Borrar
Francisco del Pozo, presidente del Banco de Alimentos de Cantabria, en el local de Santander Daniel Pedriza
«Cubrimos las necesidades de las familias»

«Cubrimos las necesidades de las familias»

Francisco del Pozo. Presidente del Banco de Alimentos de Cantabria ·

La organización, que nació en 1994, ha pasado de tener 200 receptores de alimentos a 26.000, una cifra que «nunca nos hubiéramos creído los cinco que iniciamos este proyecto»

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 18 de diciembre 2017, 07:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La idea de crear el Banco de Alimentos de Cantabria surgió en una tertulia entre cinco amigos hace 24 años. El escenario, el Café Suizo, de Santander. Durante todo este tiempo la organización se ha convertido en todo un referente de las acciones solidarias hasta el punto de pasar de los 200 receptores de ayuda en sus inicios a las 26.000 personas desfavorecidas que asiste en la actualidad. «Si nos lo dicen entonces, no nos lo hubiéramos creído», asegura su presidente Francisco del Pozo (1938, La Rioja), profesor jubilado del Colegio Padre Apolinar de la Obra San Martín. Francisco fue una de las cinco personas de aquella tertulia en la que arrancó un proyecto que se ganaría la confianza de la gente. La Federación de Banco de Alimentos fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2012.

–¿Cómo surge esta organización?

–La idea de coordinar una red solidaria de recepción y distribución de alimentos entre los desfavorecidos vino de Estados Unidos. Casi no habíamos oído hablar de ello, cuando nos reunimos un grupo de cinco personas con inquietud de ayudar a los demás. Uno de ellos mencionó la Federación de Banco de Alimentos de España y decidimos crearlo en la región. Buscamos el local, proveedores, furgonetas...

–¿Cuál es el objetivo del Banco de Alimentos?

–Es una forma de ayudar a los demás. El Banco de Alimentos de Cantabria está integrado por un equipo de 50 voluntarios. Pedimos y recogemos alimentos de proveedores, en algunos casos son productos que ya no se pueden poner a la venta porque no están en fecha (la fecha de la venta al público es más exigente, pero nunca hablamos de productos caducados). Clasificamos todo y se lo entregamos a las familias que tienen necesidad, que han sido derivadas desde los servicios sociales. Todo se entrega de forma digna, el trato de la organización es cálido, amistoso y con respeto hacia todas personas. Los receptores presentan su documentación, de tal forma que todo se hace de forma rigurosa y controlada, para que los alimentos lleguen a quienes los necesitan de verdad.

«Nos hemos ganado la confianza de la gente con el buen hacer de décadas y no está bien que otros se aprovechen del nombre»

–¿Cuál ha sido el momento más importante de la institución?

–El momento más importante fue cuando la Federación Española de Bancos de Alimentos, con 56 entidades regionales, recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012, destacando que ‘los donantes de alimentos y los voluntarios y organizaciones que los canalizan constituyen ejemplos decisivos y generosos de este esfuerzo altruista en favor de los demás’. Este premio que goza de gran prestigio supuso un enorme respaldo para la organización y aumentó la confianza de la gente en nuestro trabajo.

–Supongo que será importante para ustedes la transparencia en la gestión.

–El receptor es el mejor propagandista de nuestra organización, que nos valora positivamente. Además, elaboramos una memoria anual de alimentos recibidos, proveedores y a dónde se destinan. En ese sentido, aseguramos manos limpias. También hacen inspecciones estatales con motivo del Plan Nacional de Alimentos, repartido al 50% entre Cruz Roja y nosotros, que lo entregamos en colegios, centros de mayores...

–¿Qué peso tiene el Banco de Alimentos de España en la resolución de la pobreza en el país?

–La labor de los Bancos de Alimentos viene muy bien, sin esta ayuda que proporciona se hubiera organizado una pequeña rebelión en el momento más duro de la crisis. En mi opinión, tendría que ser el Estado quien lo hiciera y no los voluntarios, que lo hacen por amor a los demás. Pero el caso es que lo hacen los 56 bancos de España, cada uno es independiente, pero están coordinados por la Federación. Los grupos de voluntarios canalizan las ayudas para cubrir las necesidades básicas de las familias más necesitadas, con bebés y menores a su cargo.

–¿Cómo se financian?

–El Gobierno nos cedió una gran nave en Tanos de forma gratuita. El local de Santander lo hemos comprado, financiado en un 50% por la Fundación Botín. Otras entidades bancarias nos ayudan, como la Caixa, y nos financiamos acudiendo a las subvenciones del Ayuntamiento y Gobierno regional, además de nuestros socios que colaboran mes a mes, aunque necesitamos aumentar su número. También vivimos de las aportaciones anónimas realizadas a nuestro número de cuenta. Lo primero que haríamos si tuviésemos más dinero sería aumentar el salario a los dos trabajadores (solo hay dos empleados, el resto son voluntarios), que dedican mucho tiempo al proyecto.

–¿Qué opina del Banco de Alimentos Infantiles?

–Se trata de una organización regional que surgió hace tres años y que no tiene nada que ver con nosotros. Simplemente, utiliza el mismo nombre, lo que genera la confusión de la gente, que cree que está donando a nuestra organización, pero no es así. Son independientes. En mi opinión deberían utilizar un nombre que no les vincule con nosotros, ya que nada tienen que ver. Tenemos una larga trayectoria de más de dos décadas, y nos hemos ganado la confianza de la gente haciendo bien las cosas, coordinados a nivel nacional, con una lucha muy de grupo y no individual como esta otra organización. Entendemos que los inicios son difíciles, pero no te puedes aprovechar del recorrido de otros.

–A nivel personal, ¿qué le aporta la organización que preside?

–Siempre he tenido la inquietud de ayudar a los demás. Es una labor que vale la pena, me mantiene en activo y en contacto con personas. Cada voluntario tiene su razón personal, es una labor que te reporta más de lo que das.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios