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Los mellizos de Irene Montero y Pablo Iglesias permanecen en «estado crítico»

Los mellizos de Irene Montero y Pablo Iglesias permanecen en «estado crítico»

Leo y Manuel, de apenas un kilo de peso, nacidos tras solo seis meses de gestación, están ingresados en el hospital La Paz | «Esperamos que salgan adelante», confía Iglesias

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Miércoles, 4 de julio 2018, 10:31

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Han nacido mucho antes de lo esperado. Confiamos que salgan adelante. Están en las mejores manos». El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se mostraba así, preocupado y esperanzado a la vez, apenas tres horas y media después de que su pareja, la portavoz parlamentaria de la formación morada en el Congreso de los Diputados, Irene Montero, diera a luz a sus mellizos de forma prematura, tras solo seis meses de gestación. Lo expresaba a través de un post que publicó en su cuenta personal de Facebook, pasado el mediodía de ayer, para dar «las gracias a los profesionales de la sanidad pública» que atienden a la madre y a los pequeños Leo y Manuel. «Nos enorgullece la calidad y la dignidad de los profesionales que se encargan del más importante servicio público: cuidar», concluía el mensaje, firmado por los dos.

Montero estuvo trabajando con normalidad durante toda la jornada anterior. Por la tarde, asistió al pleno del Congreso que votaba la renovación del consejo de administración de RTVE y, a continuación, se desplazó hasta el Parque del Retiro, donde Iglesias y Jean-Luc Mèlenchon protagonizaron un acto que sirvió para reforzar la alianza entre Podemos y Francia Insumisa. Hacia las nueve de la mañana del día siguiente, la psicóloga alumbraba en el hospital madrileño de La Paz, con tres meses de antelación, a dos niños. La formación política informaba poco después que la madre estaba bien y que los bebés se encontraban en observación.

Fue durante las pasadas vacaciones de Semana Santa cuando la pareja sorprendió con el anuncio de que iban a ser padres. La noticia, con la que oficializaban el secreto a gritos de su relación sentimental, la difundieron a través de sendos mensajes que publicaron en las redes sociales. «Pablo y yo hemos emprendido un camino que en los próximos meses revolverá nuestras emociones, transformará mi cuerpo y llenará nuestras vidas de belleza y algunas noches sin dormir». En aquel momento, Montero, de 30 años, comunicó que esperaba mellizos, que ya estaba embarazada de trece semanas, y que el nacimiento se preveía entre septiembre y octubre. Pocas semanas más tarde, Iglesias, de 39, contaba en un programa de televisión que habían decidido elegir «por sorteo» el orden de los apellidos de sus dos futuros hijos y que había ganado él. El alumbramiento se ha precipitado casi 13 semanas y Leo y Manuel Iglesias Montero ya están en este mundo.

Los bebés que nacen entre la semana 29 y 30 se consideran grandes prematuros. Cuando el parto se precipita antes de las 28 semanas de gestación, se les considera extremadamente prematuros. En este caso, el alumbramiento de los primogénitos de Montero e Iglesias ha ocurrido entre la semana 26 y 27. Con ese tiempo de formación en el útero de la madre, los niños apenas miden 35 centímetros y pesan entre 750 gramos y un kilo.

Imagen de Irene Montero, tomada el 29 de junio.
Imagen de Irene Montero, tomada el 29 de junio.

Problemas respiratorios

«Las implicaciones de nacer con tanta anticipación suponen un mayor riesgo de padecer problemas digestivos, neuronales y sobre todo pulmonares, por lo que esos bebés están abocados a permanecer durante semanas en la unidad de cuidados intensivos neonatal (UCIN)», explica a este periódico Olga Ocón, ginecóloga de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario San Cecilio, en Granada. Los pulmones son los últimos órganos en desarrollarse completamente, puesto que el feto no los necesita; obtiene el oxígeno de la placenta. Comienzan a formarse alrededor de la semana 25 del embarazo. Si el alumbramiento ocurre antes de la 36, cuando ya están lo suficientemente maduros como para que un bebé sobreviva fuera del útero sin complicaciones, «los bebés suelen presentar graves problemas respiratorios, por lo que requieren de asistencia durante cierto tiempo», agrega.

