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Aunque a diferencia de las peluquerías no han permanecido cerrados en la cuarentena, las consultas y clínicas de fisioterapia también cuadran estos días las agendas ante la avalancha de llamadas de clientes a los que el confinamiento en casa ha dejado sin su sesión de masaje o rehabilitación.
Marina Solis Díaz, fisioterapeuta del Centro Médico Río Besaya, en Torrelavega, explica que al haber estado abiertos y trabajando durante la cuarentena para atender a aquellos pacientes que necesitaban un tratamiento urgente, «se puede decir que estamos preparados en cuanto a las medidas de seguridad, limpieza e higiene».
Unas normas que ahora, reconoce, «tendremos que ampliar e intensificar porque podremos trabajar con un mayor número de pacientes y entendemos que debemos mantener una distancia mínima de seguridad». En este sentido, señala que en previsión de recuperar a todos esos clientes que «no hemos podido atender porque la asistencia estaba limitada y restringida a urgencias, lo haremos según la urgencia de cada caso porque además también tenemos una limitación».
En cuanto a las medidas, dice que hasta ahora han estado trabajando siguiendo un protocolo básico en el que al cliente se le pregunta si tiene algún tipo de síntoma, así como el uso de guantes y mascarillas y agrega que «nuestro objetivo es que podamos disponer de termómetros». También es recomendable el uso por parte del personal de pantallas de protección y batas desechables. Las clínicas de fisioterapia tenían, hasta el lunes, permitida la atención a los pacientes solo en caso de urgencia. Los profesionales del sector atendían únicamente a quien manifieste alguna molestia muscular o postoperatoria que no podía esperar rehabilitación.
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