Francisco Valcarce: «Quiero a mis perros más que a la mayoría de la humanidad»
ANIMALES EN FAMILIA ·
NACHO GONZÁLEZ UCELAY
Santander
Sábado, 8 de mayo 2021, 08:15
El director de escena Francisco Valcarce convive con dos perros acogidos en adopción, Vivo y Pina, con los que ha construido un profundo vínculo sentimental. ... Tan profundo que los sociólogos Arnold Arluke y Jack Levin podrían titular con él un estudio que realizaron para averiguar hasta qué punto es cierto que algunas personas empatizan más con sus animales que con sus congéneres y cuyo resultado dejó en muy mal lugar a la condición humana.
Francisco Valcarce
(Santander, 1955) es director de escena. Director de La Machina Teatro y del Aula de Teatro de la UC, ganó el Premio Max de las Artes Escénicas de 2012 en la categoría de espectáculo revelación por la obra 'En alta mar'.
Vivo y Pina
Animales: Perros. Raza: Vivo: mestizo de mastín y pastor. Pina: labrador. Edades: 5 y 11 años. Peso: 35 y 25 kilos. Características: Pino: «Guapo», «cariñoso» y «mañoso». Viva: «Guapa», «inteligente» y «muy observadora».
-¿Quién es Vivo?
-Un mestizo de mastín y pastor que adoptamos cuando Pina se quedó sola al morir Trosky. Un buenazo.
-¿Y quién es Pina?
-Una labradora negra que llegó a casa, también en adopción, siendo todavía una cachorrita. Ya desde el principio demostró tener carácter.
-¿Qué representan en su vida?
-Son parte de nuestra familia, unos seres que dependen de uno y que se muestran eternamente agradecidos. Sin duda, los quiero más que a la mayoría de la humanidad.
-¿Quién de los dos es más teatrero?
-Los dos son teatreros, aunque tienen diferentes estilos. Pina es más del Método porque apela a sus emociones desde una contención interpretativa, aunque a veces, paradójicamente, se aproxima al distanciamiento brechtiano. En cambio, Vivo participa más de la improvisación, su faceta teatral es impulsiva, física, biomecánica e incluso sobreactuada.
-¿Y quién de los tres?
-La respuesta está en el viento que mueve el polvo de los escenarios.
-En 'El coloquio de los perros', una joya cervantina de exultante humanidad llevada al teatro, Cipión y Berganza adquieren la facultad de hablar para contarse sus experiencias con sus dueños.
-Así es.
-Si Cipión fuera Vivo y Berganza fuera Pina...
-Estoy seguro de que entre ellos comentarán lo majos que son sus dueños actuales.
-Y a mí que me extrañaría que le dirigieran el ladrido...
-No le entiendo.
-En su muro de Facebook tiene una foto de Vivo y Pina en la que aparecen sombreados con la bandera arco iris junto a una leyenda que proclama: 'Todos los perros son bisexuales'... Ya me dirá.
-¡Ah! Jajaja. No lo recordaba. Supongo que aquella fue una acción solidaria de Vivo y Pina con la realidad homosexual. Aunque, efectivamente, a mis perros les gusta por igual la carne y el pescado.
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-'El coloquio de los perros'... o de cómo hay perros que como nobles proceden y personas que como perros se comportan.
-La mayoría de los perros, nobles son. Y los que no, es porque son el reflejo de sus dueños, que se comportan como alimañas.
-Los perros bien educados ya son bien recibidos en bancos, en tiendas o galerías de arte. ¿Los aceptaría en un teatro?
-¡Claro que sí! Es más, también los aceptaría como personajes en la escena.
-¿Nunca ha pensado en montar una obra orientada de alguna manera a la defensa de los animales?
-Salvador Távora ya dio protagonismo en la escena a animales, incluso con polémicas. Y Juan Mayorga ha escrito magníficos textos en que los personajes son animales. Nunca lo haría mejor que ellos.
-Anímese y los perros le perdonarán su afrenta.
-Otra de sus peculiaridades es que no son nada rencorosos. Y, además, no creo que sufrieran una afrenta.
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