El Consorcio busca "limar diferencias" con Ascan para abrir las piscinas
La constructora abrió ayer las puertas de las instalaciones de Langre, pero no entregó las llaves al alcalde de Ribamontán al Mar
Teodoro San José
Martes, 24 de febrero 2015, 07:22
Ni patada en la puerta ni cerrajero. Los representantes del Consorcio de Infraestructuras Deportivas de Cantabria, que integran seis ayuntamientos y preside José Ángel Hierro, alcalde de Colindres, entraron ordenadamente en las instalaciones de la piscina de Ribamontán al Mar después de que tres directivos de la constructora Ascan Sadisa les franquearan amablemente el paso. Los primeros lograron su propósito de entrar, ver el edificio y comprobar que se encuentra cuanto tiene que haber y que todo está en su sitio, pero los segundos siguen conservando lo más valioso que poseen, las llaves de la edificación. Los representantes de la constructora -entre los que se encontraban Mónica Díaz, directora de Aparcamientos e Infraestructuras deportivas de Ascan, y David Díaz Zavala, consejero del Grupo Sadisa- mostraron la instalación y aportaron la documentación pertinente para justificar que dentro se había hecho lo que viene en el contrato. Según relató Francisco Asón, alcalde del municipio, la piscina «está totalmente acabada. Para ponerse en uso».
Formalizaron lo que se denomina 'acta de comprobación', pero nada que tuviera que ver con un acta de recepción y ocupación que era -es- lo que perseguía el Consorcio. Es decir, que la constructora les hubiera entregado las llaves de esta piscina y que en días sucesivos haga lo propio con las de Val de San Vicente (mañana) y Colindres (el viernes). Pero, sin dinero por delante, Ascan no piensa ceder ni entregar nada. Mantenerse en posesión de las llaves es su única garantía para recibir los alrededor de siete millones de euros que el Consorcio le adeuda por la construcción de esas tres piscinas, que llevan acabadas y cerradas dos años.
Pero el Consorcio tampoco se fue de vacío. Hierro entregó a los representantes de la constructora una propuesta de resolución del contrato «para que lo estudien y modifiquen o aleguen con la intención de que nuestros técnicos y los suyos limen las diferencias que tenemos ahora». Su propósito es que de aquí al viernes esas posturas sean tan próximas que ese mismo día en Colindres Ascan les entregue las llaves de las tres piscinas y el Consorcio pueda disponer de ellas «a la espera de que luego un juez dictamine lo que tenga que dictaminar en cuanto a indemnización y pagos». Los representantes de Ascan, por su parte, no hicieron declaraciones y se remiten al comunicado de la pasada semana.
Las diferencias entre el Consorcio y Ascan, que al tiempo es el concesionario de la futura gestión de las piscinas, «es la cuantía», apunta Hierro, pero confía que para el viernes tengan «la solución y vaya todo por buen camino». Pero advierte que de lo contrario tendría que hacer uso «de todas las atribuciones que nos confiere la Ley de Contratos de las Administraciones», sin desvelar cuáles o hasta que límite.
«Si los asesores nos han dicho que la tutela cautelar tenemos que afrontarla... pues igual tenemos que afrontarla», medió el alcalde de Ribamontán al Mar, Francisco Asón sobre si podría haber gestos de fuerza para entrar en las instalaciones. «En línea con lo que ha dicho Hierro, yo creo que es lo que tenemos que hacer. Es una medida que nos está esperando».
Hierro había señalado que quien incumple el convenio «y el que se está yendo de rositas es el Gobierno regional» que era quien debía aportar la financiación. «Nos parece increíble que el presidente de Cantabria, que es el autor de todo este tema, esté por ahí mirando para otro lado» sobre las obras paradas tras una fuerte inversión que no ha pagado.
Diego: "Se pagó lo previsto"
Sin embargo, Ignacio Diego sostiene que el Ejecutivo ya ha pagado «todo lo que estaba previsto». En unas declaraciones tras su visita a Ramales el presidente dijo que el convenio entre el Consorcio y el Gobierno fue firmado con el «beneplácito y la satisfacción» de los ayuntamientos y que en base a eso construyó y pagó esas instalaciones, pero que Colindres, Ribamontán al Mar y Val de San Vicente querían que, «en base a un convenio anterior, el Gobierno gestionara y pagase el coste de gestión de las piscinas. Y el Gobierno les dijo que no», manifestó Diego. Según el presidente, el problema surgió cuando esos tres ayuntamientos «fueron a decirle a la empresa constructora que pusiera ya en funcionamiento las piscinas» y ésta les ha pedido «más dinero», por lo que entiende que ahora «es un asunto que está entre ayuntamientos y constructora».
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