La marihuana de padres a hijos

El auge del cultivo de marihuana dentro de viviendas ha hecho florecer un nuevo negocio en Cantabria: los instaladores de las plantaciones 'indoor', expertos en los montajes, aparatajes y cultivos del cannabis bajo techo, modalidad que desde hace un par de años ha proliferado por la región a raíz del acoso policial a las plantaciones a cielo abierto, que prácticamente han desaparecido. Y siguiendo los pasos de uno de tales emprendedores se han desmantelado dos nuevas plantaciones caseras, a cargo de dos padres y sus respectivos hijos, negocios familiares radicados en Vargas y Torrelavega y en los que se han intervenido un total de 337 plantas de marihuana.

La Guardia Civil bautizó esta operación como 'Button', que comenzó con la investigación de un vecino de Santillana del Mar que podía estar organizando una red dedicada al montaje de plantaciones de marihuana en el interior de casas. Según el instituto armado, este hombre "tomaba medidas de seguridad" para evitar ser detectado pero, aún así, los agentes le pudieron relacionar con otro hombre que ya había sido detenido el pasado año al encontrarle en una vivienda alquilada en Santa María de Cayón una plantación interior.

De las vigilancias realizadas sobre el 'instalador' de Santillana, los agentes pudieron saber que se desplazaba periódicamente a dos viviendas: una situada en Vargas y otra en Torrelavega. Y que cuando él no podía ir, iba su madre.

Los agentes consiguieron "indicios suficientes" para sospechar que en esas viviendas se podían estar realizando algún tipo de actividad ilícita relacionada con la marihuana. Además, también se averiguó que la vivienda de Torrelavega era propiedad de un hombre y la de Vargas de otro, que resultaron ser padre e hijo.

Tras la recopilación de datos, a finales de octubre se realizó un registro en la vivienda de Vargas (la del hijo), localizando en el interior de un pajar anexo a la vivienda una plantación de 237 plantas de marihuana, así como libretas con anotaciones de cultivos. El mismo día se actuó sobre la vivienda de Torrelavega (la del padre) localizando en su interior 100 plantas y 2,5 kilos de cogollos de marihuana en proceso de secado.

En ambas viviendas había una toma ilegal de electricidad, por lo que se a finales de octubre se detuvo al padre y al hijo (F. C. G. y F. C. L.) por delitos contra la salud pública y por fraude de fluido eléctrico. Continuaron las pesquisas y se averiguó que las plantaciones también eran propiedad de la madre y el hijo mencionados anteriormente (C. O. O. y B. A. O.), que fueron arrestados por los mismos hechos este mes de noviembre.