

Secciones
Servicios
Destacamos
Que el precio de la vivienda está en alza no es ninguna novedad. Pero en Santander, a esa subida de los precios que el sector ... ha experimentado en los últimos años –con un incremento entre el 10 y el 20%–, se suma la atracción que genera la ciudad. Esto influye en el coste de los pisos que adquieren el común de los mortales, que pueden tener un precio entre los 100.000 y los 200.000 euros, pero también en los de lujo. El número de viviendas por encima del millón de euros ha crecido en la ciudad en los últimos años y el portal inmobiliario Idealista –el que más inmuebles recoge, de diferentes inmobiliarias locales, nacionales e internacionales– suma 40 viviendas a la venta por más de un millón. De ellas, 24 son pisos (o dúplex) y 16 son chalets (independientes o pareados).
Y, ¿por qué crece la oferta de vivienda de lujo? Como explica Antonio Avilés, de Mikeli, este aumento tiene dos vertientes: el crecimiento general de precios y el «tirón» de la ciudad. «En los últimos años está aumentando el interés por la región y por Santander. El cambio de tendencia del turismo, que antes iba más al sur y ahora viene más al norte por las condiciones meteorológicas, influye. Pero también por la gastronomía, la buena imagen de la ciudad, su cultura y su elegancia». Suma puntos que Cantabria no está tan masificada como otros destinos turísticos del país. Coincide en el planteamiento José Andrés de las Cuevas, de la inmobiliaria San Fernando, que tiene una línea de lujo denominada Élite. «En los últimos años ha subido el precio de la vivienda y es lógico que aquellas que estaban ligeramente por debajo del millón, lo hayan superado». El cambio climático es una razón de peso en este interés por el norte de España y, más concretamente, por Santander. «Quienes antes adquirían posesiones en el Mediterráneo, ahora las compran aquí».
La mayoría de pisos de más de un millón de euros tienen características comunes, como los metros cuadrados (rondan los 200) y las vistas al mar desde zonas nobles como Puertochico o El Sardinero. De puertas para adentro, hay de todo: viviendas que necesitan reforma, decoraciones clásicas, otras recién reformadas y con decoración moderna o, directamente, sin amueblar. En cuanto a los chalets, también coinciden todos en su espacio (superior en la mayoría de casos a los 300 metros cuadrados) y su jardín, aunque muchos necesitan rehabilitación, tanto del inmueble en sí como de su mobiliario. De obra nueva, solo hay dos que superen las seis cifras –son chalets pareados– y están en la avenida de Los Infantes. Tienen un diseño moderno e industrial, con piscina independiente, garaje, más de 400 metros cuadrados y cuatro habitaciones.
Y, ¿quién compra estos inmuebles millonarios? Avilés explica que está creciendo la clientela extranjera y muchos de los que adquieren vivienda en Santander son de países de América como Estados Unidos, México, Costa Rica o Venezuela. En muchos casos, con antepasados cántabros. «Hemos vendido una vivienda hasta a un premio Pulitzer estadounidense», desvela Avilés. «Cada vez son menos los santanderinos que compran este tipo de viviendas y aumentan los compradores de fuera, tanto de otras zonas de España, como Madrid, pero sobre todo de otros países», apunta, y añade que en torno al 60% de los compradores de Mikeli son extranjeros.
De las Cuevas no coincide del todo con esta percepción y hace algún matiz. En el caso de San Fernando, venden sobre todo a público nacional, sobre todo de Madrid, y personas que han vivido en el extranjero y quieren volver a España. Más que personas con antepasados en la región, son gente «que se fue de aquí por motivos laborales y ahora, de cara a una jubilación, adquieren vivienda para retirarse aquí». En muchos casos, la compran como una segunda residencia cuando aún no se han retirado con la intención de convertirla en su vivienda habitual cuando se jubilen. Lo que tiene claro De las Cuevas es que no se trata de un público extranjero sin relación con la ciudad, sino de personas que nacieron aquí o tienen aquí sus raíces. «No tiene que ver con los extranjeros que compran en Canarias o en el Mediterráneo», matiza.
No es lo mismo vender viviendas de precio medio que de un millón de euros, teniendo en cuenta que «hay unos pocos miles» de personas en España que tengan tres millones de liquidez para poder invertir en un inmueble. «Es la pirámide del dinero», explica Avilés, en la base hay mucha gente con poco y en la punta poca gente con mucho. Y aunque por esa regla de tres se tarda más en vender un inmueble de lujo que uno de precio bajo o medio, lo cierto es que sí se nota más movimiento que en los últimos años. «Hay más dinamismo de venta, pero por precios razonables –dentro de que ya son grandes cantidades–. La gente no compra sin control, entienden la subida de precio y están dispuestos a pagarlo siempre que la calidad vaya acorde», añade De las Cuevas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.