompañar a las víctimas, tanto a éstas como a las de ETA y el franquismo, ha sido otra de sus preocupaciones, dijo.
Finalmente, Gómez de Diego agradeció el trabajo de todos sus colaboradores y, en particular, a la Policía Nacional y la Guardia Civil, «que hacen de Cantabria una de las comunidades más seguras del mundo».
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