La fábrica de Los Corrales de Nissan, a la espera ante la posibilidad de 10.000 nuevos despidos
La cadena pública japonesa NHK asegura que el fabricante ampliará las 9.000 salidas que en noviembre comunicó debido a los malos resultados y los efectos de la guerra comercial con EE UU
El bache financiero que atraviesa Nissan se llevará por delante 10.000 puestos más a añadir a los 9.000 que la multinacional anunció el ... pasado noviembre. Al menos eso es lo que adelanta la cadena de radiodifusión pública japonesa NHK; sin embargo, hasta la fecha no ha habido un comunicado oficial de una noticia que, de ser cierta, no se sabe cómo podría afectar a la planta del fabricante ubicada en Los Corrales de Buelna.
Lo que es cierto es que las cosas no marchan bien para Nissan, que ya en noviembre apuntó a la necesidad de llevar a cabo 9.000 salidas de la compañía. Los aranceles de Trump y la guerra comercial parecen haber hecho el resto y haber empeorado la situación. Eso es lo que apunta la cadena NHK para dar una información que no tiene confirmación oficial por la empresa, de hecho, la agencia EFE preguntó a la multinacional sobre la veracidad de dichas informaciones y la organización se abstuvo de hacer comentarios.
Los sindicatos en Cantabria tampoco saben si es cierto ni, de ser así, en qué situación dejaría a la planta de la región y a sus trabajadores. De confirmarse la noticia, se trata de una reestructuración que alcanzará a cerca de 20.000 empleados en total, lo que implica que se vería afectada el 15% de la plantilla mundial del fabricante de vehículos japonés.
De hecho, el anuncio del pasado noviembre, que sí era oficial, además de adelantar el despido de 9.000 personas informaba de que se llevaría a cabo un recorte de producción global del 20%. Asimismo, se informó del cese de producción en Argentina y el descarte de su plan de construir una nueva fábrica de baterías para vehículos eléctricos. Estas últimas informaciones de despidos adicionales llegan un día antes de que Nissan presente el informe financiero de su último ejercicio fiscal, que concluyó el 31 de marzo, y adelanta unas pérdidas netas de más de 700.000 millones de yenes (4.250 millones de euros).
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