BEBÉS PREMATUROS

  • A la cabeza de Europa España es el país de la Unión Europea donde más bebés nacen de forma prematura. Es decir, antes de la semana 37 de gestación. Son 1 de cada 13 alumbramientos. Los expertos lo relacionan con que también estamos a la cabeza en tratamientos de fertilidad, lo que propicia embarazos múltiples, una de las causas principales de los partos prematuros. Otros factores que influyen son la edad, cada vez más alta, de las mujeres, la obesidad o el estrés.

  • 70% es el porcentaje de gestaciones múltiples que desemboca en un parto prematuro. Un 15% antes de la semana 34, según datos proporcionados por la Uniad de Gestaciones Múltiples del hospital madrileño de La Paz, donde se encuentran ingresados Montero y sus pequeños.

  • 95% es el porcentaje de bebés prematuros, de más de 28 semanas, que sobrevive en España. Para aquellos que se sitúan por debajo de esa edad gestacional, la tasa se reduce hasta el 65%.

Cada año nacen en España alrededor de 28.000 bebés prematuros –antes de la semana 37–, lo que supone uno de cada trece alumbramientos. Esta proporción, una de las más altas de la Unión Europea, no para de crecer. Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), estos nacimientos se han disparado nada menos que un 36% entre 1996 y 2013. Ocón lo achaca a que «somos uno de los países donde se practican más tratamientos de fertilidad asistida, que culminan en gestaciones de varios embriones, una de las principales causas de los nacimientos prematuros».

Los datos de la Unidad de Gestaciones múltiples del Hospital de La Paz, uno de los de referencia para este tipo de partos y donde se encuentran ingresados Montero y sus hijos, revelan que siete de cada diez gestaciones múltiples desembocan en un parto prematuro. El 15%, antes de las 34 semanas.

«Si bien hay un alto porcentaje de partos prematuros que obedece a causas desconocidas, existen más factores que los propician, como la tendencia a posponer la maternidad a una edad tardía, la obesidad o el estrés», expone la ginecóloga granadina.

Una gestación convulsa

Al embarazo gemelar de Montero se le ha unido una gestación convulsa. Su padre moría hace menos de un mes, también de forma prematura, después de luchar durante un año contra una enfermedad. Y, apenas unas semanas antes, la pareja se colocaba en el centro del huracán de la escena política española al trascender que habían adquirido una casa con piscina en Galapagar, por un valor superior a los 600.000 euros, que hizo temblar los propios cimientos del partido morado.

«No sabemos cómo ha llevado todo eso. Probablemente, hay más factores que han propiciado el alumbramiento prematuro, como que era un embarazo gemelar. Además, desconocemos si se puso de parto o si estaba programado por algún problema de los bebés o por alguna enfermedad asociada», observa la doctora Olga Ocón.

Afortunadamente, la ciencia y la tecnología han dado un vuelco a la esperanza de vida de estos niños precoces en nuestro país, a lo largo de las últimas décadas. Si antes el 80% acababa falleciendo, en la actualidad son incluso más de ese porcentaje los que salen adelante. Así, los expertos en neonatos sitúan la supervivencia de prematuros en España con más de 28 semanas de embarazo en el 95%. Y del 65% para aquellos que nacen por debajo de esa edad gestacional.

«Hoy sacamos adelante a criaturas de 23 y 24 semanas con una calidad de vida aceptable»

Olga Ocón, Ginecóloga

Para llegar hasta ahí, les queda antes una «batalla grande» por librar, advierte la experta. «El primer mes y medio es crítico. En total pasarán de dos a tres meses en la UCI, en los que se pueden enfrentar a complicaciones respiratorias, digestivas, infecciones... Y una vez que abandonan el centro, estarán sometidos a un seguimiento médico y de rehabilitación hasta que cumplan los siete u ocho años. «El abanico de secuelas neurológicas, motoras o respiratorias es amplio», señala Ocón. «Pero hay que ser optimistas. Hoy en día estamos sacando adelante a bebés de 23 y 24 semanas con una calidad de vida aceptable».

Desde la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM), exponen que la adaptación de las familias a la realidad de un niño prematuro es un «proceso complejo» y que el seguimiento médico y la atención psicológica «no deben terminar cuando el bebé abandona el hospital». «Los primeros años de estos pequeños son clave para prevenir morbilidades y trastornos en su desarrollo», enfatizan las mismas fuentes.

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