Una doctora atiende a una paciente en un centro de salud de Cantabria.DM .
Los ecógrafos ya esperan en los centros de salud a que los médicos aprendan su manejo
Cantabria ·
Los cursos de formación, con alrededor de 150 profesionales apuntados, comenzarán en mayo de la mano de las tres sociedades científicas de Atención Primaria
Los 22 ecógrafos que Sanidad encargó «para aumentar la capacidad de resolución en las consultas de Atención Primaria» ya han llegado a los centros de salud, aunque por el momento no se han sacado de los embalajes. Antes, hay que aprender a usarlos. En los preparativos del plan de formación trabajan ya cinco profesionales del Servicio Cántabro de Salud (SCS), con experiencia en el manejo de esta herramienta, que representan a las tres sociedades científicas de Atención Primaria (Semergen, Semfyc y SEMG) a las que la Consejería ha encomendado la tarea.
«Los primeros 24 médicos, de los alrededor de 150 que nos han manifestado que quieren formarse, participarán en el curso previsto el 14 de mayo (un ciclo de cuatro días); y un segundo grupo lo hará en junio», explica Juan Carlos López Caro, coordinador nacional del grupo de trabajo de ecografía de Semergen y médico de familia en Castro Urdiales.
Será una primera toma de contacto que después tendrá continuidad vía digital y con sesiones prácticas. «Es una técnica que necesita tiempo y destreza», añade. En total, recomienda un mínimo de cien horas de formación para estar preparado para la ecografía abdominal básica, que «es por donde vamos a empezar. Después se ampliará a músculo-esquelético, sobre todo lesiones de hombro y rodilla, que son muy frecuentes en nuestras consultas», señala López caro. «Se tutelará a los profesionales para que vayan aprendiendo a realizar la exploración, por eso está previsto que vayan rotando por los centros en los que ya hacemos ecografías, que son Cotolino (Castro Urdiales) y Dobra (Torrelavega)».
«La desmotivación por el contexto laboral no debe frenar la llegada de los ecógrafos», dice el médico López Caro
El anuncio de la Consejería de incorporar estos aparatos a los centros de salud no estuvo exento de críticas, no en contra de la técnica en sí, sino del momento elegido para implantarla, «cuando tenemos problemas más acuciantes que resolver, como la falta de sustitutos, con la consiguiente sobrecarga que genera la autocobertura», se quejaban algunos médicos de familia. Los radiólogos de los hospitales también reaccionaron con disgusto, convencidos de que «no es una solución ni efectiva ni eficiente, como se ha visto en otras comunidades».
Juan Carlos Löpez Caro.
DM .
Las ventajas
El objetivo de poner ecógrafos en los centros de salud, iniciativa en la que el SCS ha invertido unos 230.000 euros, es que los médicos de familia puedan afinar más el diagnóstico y reducir las derivaciones a los especialistas. López Caro, que aboga por la coordinación entre Atención Primaria y Especializada «para que funcionen mejor las cosas», está dispuesto a demostrar las ventajas que reportará el hecho de disponer de ecógrafo. «En el futuro será el pan nuestro de cada día. La ecografía tiene muchas aplicaciones (Dermatología, Reumatología, Rehabilitación, Traumatología, Urología, Endocrinología...), es muy resolutiva. En Atención Primaria la adaptaremos a nuestras consultas, nos puede ayudar mucho en la incertidumbre que vemos día a día y mejorará la atención al paciente». En respuesta a la preocupación expresada por los radiólogos, sostiene que «no les va a perjudicar su trabajo, porque habrá cosas que podremos resolver por nosotros mismos, pero a la vez tendremos más capacidad de detectar, así que a la larga seguirán teniendo una gran demanda».
López Caro no es ajeno a la problemática que rodea a la Atención Primaria: «Entiendo que a nivel laboral tenemos problemas serios, como el déficit de sustitutos y la inestabilidad laboral, con interinos veteranos sin posibilidad de consolidar su plaza. Hay muchas cosas que arreglar para que el sistema funcione». Opina que «no ayuda mucho que la Administración nos trate a todos por igual, haría falta tener incentivado al que más produce y no es así, lo que alimenta el desánimo. Es lógico encontrar a profesionales que no quieran trabajar más por el mismo precio, igual que los hay que no trabajarían más aunque les paguen». Pero defiende que este contexto «de desmotivación» no debe frenar la llegada de los ecógrafos a los centros de salud, que «en muchos casos evitará que los pacientes tengan que pasar por la lista de espera del hospital para hacerse esta prueba y nos permitirán dar antes con el diagnóstico».
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