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La autovía del Cantábrico (A-8) presentó desde primera hora de esta tarde importantes retenciones a la altura de Castro Urdiales que perduraron hasta pasadas las 17.30 horas y que fueron ocasionadas por el choque entre un camión hormigonera y un autobús Alsa sin pasajeros poco después de la una del mediodía, según confirma a este periódico la Guardia Civil de Tráfico. Las retenciones se extienderon durante siete kilómetros en el entorno de Saltacaballo y la DGT señalizó la zona en color rojo (circulación difícil y muy lenta) entre Sámano (kilómetro 147) y Ontón (kilómetro 140) en sentido Bilbao.
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A pesar de lo aparatoso del accidente por las grandes dimensiones de ambos vehículos, el incidente no dejó heridos graves. No obstante, el conductor de la hormigonera tuvo que ser atendido por la DYA Cantabria por «rozaduras, quemaduras leves y un ataque de ansiedad y nervios» en el mismo lugar del accidente. En el momento del golpe, en el autobús sólo viajaba el conductor, que resultó ileso y no necesitó atención sanitaria.
Además de una ambulancia de la DYA, hasta el lugar también se desplazaron efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y la Ertzaintza, la policía autonómica vasca, por tratarse de un accidente justo en el límite entre Cantabria y el País Vasco.
Los daños materiales sí que fueron más graves, con la parte delantera del camión hormigonera totalmente destrozada por el golpe, con la cabina deformada y con varias piezas sobre la autovía.
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