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El derribo del colegio avanza a gran velocidad. El edificio en el que se han detectado grietas es el de la esquina a la derecha de la imagen.
Aparecen grietas en un edificio junto a la obra de derribo del colegio Divina Pastora

Aparecen grietas en un edificio junto a la obra de derribo del colegio Divina Pastora

Los vecinos de toda la manzana lo han puesto ya en conocimiento del Ayuntamiento de Santander y de los responsables de la empresa encargada de la demolición

Violeta Santiago

Jueves, 11 de agosto 2016, 17:53

En los últimos días han aparecido grietas en un edificio de la calle Pizarro esquina con Santa Lucía, situado junto a la gran obra de demolición que se está llevando a cabo en el colegio Divina Pastora, donde se construirán 110 garajes y una treintena de viviendas, además de un edificio que se cederá al Ayuntamiento. La presencia de fisuras se ha comunicado ya tanto al promotor del proyecto como a los responsables municipales para que investiguen el origen del problema.

Según confirmaron ayer desde el Consistorio, la Policía Local de Santander ya tiene previsto pasarse por el lugar para documentar la denuncia realizada por algunos residentes en el edificio citado. Carmen Mendieta, la abogada de un gran grupo de vecinos (entre 30 y 40) de distintos edificios de la manzana, señaló que también se ha informado tanto al arquitecto municipal que comprobará hoy el estado de los pisos colindantes en los que han aparecido fisuras, como al profesional responsable del derribo en marcha.

Los vecinos aseguran que la obra lleva ya más de un mes causando ruidos, polvo e, incluso, «temblores» en los inmuebles cercanos. Un par de afectados declararon ayer que el estruendo no preocupa en exceso a los vecinos, que lo daban más o menos «por descontado». Pero sí les alarma la excavación que plantea la promotora, que tiene previsto ahondar de forma importante en el solar cuando quede libre de escombros, ya que se construirá un aparcamiento subterráneo de cuatro plantas.

Por este motivo, los habitantes del bloque extenso (formado por las calles Santa Lucía, Moctezuma, Gómez Oreña plaza de Cañadío y Pizarro) están siendo asesorados hace ya meses por Mendieta y el arquitecto Javier Fernández Cotero.

"Inmuebles habitables"

Este último ha realizado una valoración exhaustiva de los pisos próximos, «manera de tener pruebas» que protejan los derechos de sus titulares si, en el futuro, la construcción daña de alguna manera las propiedades debido a su envergadura. Técnicos del promotor también habrían efectuado su propia revisión previa del estado de las casas más cercanas.

Según explicó ayer la abogada del colectivo, los informes encargados por los vecinos respaldan que, al inicio del proyecto, los inmuebles colindantes «estaban en buenas condiciones y eran absolutamente habitables» pese a que algunos son de construcción muy antigua. A los dueños les desasosiega saber que los terrenos en que están construidas sus casas tienen «mucho manantial y temen, sobre todo, la gran excavación que se va a realizar». «Por este motivo quieren tener bien controlado lo que se va a hacer», señaló.

Mendieta apuntó que, en las muchas reuniones previas que se han celebrado meses atrás, también se ha hablado extensamente de la supervivencia del gran árbol que acoge un patio interior, ya que los vecinos temen por su futuro. Se trata de un árbol catalogado como singular y que, por tanto, está protegido. Es un altísimo ejemplar de Araucaria Excelsa cuya propietaria en el momento de editarse la obra Arboles singulares de Cantabria era María del Carmen Fernández Revuelta, titular de un piso en la calle Gómez Oreña número 11.

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