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Candidato a nada

Sobresalto en la campaña

José Emilio Pelayo

Martes, 12 de mayo 2015, 20:46

Los tiempos son los que son. O no. Que la justicia es lenta no es nuevo, ni noticia. Solo camina. Paso a paso. Meses, años, lustros, otra vez tiempo. Y ahora llega una resolución sobrevenida en campaña electoral para animar a propios y extraños y dejar sombras en el sendero. La jueza que instruye la causa del llamado 'caso Racing' ­- un intento, se supone que cargado de buenas intenciones, de rescatar el Racing que terminó en fiasco, con desparecidos, impresentables, y dineros públicos perdidos para siempre y... como siempre- acaba de poner la guinda a su pastel con un auto que sitúa a los exconsejeros Javier López Marcano y Ángel Agudo al borde del banquillo de los acusados. Falta nada. Recursos y poco más. Y, además, les someterá al juicio de los no letrados, es decir de un jurado dada la categoría de delito que les imputa. Y da igual que el proceso sea complejo, requiera pensar y repensar por lo complicado del hecho a juzgar, cargado de técnicas financieras y sin que nadie haya podido decir que ninguno de los dos políticos imputados se llevó un euro. No es eso. Se trata de que una operación que resultó un desastre porque el comprador del Racing, Syed de apellido, era cartón pluma y a fecha de hoy hasta un personaje no se sabe si inexistente. Eso sí, al exdueño del Racing se le libró de la pesada carga de los créditos adeudados. En el sudoku, las responsabilidades compartidas y las explicaciones imposibles.

Marcano y Agudo, uno y otro, los imputados, se temían que esta iba a ser la hoja de ruta y que además estallaría en medio de la contienda política. Es más, en el fuero interno y nunca admitido del Partido Popular (principal actor en la denuncia) se estaba pendiente de la resolución judicial y hasta molesto por la tardanza. Por eso ayer la sonrisa por la mala suerte ajena, del prójimo al que deseas lo peor, tuvo una degustación placentera. Armas de mujer -la justicia en femenino y de la mano de una magistrada a quien propuso para el cargo el propio PP- que echan lodo en la campaña y sitúan a un peso pesado del regionalismo, López Marcano, en una situación difícil y endeble. Y, curiosamente, es él el más perjudicado en el envite, cuando fue poco más que un convidado de piedra en todo el operativo que se ideó desde el Gobierno bipartito, en particular desde el área PSOE, para rescatar al Racing, buscar un comprador, aceptar a un tal Alí Syed y contemplar meses después para sonrojo que el mirlo no era blanco, y que aunque recuperados casi dos millones de euros la compleja arquitectura financiera diseñada estallaba por los aires. Cuando aquello Marcano no viajó a Suiza, no estuvo en la primera foto, se fue enterando a posteriori y, eso sí, estampó su firma ya que el muerto/el vivo pasaba por la autorización expresa de Cantur, sociedad de la que era presidente. Responsabilidades políticas de todos, seguro. ¿Penales? Por dirimir e inciertas, mucho más en manos de un jurado lego aunque el 'episodio' patrio sea extremadamente enrevesado.

Aquella, la compraventa, fue un dolor más. Otro GFB pero sin máquinas llegadas desde Alemania pero también con protagonistas volátiles, cartón pluma aunque fuera una especie de fibroyeso. O bien otro Nestor Martin, más moderno, pero con trece millones de euros comprometidos y un futuro en suspenso a no ser que se siga poniendo dinero público... Goteo de dineros de todos que caen por el pozo. Sima de quizá imposible retorno.

En fin que la campaña se sobresalta. Por eso ayer la foto de Casares remojando sus pies fue anécdota. Lo que era, aunque se ganó el espacio que buscaba, el minuto de su particular gloria tal y como supongo habían meditado los 'pensadores' de campaña que todo lo miden. Esos que releen entre líneas lo que no pone, aventuran por delante, retuercen lecturas previas y de ayer para acomodarlas a la realidad de hoy... Asesorar es noble, loable y requiere profesionalidad. Tanta como para escudriñarlo todo: 'tu foto era mejor que la de..., vamos por delante en los mensajes..., hemos marcado el día..., en la foto colectiva salías mejor..., pero no tenías que haberla hecho porque se visualiza a los que no son nada... Lecturas... Esas y las contrarias: la foto que envíamos era mala..., has hecho bien con la foto colectiva, demuestras generosidad y además eres un candidato más..., hemos acertado no entrando a este tema..., los imputados van por barrios, ¡cuidado!, seamos prudentes.... Es campaña. Tiempo de prudencia, templanza, cordura, humildad, poca soberbia, trabajo..., y de imaginación, valentía, riesgo medido, más trabajo... Con candidatos, carteles, mítines, programas y también autos, y alguno histórico en el recuerdo, con nocturnidad y en plena jornada de reflexión cuando los maduros éramos jóvenes. Esos que corríamos delante de los grises y que estamos apoltronados (?) y hasta amortizados. Rivera predica, es joven, tiene tiempo y los demás canas y experiencia. Lo dicho, la campaña tiene sus riesgos porque se habla, y escribe, demasiado. Es campaña. Justa o injusta.

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