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"Jóvenes, no os quedéis en casa, salid por el mundo"

Día 8: 83 kilómetros hasta Brno

José Montes

Lunes, 3 de agosto 2015, 10:33

Hoy nos han salido 83 Km. Como la distancia hasta Brno era tan corta a priori, nos hemos permitido dar un rodeo para visitar algunos pueblecillos en vez de ir por la carretera general. De este modo la etapa se ha alargado aunque ha habido más descensos que ascensos, lo que agradecemos. Las cifras: 503 m. altura máxima, 204 m. mínima, 701 m. de ascensión y 871 m. de descenso.

Hemos entrado en la región de Moravia del Sur que toma su nombre del río Morava que la recorre ampliamente.

A unos 20 Km. Hemos entrado en la pequeña ciudad de Nám¨ nad Oslavou, más conocida como la del pequeño Puente de Carlos, ya que se encuentra en ella una réplica del Puente de Carlos de Praga. Desde aquí los senderistas encuentran el punto de partida a múltiples destinos a través del imponente paisaje. Se ve en lo alto un Castillo, nada extraño por estos lares. También nos han contado que se celebra anualmente un festival de Folk al que acuden numerosos viajeros.

Seguimos por carreteras comarcales hasta Brno, la segunda ciudad más grande de Chequia después de Praga y capital de Moravia del Sur. Es una auténtica reserva urbana de monumentos, los lugares más visitados de la ciudad incluyen el castillo y la fortaleza de ¦pilberk y la Catedral de San Pedro y San Pablo en la colina Petrov, dos edificios medievales . El otro gran castillo conservado cerca de la ciudad es el Castillo Veveí junto al embalse de Brno. Este castillo dio pie a una serie de leyendas, al igual que muchos otros lugares en Brno. Otro monumento arquitectónico de Brno es la Villa Tugendhat, de estilo funcionalista construida en 1929 por Mies van der Rohe y reconocida por la Unesco en 2001.

Hay una curiosa anécdota que data de la guerra de los treinta años cuyas consecuencias perduran hasta nuestros días. El general sueco que asediaba Brno, cansado ya por la prolongada contienda contra la ciudad, declaró que si no había vencido al mediodía abandonaría definitivamente. Esto hizo que sus soldados cobraran bríos y a media mañana la ciudad estaba a punto de rendirse. Entonces el campanero de la catedral de San Pedro y San Pablo hizo sonar las campanas del mediodía a las once. El general, fiel a su palabra cesó el combate y se retiró. Desde aquel día las campanas de la catedral vienen dando doce campanadas a las once de la mañana.

A Brno se la conoce también como el Manchester Checo porque aún se conservan factorías del inicio de la revolución industrial. Por otro lado, en la plaza Mendel, donde se encuentra el monasterio de Stare Brno, Gregor Mendel desarrolló las importante teorías genéticas que luego conoceríamos como Leyes de Mendel, y, finalmente señalar todo un sistema de pasadizos subterráneos que recorren la ciudad.

Y ahora nuestra jornada:

Hoy por la mañana teníamos la necesidad de tener wifi para enviaros la crónica, así que volvimos a la oficina de turismo de Trebic y desde allí lo hicimos. Nos metimos por algunas trampas pero salimos reforzados después de pelearnos con el GPS del móvil.

Os enviamos fotos de las bombas de agua que hay por todos los pueblos, al igual que algunos coches antiguos que nos hacen gracia ver circular.

Tomás sigue asaltando árboles, esta vez ciruelos. Tiene mucha hambre. Otra de las cosas típicas de los pueblecitos de la Chequia profunda es una especie de capilla que se ve en la fotografía que os enviamos. Lo mejor del cambio de itinerario, sin duda fue el encuentro de unos bancos y una mesa para comer. El año pasado no encontrábamos un lugar propicio para descansar y comer pero por aquí no hay problemas ya sea en medio de la naturaleza o en cualquier pueblecito, lo mismo para encontrar agua. La hay por todas partes.

Finalmente hemos llegado pronto a Brno, hemos encontrado el Hostel a la primera, nos hemos encontrado en la misma habitación a una pareja de valencianos y a Ernesto, un joven mejicano que no para de ensayar con su guitarra.

Hemos ido al super cercano, hemos comprado la cena y el desayuno, y tras dejarlo en la habitación nos hemos ido a ver el centro de Brno. Destacan los tranvías y trolebuses y todo plagado de cables y vías para que puedan circular. Una actuación musical de un grupo cantando canciones checas nos ha dejado un buen sabor de boca de esta ciudad que nos sorprendió con su horizonte lleno de pisos entre zona verdes.

Como veis, la habitación del hostel, compartida con la pareja de valencianos que están utilizando, como los chicos que conocimos en Praga, el interrail para conocer Europa, y otra de franceses, no está mal. El único peligro que hay es para los que dormimos en la cama alta ya que pienso hacerlo con paracaídas viendo la altura que tiene.

Hoy he preparadoun arroz con salsa de tomate. No le he cocido suficiente y tenemos los espacios interdentales llenos de pequeños granitos. El sabor no ha estado mal por la salsa que les eché pero hemos tenido que ir a mangar palillos para expulsar los malditos granos. El cepillado de dientes hoy va a ser más costoso.

La casualidad quiso que un ciclista alemán, que también se hospeda aquí, nos reconoció por la bandera que lleva Tomás en la bici cuando ayer coincidimos visitando Telc. Hemos hablado un poco y contado nuestros planes. Pensamos que sólo nosotros vamos por el mundo de esta guisa y resulta que media Europa lo hace también.

Jóvenes, no os quedéis en casa, salid por el mundo. Es nuestra recomendación. Da gusto ver a chicos y chicas hablando en diferentes idiomas, haciendo amigos de diferentes sitios, conociendo otras culturas. ¡Ah! Quien pudiera volver para atrás.

Por de pronto nos iremos a la cama que aquí el sol sale a las 5 de la mañana aunque anochece antes que en España.

Mañana más y mejor. Esperemos

Saludos

Jose y Tomás

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