Ciego, desnutrido y abandonado
La Guardia Civil y la asociación SOS Setter salvan la vida a un perro que deambulaba moribundo por la carretera en Aes
MARIÑA ÁLVAREZ
Jueves, 11 de abril 2013, 10:19
Lo llamaron Titanium, tal vez por su férrea resistencia a la calamidad. Con un ojo reventado, extremadamente flaco, lleno de parásitos, deshidratado y dolorido. Así se encontró la Guardia Civil a un pastor alemán que el pasado viernes merodeaba como un espectro por Aes (Puente Viesgo), y que se salvó de una muerte segura tras ser derivado a una clínica veterinaria por una asociación protectora de animales que se encontró por casualidad con la escena del perro moribundo escoltado por una patrulla.
Fue después de recibir el aviso de conductores que vieron al malogrado perro cerca de la carretera cuando los agentes del puesto de Ontaneda se desplazaron al lugar para interceptarlo y evitar que pudiera causar algún accidente de tráfico. Amarrado en la parada del autobús, los guardias hicieron gestiones para que alguna entidad se hiciera cargo de él. Pero la misión no llegó a buen puerto. En el municipio no hay servicio de recogida de animales. Cerca de tres horas estuvo Titanium con los agentes, hasta que miembros de la asociación SOS Setter pasaron casualmente por allí y solicitaron su rescate, autorizado por el instituto armado una vez que se comprobó que el perro no tenía chip.
Sus rescatadores se lo llevaron a una clínica, «donde se quedaron pálidos al ver cómo estaba», cuenta la presidenta, Sonia Varona, aún «sobrecogida» por el estado del perro, «nunca vi una cosa así en los ojos de un animal». Su ojo derecho lo tiene fuera de la cuenca, y deberá ser extirpado cuando esté en condiciones para someterse a una operación. Además, Titanium pesaba en el momento en el que fue recogido 22 kilos, unos 20 por debajo de su peso para un pastor alemán de entre dos y tres años, que es su edad. «Además de su acusadísima delgadez, estaba lleno de parásitos, abatido, apenas podía andar por la debilidad, deshidratado y con mucho dolor. Pero lo peor de todo, sus ojos...», indica Sonia.
El perro estuvo ingresado en la clínica veterinaria desde el mismo viernes hasta este lunes, día 8, cuando fue derivado a uno de los hogares de acogida con los que cuenta SOS Setter, que dispone en Cantabria de una veintena de voluntarios que se prestan a acoger temporalmente en sus casas a los perros que rescatan hasta que estén bien para que puedan ser adoptados. A través de su web, el colectivo apenas tardó tres días en recaudar los 331,50 euros presupuestados por la clínica por el tratamiento antibiótico, antiinflamatorio y la próxima intervención quirúrgica a la que será sometido cuando mejore su estado de salud. Será entonces cuando SOS Setter le buscará un hogar definitivo. «Ahora sus gastos están cubiertos, pero en un futuro necesitaremos que alguien le adopte, alguien que sepa valorar a Titanium por lo que es, no por si ve o no». Saldrá adelante, indica, «ganas e ilusión tiene todas las del mundo. Tira de la correa al pasear, ha cogido ya kilo y medio de peso...».
SOS Setter fue el colectivo que denunció a primeros de marzo la aparición de los cadáveres de dos perros de caza colgados de la rama de un árbol sobre el río Aguanaz, al que habían sido arrojados vivos. Tanto este caso como el de Titanium son excepciones, indica Varona, en una región «que no es especialmente cruel y violenta con los animales».
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