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No todo son malas noticias en el comercio de Torrelavega, hay una pequeña luz al final del túnel. La obra de peatonalización del último tramo de la calle Consolación concluyó con varios meses de retraso después de superar no pocos problemas, pero la espera mereció la pena. Un año después, el céntrico vial no sólo se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de Torrelavega, con la magnífica iglesia de La Asunción al fondo, sino que ha resurgido también en el plano económico. Los emprendedores han aprovechado el tirón para abrir nuevos negocios y ya sólo quedan dos locales vacíos. La nueva imagen de la calle choca con la de otra con la que confluye, Carrera, donde casi todos los comercios bajaron la persiana durante la crisis. El Ayuntamiento anuncia que va a realizar en breve una actuación similar en ese vial y los contiguos Ancha y Gilberto Quijano para completar la 'revitalización' de la zona, situada en el corazón comercial de Torrelavega.
253.000 euros fue el importe de adjudicación de la obra a la constructora local Siec.
24 son los locales comerciales que tiene el tramo peatonalizado y sólo dos quedan vacíos.
Pero los emprendedores de Consolación no lanzan las campanas al vuelo. Siguen sin notar la recuperación económica en los bolsillos de sus clientes. La mejora de la imagen, la presencia de más peatones, no significa en muchos casos más alegría a la hora de vender. También se quejan de falta de mobiliario urbano y, sobre todo, de aparcamiento. «Torrelavega está como está, mal, muy mal», dice Lara, de la tienda de ropa 'Labios de fresa'. Ella, santanderina, abrió el negocio, el primero, en pleno «apogeo» de las obras, hace año y medio, una experiencia que resultó «pésima». Por tanto, no puede comparar «el antes y el después» en Consolación, pero ha oído quejarse a los «veteranos» de que «se vendía más cuando se podía aparcar». Lara sí ha observado como ahora, tras la remodelación, se han ido abriendo nuevos negocios porque la gente ha visto «un aliciente», pero aclara que algunos son «simples traslados o la misma gente que abre de nuevo». Y pone como ejemplo la situación de su establecimiento: «A ver, lo que sobran son locales vacíos en Torrelavega y esto está bien, pero de mi tienda te puedo decir que vamos con lo justito, sobreviviendo a duras penas, campaña a campaña te planteas seguir o no».
253.000 euros fue el importe de adjudicación de la obra a la constructora local Siec.
24 son los locales comerciales que tiene el tramo peatonalizado y sólo dos quedan vacíos.
A pocos metros, en otra tienda de ropa, Karen, hija de los dueños, reconoce que sí, que no hay duda y la calle «algo ha resurgido», pero «hacen falta más bancos y papeleras, que no terminan de traerlos». Después de aguantar la «interminable» obra, ella ve pasar a más gente por la calle, aunque comprar es otra cosa: «Hay días mejores y otros peores, Torrelavega está como está, no nos engañemos». No obstante, el balance de la remodelación es «positivo», aunque «tampoco pueden hacer todas las calles peatonales porque la gente no puede llegar al centro en coche y falta aparcamiento».
Karen Karen's Moda
El último negocio en abrir sus puertas es el de Pedro, que repara calzado de forma artesanal. Apenas nos puede atender por su mucha clientela y no oculta que está encantado. Después de más de treinta años trabajando en la misma calle, se ha puesto por su cuenta. «Estoy muy contento, por fin he podido abrir mi propio negocio y en la misma calle, que he recorrido entera», comenta Pedro, muy ocupado y parco en palabras.
Pedro | Artesano del calzado
Muy cerca, casi en la esquina con Conde Torreanaz, contesta Fernando, de la floristería 'Altea', que abrió «el uno de enero de 1960». «Nosotros no hemos notado más ventas -explica-, pero hay que reconocer que la calle está más bonita, tiene más vida y es uno de los sitios más fotografiados porque está precioso junto a la iglesia». Fernando reconoce que han ganado clientes que «vienen paseando», aunque han perdido otros que «venían en coche para cargar plantas o un saco de tierra». Menos mal que 'Altea' está a pocos metros de otra calle, Conde Torreanaz, donde el Ayuntamiento acaba de rectificar y el sentido de la circulación de los vehículos ha pasado a ser «el de toda la vida, de entrada a la ciudad».
Rocío, que se arriesgó y puso en marcha su agencia de viajes (Norte) durante la obra, tiene menos dudas sobre el beneficio que ha reportado la peatonalización: «La calle ha ganado mucho, tiene más vida, más gente, amplitud, es una de las más bonitas de Torrelavega. Yo estoy contenta, vivo en la zona y antes incluso la evitaba e iba por Mártires, y ahora ya ves, se abren nuevos negocios, no quedan locales». Eso sí, ella también echa en falta más mobiliario urbano. «No hay bancos y hay una papelera a la entrada y otra a la salida», se queja. A Rocío tampoco la molestó el mercadillo navideño que se instaló en Consolación por primera vez el pasado mes de diciembre y está dispuesta a repetir.
Laura | Colchonería Camma
En otra esquina de la calle, en la confluencia con Carrera, está 'Colchonería Camma' y de allí sale otra opinión positiva, aunque con más matices. Laura, que abrió la tienda hace cinco años, también ve la remodelación «positiva» porque la calle «está más bonita y apenas quedan locales vacíos», aunque es de las que reclama más aparcamiento porque «es el mayor problema en Torrelavega». Ella tiene cerca el «contraste», la calle Carrera, donde no quedan locales abiertos y «peor no se puede estar». Además de por la crisis, algunos comerciantes han abandonado la zona porque «hay varios edificios seguidos en ruina y les caían cosas encima».
El último tramo de la calle Consolación, una de las principales arterias comerciales de Torrelavega, estrenó su nueva imagen a principios de agosto del año pasado, justo antes de las fiestas de La Patrona. Las obras de peatonalización, entre Conde Torreanaz y la confluencia de Ancha y Carrera, concluyeron con dos meses de retraso tras superar «muchos problemas». Así lo reconoció el entonces alcalde en funciones, Javier López Estrada, tras visitar el vial para anunciar que por fin podía ser utilizado por los peatones y que después de los festejos se abriría al tráfico para el acceso a garajes y labores de carga y descarga.
Fernando | Floristería Altea
López Estrada dijo que con la entrada en servicio de este importante tramo se cumplía el objetivo del equipo de gobierno municipal: «Dar continuidad a este itinerario comercial y de visitantes que une las iglesias de la Virgen Grande y La Asunción, los dos referentes más importantes de la arquitectura religiosa en Torrelavega». «Una vía comercial -explicó- que tenía que estar conectada de una manera accesible y eso es lo que hemos hecho. Ha quedado vistosa, moderna, muy bonita, y creo que va a ser muy bien aceptada por comerciantes, vecinos y transeúntes».
Eso sí, el edil regionalista reconoció que fue una obra «delicada, con muchos problemas», que obligó incluso a levantar la franja central del pavimento porque «el material estaba defectuoso». Según López Estrada, fue una decisión que se tomó a tiempo y de la que se sentía orgulloso porque «hoy podemos ver la calle terminada». Se retiraron las baldosas, de gran tamaño, tras comprobar que se partían, «probablemente por un periodo corto de fraguado o una dosificación de mortero demasiado pequeña». Lo cierto es que era un material «muy frágil», que además «tenía bolsas de colorante que provocaban agujeros». Al final, el resultado es bueno.
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