Los carteros no quieren ir en patinete
Los sindicatos se niegan a que los empleados del servicio de reparto a pie tengan que desplazarse en esos vehículos por «el riesgo que entrañan»
A principios de 2025, la empresa pública Correos adquirió por un millón de euros 150 patinetes eléctricos con el propósito de integrarlos inmediatamente en su ... parque móvil y dotar de una mayor movilidad a su personal de reparto a pie, que a bordo de esos vehículos tendría que bajarse de las aceras para subirse a las carreteras. Sin embargo, a punto ya de acabar el año, esos patinetes, que la compañía postal está incorporando a las comunidades autónomas a modo de proyecto piloto, no terminan de arrancar. No es que les falte electricidad. Lo que les falta, más bien, es la aceptación de los trabajadores, que se han negado a utilizarlos por entender que Correos está introduciendo en su actividad un riesgo laboral grave e, incluso, «potencialmente mortal».
Eso creen, al menos, los portavoces de CC OO, el sindicato mayoritario en la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, que no solo se oponen a que los empleados se desplacen en esos vehículos por considerarlos peligrosos sino que advierten de que si se llega a producir una desgracia, denunciarán por la vía penal a quienes hayan impuesto semejante medida.
Según ha explicado el sindicato, este nuevo equipo de trabajo, que la compañía postal presenta como «carro eléctrico de reparto» y que así, a simple vista, no deja de ser un patinete de tres ruedas con el característico carrito con el que los carteros reparten cuando van a pie anclado al frontal, «es, a todos los efectos legales, un vehículo de movilidad personal (VMP) que, por ley, está obligado a circular por la calzada junto con el resto del tráfico rodado» con el riesgo que ello lleva implícito para el piloto.
Para CC OO, obligar a los empleados que hacen el reparto a pie a utilizar esta herramienta es «una auténtica irresponsabilidad de los directivos de la empresa», que, a su juicio, «están precarizando las condiciones laborales y la seguridad de los trabajadores» cuando, además, esta decisión «se impone despreciando los posicionamientos en contra de su introducción trasladados por todas las organizaciones sindicales de Correos».
El sindicato, que precisa que «ningún correo europeo utiliza VMP en tareas de reparto por su peligrosidad y falta de eficacia», insiste en que los trabajadores no quieren usar estos patinetes, ni tienen intención de hacerlo, y recuerda que, por esta razón, ya logró paralizar esta medida cuando Correos la propuso bajo la dirección de su anterior pre-sidente, Juan Manuel Serrano. De ahí que a CC OO le sorprenda que su jefe actual, Pedro Saura, «ignore los argumentos preventivos ofrecidos en aquella ocasión para imponer su uso, buscando publicitar una falsa imagen de modernidad».
Por lo que asegura el sindicato, la postura de los carteros a los que afecta esta polémica medida (todos aquellos que efectúan el reparto a pie) es «unánime». Ninguno quiere ir en patinete. Ni los que ya lo tienen disponible, en ciudades como Madrid, Valencia, Santa Cruz de Tenerife, Vitoria o León, entre otras, ni los que lo van a tener pronto, como es el caso de Santander, «que va a ser la siguiente», se teme la secretaria provincial de CC OO-Correos, Ana Belén Ortiz. «Parte de esos 150 patinetes que ha adquirido nuestra compañía se han destinado al área norte», que es, apunta la sindicalista, a la que corresponde Cantabria. «Ya se han distribuido en Vizcaya, en Álava, en La Rioja, en Soria, en Teruel, en Zaragoza...», así que «más pronto que tarde terminarán repartiéndose en Cantabria», donde los carteros tienen la misma opinión que el resto.
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