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C. DE LA PEÑA
Sábado, 2 de abril 2011, 23:05
El presidente de Cantabria y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, advirtió ayer de que no pactará con ningún partido que no se comprometa a traer el AVE a la región y lo haga con una fecha para el inicio de las obras. Nuevamente, la alta velocidad irrumpe en la precampaña electoral con fuerza y lo hace de la mano de los regionalistas, los más beligerantes a la hora de pedir el tren.
La reclamación de Revilla llega un día después de que culminara el plazo que figuraba en el convenio firmado entre el Ministerio de Fomento y el Gobierno regional para comenzar la licitación de las obras de la alta velocidad entre Madrid y Cantabria, sin que la promesa se haya visto cumplida. El último trámite cubierto por Fomento se produjo hace 16 días, con la publicación del anuncio de información previa en el Diario Oficial de la Unión Europea. Pero la licitación real, con el detalle de los pormenores de la obra, no se ha producido.
Por eso Revilla lanzó ayer un aviso a navegantes, cuando fue preguntado por los periodistas al término de un acto en la Universidad de Cantabria. «Si en esta región los resultados electorales del 22 de mayo no dan mayoría absoluta a ningún partido y hay que contar con el Partido Regionalista para hacer un gobierno, que nadie llame si no es con el compromiso del AVE. Y ahora ya no se trataría de firmar licitaciones, se trataría de firmar la fecha de comienzo de las obras. He sido claro», dijo contundente.
No obstante, el presidente mostró al tiempo su lado condescendiente al asegurar que «probablemente» cuando el titular de Fomento, José Blanco, firmó el protocolo de la alta velocidad «no se dio cuenta o no conocía» que toda la financiación público-privada en España necesita como «requisito imprescindible» someterse al trámite de información previa en la Unión Europea.
Verano convulso
Sin embargo, y tras reconocer que ese trámite, en el que se encuentra actualmente el tramo Palencia-Villaprovedo del AVE a Cantabria, «no es licitación», sino «información previa a la licitación», el presidente apuntó que «todavía queda tiempo de aquí a mayo».
El proyecto para traer el AVE a Cantabria provocó el verano pasado uno de los episodios más convulsos de la política regional después de que el presidente Revilla amenazara con romper la coalición de gobierno a raíz de la suspensión del acto de colocación de la primera piedra del tren en Monzón de Campos.
El Gobierno de Zapatero, amenazado por una crisis económica galopante en el país, acordó en agosto un recorte drástico de las inversiones en infraestructuras, tijeretazo que dejó sin costuras el proyecto del AVE a Cantabria. Lo que iba a ser la gran fiesta del regionalismo en la citada localidad palentina en el arranque del macroproyecto, se quedó en nada. A esto se añadió que el ministro de Fomento llamó pedigüeños a los cántabros por su reclamación.
La situación se recondujo con la firma del protocolo que comprometía unos plazos. El primero, la licitación del trazado, venció ayer. Después, a finales de 2011 o principios de 2012 vendría el estudio informativo de la alta velocidad entre Santander y Reinosa, de manera que la licitación se produciría un año después. En 2015 el AVE tendría que unir Madrid con Cantabria.
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