--575x323.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
josé montes
Jueves, 6 de agosto 2015, 09:50
Hoy tenemos por delante 101 km., pero nos han salido casi 150 y estamos achicharrados por los 36 grados que hemos tenido hasta casi la puesta de sol. Hemos entrado de lleno en la llanura húngara, así que los números son 183 m. altura máxima, 109 m. mínima, 366 m. subida y 388 m. de bajada. Todo llano, recto, eterno Muy cansino.
Dejamos atrás el Parque Nacional Ferto/Hansang, con uno de los lagos más salvajes del este de Europa, aunque la mayor parte corresponde a Austria. No lejos de aquí está el 'Versalles Húngaro', un complejo de edificios con un bonito castillo barroco, donde Haydn y Fran Schubert realizaron conciertos y escribieron algunas de sus más conocidas obras musicales.
Más adelante, en Nagycenk, se encuentra el castillo Szechenyi, con un museo, un hotel y, cómo no, un centro de equitación. Hay una pequeña y antigua locomotora que traquetea a través de la zona del lago Ferto.
la ruta
la ruta
A pocos kilómetros nos encontramos con Kapuvar, donde hemos cambiado 200,21 euros por 60.000 florines. Kauvar es una pequeña pero antigua ciudad que cuenta con instalaciones termales. El paisaje urbano lo componen unas pequeñas y bonitas casas de colorines rodeadas por jardines que le dan al lugar un halo de tranquilidad rural. Al paisaje le acompañan los viñedos y los habitantes aprovechan para hacer degustaciones de vino y tours dedicados a la visita de las cepas.
Pasamos junto a Gyor que ya es una gran ciudad, se la conoce como la ciudad de las aguas porque aquí se unen los ríos Marcal, Rabca, Raba y un afluente del Danubio que creo que es el Mosoni. Es la tercera ciudad más rica de Hungría con un ingente patrimonio histórico, cuenta con una bonita iglesia neogótica, una sinagoga del siglo XIX, una gran columna que conmemora una victoria sobre los turcos, y una curiosidad: El 'Arca de la Alianza', que se encuentra en la plaza de Gutemberg.
El 'Arca de la Alianza'
Sobre el Arca hay una bonita historia que no puedo dejar de escribir: En 1729 un soldado que era sospechoso de cometer bigamia, el uso de falso nombre, así como la deserción, huyó para refugiarse en el monasterio jesuita entonces existente. Los soldados rodearon el edificio. Para terminar el bloqueo, el obispo quiso traer el refugiado al Castillo del Obispo para su posterior asilo. Sus compañeros reconocieron al soldado, que estaba vestido de monaguillo en la procesión del Corpus Christi, y los soldados armados se abalanzaron sobre la procesión. La custodia se cayó de las manos del sacerdote en el transcurso de la refriega y se rompió, así que como desagravio al Santísimo Sacramento el monumento fue erigido por el rey Carlos III en este lugar.
De Gyor a Panonhalma, nuestro destino, hay 22 km, pero no hemos ido por ahí. En una colina se alza la Abadía de Panonhalma, fundada por los monjes benedictinos en el lugar donde naciera San Martín de Tours, está clasificada como un sitio del Patrimonio de la Humanidad. La Unesco la ha tenido en cuenta porque es una muestra de manera excepcional de la estructura y la organización de un monasterio cristiano en constante evolución desde hace miles de años. Al igual que ocurre en España con el monasterio de San Millán de la Cogolla donde se dice que comenzó el idioma español, en este monasterio, allá en 1055, se redactó el primer escrito en húngaro.
Solo agua con gas
Y ahora lo que nos ha acontecido. Ayer, pasando por el último pueblo de Austria nos paramos en un bar a tomar una crveza y una botella grande de agua. Entré en el bar y la camarera me indicó que me quedaban 20 minutos si quería comer porque cerraba a las 14.00. Le dije que sólo quería bebida y nos la sirvió, pero la botella de agua resultaba pequeña para Tomás, así que pedimos una de litro y medio. La sacó y cuando Tomás echó un trago la escupió porque era con gas. No había agua sin gas salvo en el grifo. Lo demás ya lo sabéis, 7 euros nos costó la broma y el agua sin beber.
En Hungría tenemos la sensación de que nos sisan siempre que pueden. Ayer fui a una especie de kiosco a comprar la cena y el desayuno. No habíamos cambiado florines húngaros aún. Cuando la dependienta me dio la cuenta lo hizo en florines pero le dije que sólo tenía euros. Hizo el cálculo y me pidió 8 euros, nada de céntimos. Me di cuenta de la jugada y la dije que sólo tenía 50 euros y le enseñé 7 euros que tenía en moneda. Los cogió y me dijo que ya valía. Hoy paramos en un bar y tomamos dos cervezas con sprite y nos han cobrado 1000 florines (300 florín es 1 euro) cuando la cerveza cuesta fría en una nevera 299 florines.
Lo último en el camping. El recepcionista nos pide 26 euros por acampar. No lo aceptamos y nos hace un nuevo cálculo. Tampoco nos parece bien y cuando rehace la cuenta nos pide 5.800 florines pero se confunde en la suma. Yo le corrijo y finalmente hemos pagado 4.800 florines por acampar una noche. Hay que tener un cuidado
El itinerario de hoy ha estado plagado de equivocaciones, nos hemos metido en carreteras de tierra, hemos girado para volver a salir en el mismo sitio, nos han informado mal ¡Un desastre! Pero hemos llegado a Pannonhalma aunque sea cerca de las 7 de la tarde. Impresiona la abadía que está encima de nosotros.
Autobuses españoles
En el pueblecito de Tet hemos visto aparcados cuatro autobuses españoles aunque con matrícula húngara. Uno de ellos conservaba los teléfonos y la empresa de Cullera y en los otros tenían sobre las puertas las palabras salida y entrada. Nos ha llenado de alegría, así que hemos ido donde los chóferes que nos han contado que los han comprado de segunda mano en España y que con el tiempo los pintarán.
En Tet, mientras comíamos unos helados con los parroquianos, nos han indicado el camino para llegar por unos atajos a nuestro destino de hoy, sin embargo lo que han conseguido es que hayamos hecho más de 40 km. porque nos habían enviado por caminos de tierra por una sierra con desniveles monstruosos, así que más tarde, más cansados, más quemados y más cabreados hemos llegado al camping al que para acceder hay que subir un desnivel de un 20 %. Llegados arriba y tras registrarnos le he pedido al recepcionista una cerveza y me ha dicho que no tenía bebida, así que estoy desesperado porque no tengo fuerzas para volver a bajar y subir después. Mañana espero poder desquitarme.
Pero como desagravio he hecho unas fotos con una puesta de sol preciosa que queremos compartir con todos vosotros. Por cierto, por estos lares a las 5 de la mañana ya es de día y se pone el sol sobre las 8.30 de la noche. Estamos al Este y eso se nota.
Que la disfrutéis, es una puesta de sol húngara enviada con todo el cariño a los que nos seguís.
Por cierto, reiteramos el agradecimiento a Elena y a Beatriz, de Viajes Ecuador de Torrelavega porque nunca nos habéis fallado, ni en el viaje al Cabo Norte, ni en el anterior ni en éste, todo ha salido a la perfección. Así que desde aquí os decimos que si vais a hacer un viaje, id donde ellas de nuestra parte, que seguro que os saldrá todo a la perfección.
Saludos de Jose y Tomás
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.