Cerradas las piscinas de Tanos y Puente San Miguel por excrementos en el agua
El Ayuntamiento de Torrelavega se ha visto obligado a clausurar el vaso grande de la instalación después de que este martes un usuario defecara en el agua; y en Reocín, por su parte, alguien lanzó una bolsa con heces
La aparición de excrementos en dos piscinas municipales de la comarca del Besaya, en Tanos (Torrelavega) y Puente San Miguel (Reocín), ha arruinado los planes de baño de cientos de personas en las últimas horas. Ambos hechos tuvieron lugar este pasado martes. En el primer caso, no se sabe si se trata de algo intencionado o no; en el segundo, el «regalo» llegó directamente en forma de una bolsa de heces flotando en el agua. La procedencia humana de dichas heces solo ha podido ser corroborada en el caso de la piscina municipal de Tanos, donde el autor, con o sin intención –no lo saben–, habría defecado directamente en el vaso grande de la piscina. Tanto este como toda la instalación de la piscina en Puente San Miguel se encuentran clausuradas desde entonces y hasta nuevo aviso por parte de sendos ayuntamientos, que han iniciado un protocolo sanitario y esperan reabrir la instalación deportiva y de ocio lo antes posible.
Coinciden en día y en el fondo, pero la manera de arruinar el baño a unos y otros ha sido distinta. En Torrelavega, el concejal Nacho González apunta directamente a una deposición durante el baño; su homóloga en Reocín, Margari Martínez, como todo el Consistorio, han mostrado su rechazo a este «regalo» en forma de bolsa, unos hechos que la edil llega a asociar con un posible «reto viral» en redes. Al parecer, existe un reto de este tipo según el cual el autor defeca en una piscina. Parece que tuvo éxito hace unos dos veranos y ahora está de moda otra vez entre algunos.
Objetivo: abrir este viernes
¿Y cuándo estará limpia la piscina? Ambos ayuntamientos están a la espera de los resultados del protocolo y deseando poder garantizar el baño lo antes posible. El protocolo ha sido el mismo en Torrelavega y en Reocín: tras depurar y tomar muestras, ambos consistorios se han decidido a clorar el agua, es decir, aumentar la cantidad de cloro para eliminar cualquier microorganismo dañino, ya sean virus o bacterias. La analítica debe dar un resultado negativo, libre de la bacteria Escherichia coli –E. Coli–.
Nunca las analíticas periódicas para garantizar la salubridad del agua habían suscitado tanto interés. Ya han sido enviadas a analizar en las últimas horas y tardarán aproximadamente un día en arrojar un resultado nítido. Este jueves se podrá saber si la instalación está preparada para el baño. De estarlo, confirman en ambos municipios, la idea es abrir de nuevo este mismo viernes.
Ni rastro de los autores
Ambas noticias y, sobre todo, la coincidencia de que ocurrieran este mismo martes casi a la vez ha levantado todo tipo de comentarios en los dos municipios. También en los propios responsables políticos al frente de la gestión de estas instalaciones. Como concejal de Deportes y Juventud, Nacho González espera dejar este episodio atrás lo antes posible y abrir el viernes con normalidad. «No tenemos ni idea de quién ha sido», declara, señalando que, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos –el autor habría hecho de vientre en la propia piscina–, es «prácticamente imposible» saberlo incluso con las cámaras de seguridad. A partir de ahí, y a la espera de la analítica, el responsable de Deportes aprovecha lo ocurrido para apelar al civismo y de «disfrutar de esta instalación magnifica de la manera correcta». Dice: «Por unos pocos, que no se vean perjudicados el resto que hacen un uso correcto de la instalación».
También desconoce quién es el autor de los hechos su homóloga en el municipio vecino de Reocín, Margari Martínez. «Tuvo que ser a última hora, antes del cierre –a las 19.30 horas–. Un usuario que no estaba en el agua en ese momento lo vio. Primero pensaban que era tierra, por el color. Luego lo sacaron y se dieron cuenta. Recibimos el mensaje del socorrista a las siete y media». Limpiaron la piscina de forma superficial, tanto como pudieron en ese primer momento, y luego iniciaron el protocolo para decidir cómo desinfectar el vaso, en este caso por medio de la cloración excesiva. Y no está de más recordarlo, por si alguno tuviera la tentación de entrar de forma clandestina. «Puede parecer que está limpia, pero pueden quedar bacterias».