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Diario de un cántabro en medio del huracán Irma

Diario de un cántabro en medio del huracán Irma

El estudiante cántabro Juan Agüero se encuentra con un grupo de compañeros en Orlando | Narra a El Diario cómo son las horas previas al paso de Irma

DM .

Santander

Lunes, 11 de septiembre 2017

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«Nos dijeron que teníamos que preparar el kit para huracanes. Es decir, coger provisiones para sobrevivir 72 horas sin electricidad». Son las palabras del cántabro Juan Agüero Lanza, estudiante de la Universidad de Cantabria (UC) con beca en Orlando, que se encuentra en el ojo del huracán, con perdón del lirismo.

Agüero, junto a un grupo de estudiantes de la UC, está atento a los pasos del huracán Irma. Quedan pocas horas, «esta noche», para que Irma se acerque a su ubicación. Encontrar agua o comida es ya misión imposible. Las estanterías de los supermercados están vacías...

El cántabro narra en esta carta enviada a la redacción de El Diario Montañés cómo está viviendo estos días de «tensión»:

«Somos cuatro estudiantes de la Universidad de Cantabria que estamos estudiando en Orlando, tres de Cantabria, Raquel de Esteban, Juan Shallcrass y yo, Juan Agüero, y una chica de Vitoria, Itxaso Leonard.

La ubicación de nuestro campus dentro de Florida es ésta:

Desde comienzos de semana hemos estado atentos al huracán. Los correos de la University of Central Florida (UCF) decían que preparásemos el kit para huracanes, este consiste en aprovisionarse para sobrevivir 72 horas sin electricidad, por tanto, hay que tener comida que no necesite refrigeración ni electricidad para cocinarse, ropa, linternas, pilas, agua, así como la documentación. Tuvimos problemas para encontrar agua, no había en muchos supermercados, aunque conseguimos un día a principios de semana yendo nada más abrir a las 7 de la mañana y duró en las estanterías 10 minutos. Los últimos días no había pan, agua, gasolina, ni pilas.

Aquí tienen una imagen de la estantería del agua:

DM

Finalmente se activó Plan de Seguridad para huracanes el miércoles, se pidió a todo el alumnado que buscara el alojamiento necesario para estar bajo protección ya que era necesaria la evacuación del campus para las 12.00 horas del viernes. Las clases del jueves quedaron canceladas para que la gente se pudiera preparar y el campus se cerró del viernes al miércoles incluido (necesario para dar tiempo a la gente recuperar normalidad, limpiar desperfectos y recuperar energía). Habrá impacto en las instalaciones del campus, pero no se sabe cómo de severo podrá ser. También quedó totalmente prohibida la entrada de vehículos desde el viernes. El jueves se habilitó un servicio de autobús al supermercado para hacer las últimas compras.

Itxaso y yo, junto a otros estudiantes de intercambio fuimos invitados a casa de un amigo, pero algunos alumnos de las residencias del campus quedaron realojados en distintos edificios de la universidad. Se quedaron en las calses. Tenían que llevar almohadas y medios necesarios el sábado de 14.00 a 18.00 horas y prohibiendo la salida a partir de ese momento. También preparamos las distintas habitaciones antes de salir. Tuvimos que subir todas las pertenencias a las plantas de arriba por si hubiera inundaciones.

Dentro de la universidad, ofrecen agua y comida a los que se quedaron allí, aunque cada uno debía llevar sus previsiones. Casi todos los estudiantes estadounidenses se fueron a casa y varios de los de intercambio han estado buscando vuelos, pasando unos cuantos el huracán fuera de Florida, ya que las previsiones no eran nada buenas. El problema era los precios. Estaban disparados ya que mucha gente de última hora quería salir de Florida y muchas carreteras estaban colapsadas.

En la siguiente foto se pueden ver nuestras provisiones de agua y comida para pasar Irma:

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Imagen principal - Diario de un cántabro en medio del huracán Irma
Imagen secundaria 1 - Diario de un cántabro en medio del huracán Irma
Imagen secundaria 2 - Diario de un cántabro en medio del huracán Irma

Aquí, las clases de la Universidad de Florida con los estudiantes dentro:

En cuanto a sentimientos, ha habido momentos en los que teníamos la tensión de lo que podía llegar a pasar, viendo que las previsiones han ido alertando de uno de los peores de la historia de Florida y los destrozos que iba causando a su paso. Al ser nuestro primer huracán, hubo una alarma al ver que nos costaba encontrar una cosa tan esencial como el agua. Además, al ir cambiando las previsiones, hubo momentos en los que la zona más probable era justo Orlando, por lo que saltaron las alarmas. Sin embargo, para la gente de Orlando, aunque se preparan para un golpe fuerte, siempre han confiado en que al tocar tierra en el Sur y estando en el interior, llegue con menos fuerza, y lo ven como uno más, por lo que eso también nos ha relajado.

Ahora mismo son las 16:00 horas, llueve con mucha fuerza pero aún no hay mucho viento, no se ve a nadie en la calle y hay una calma tensa a la espera de que llegue la parte fuerte a media noche».

DM

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