El 'cuponazo'
La propuesta de Ciudadanos no discute el Concierto Económico, sino que reclama un cálculo menos opaco y más equitativo
Ciudadanos llevó ayer al Parlamento de Cantabria su rechazo al ‘cuponazo’ vasco, en un debate similar a los que impulsa en otras cámaras autonómicas ... y que sirven a su objetivo de convertirse en el principal referente político frente a los nacionalismos. Esa estrategia contundente ya le da dado excelentes réditos electorales en Cataluña, en contraste con el castigo que los demás partidos nacionales han recibido por su tibieza o ambigüedad en la materia. El Congreso ya aprobó en noviembre la rebaja del cupo que demandaba el País Vasco. Con el apoyo de PP, para que a cambio el PNV respaldase los Presupuestos del Estado; del PSOE, a pesar de que sus líderes en Andalucía, Asturias o País Valenciano lo consideran un agravio comparativo para sus comunidades, y también de Podemos. Sólo Ciudadanos y los valencianos de Compromís votaron en contra del ‘cuponazo’.
La propuesta del partido de Albert Rivera no discute el Concierto Económico, que se retrotrae como el Convenio Navarro a la época de las guerras carlistas y está consagrado por la Constitución y los estatutos, sino que reclama un cálculo menos opaco, más equitativo y solidario de la compensación que el País Vasco debe satisfacer para el sostenimiento de los servicios no transferidos del Estado, desde la defensa y las aduanas a la Corona o los asuntos exteriores. Poner fin al ‘amaño’, al decir de Ciudadanos, por el cual el País Vasco, una de las comunidades más ricas, aumenta sus privilegios por la vía de los impuestos en detrimento de las regiones más pobres y no suma sino que resta a la caja común.
El único diputado de Ciudadanos, Rubén Gómez, no sumó ningún apoyo a su propuesta, descalificada por los demás grupos con variedad argumental: oportunismo, hipocresía o demagogia. PP y PSOE, naturalmente, no quieren secundar al partido que les está quitando votos; menos aun Podemos, en su encendida defensa de un Estado plurinacional.
El PRC prefirió desviar el tiro y propuso olvidarse del cupo de la comunidad vecina para centrarse en la defensa de la financiación autonómica que necesita Cantabria. Como si no tuvieran nada que ver una cosa y la otra. Es el propio Revilla quien al reclamar al Estado recursos que cubran el coste real de los servicios con arreglo a la orografía, la dispersión y el envejecimiento demográfico de Cantabria invoca el principio de solidaridad de las regiones ricas con las que no lo son tanto.
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