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TEODORO SAN JOSÉ
Jueves, 12 de julio 2007, 10:12
Trece de los dieciocho vagones y las dos locomotoras del tren de mercancías 9.565 de Feve que circulaba a las 16:30 horas de ayer entre El Berrón (Asturias) y Santander se desprendieron del convoy y cayeron sobre la carretera CA-842 que une Pesués y Puentenansa; ello provocó un aparatoso accidente en el que sólo resultaron heridos el maquinista y el agente de tren que le acompañaba. Ningún transeúnte ni vehículo resultó afectado.
Tanto la carretera como la vía quedaron inmediamente cortadas Se espera que la CA-842 pueda reabrirse hoy por la mañana, y que la vía férrea quede expedita a primera hora de la tarde. Provisionalmente, el desvío por carretera se puede realizar desde La Acebosa hasta Luey.
Ayer los viajeros de dos trenes de pasajeros fueron trasladado en autobús entre Cabezón de la Sal y Llanes; hoy, los ocupantes de los trenes regionales de la mañana (uno entre Santander y Oviedo, y otro en sentido inverso) correrán la misma suerte. Los dos trenes de mercancías han quedado suspendidos.
En aquel lugar del accidente, el punto kilométrico 457,2 de la línea, en Pesués (término municipal de Val de San Vicente), la vía dibuja una curva y supera la carretera mediante un puente al tiempo que salva el río Nansa y el trazado de una antigua carretera. Al parecer, un deslizamiento de la carga, formada por bobinas de acero, pudo provocar el descarrilamiento y, por la inercia, arrastrar a locomotora y vagones en su caída.
A consecuencia de la salida y del impacto contra el suelo, se incendió una de las locomotoras y resultaron heridos los dos ocupantes del mercancías. Una ambulancia se encargó de trasladarles hasta Urgencias del hospital de Sierrallana, donde según fuentes de FEVE, fueron atendidos de heridas leves, aunque no aportaron más daros sobre su filiación.
En cuanto al fuego de la locomotora, varias unidades del Servicio de Bomberos del 112 de Valdáliga se desplazaron para sofocar las llamas y prevenir mayores incidencias pues a su lado se encontraba volcada la otra locomotora.
La suerte quiso que en el instante del descarrilamiento por debajo del puente -donde se llevaron a apilar varios vagones- no circulara ningún vehículo, pese a tratarse de una carretera muy concurrida: además de dar acceso a municipios como Rionansa, Herrerías, Tudanca, Lamasón y Polaciones, es la más directa desde la autovía A-8 hasta la cueva de El Soplao.
Tampoco caminaba ningún transeúnte por la vieja carretera, reconvertida ahora en senda para peatones y ciclistas, allí donde se despeñó e incendió la locomotora, ni por los alrededores, pues gran parte de las bobinas que transportaba el mercancías se desperdigaron por la carretera, el prado y los caminos adyacentes.
Personal especializado de FEVE, con el apoyo de tres grúas y un tren de socorro, comenzaron ayer las labores de encarrilamiento del convoy siniestrado.
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