Los hosteleros no abrirán porque tampoco ven posible rentabilizar terrazas al 50%

Con las condiciones que a día de hoy ha planteado el Gobierno de Sánchez para la apertura de la hostelería, «el grueso del sector en Cantabria no va a abrir el día 11 porque es imposible que salga rentable». Las palabras de Ángel Cuevas, máximo responsable de la asociación que agrupa a los profesionales del sector en la región, reflejan el sentir común: «No podemos abrir para perder dinero».

Se lo hizo saber este lunes al presidente regional, Miguel Ángel Revilla, con tres propuestas sobre la mesa. «La primera, quizá la más importante, que se flexibilicen los ERTE; que podamos ir reincorporando a los profesionales paulatinamente, de acuerdo con las necesidades», explicó Cuevas. «Segunda, que permitan a los vecinos de comunidades autónomas limítrofes que se encuentren en situación sanitaria similar a la nuestra viajar a Cantabria». Sería el caso, por ejemplo, de Asturias. «Y tercera, que se flexibilicen también los requerimientos de servicios obligados que han de tener los establecimientos».

Algo que podría ayudar, por ejemplo, a que un hotel de cuatro estrellas no tuviera que disponer de cocina abierta para todas las comidas, algo que es obligado hoy. «Sería un caso excepcional para este año y ayudaría a ajustar costes de cara a convertir en rentable una apertura parcial como es el 50%», recalcó Cuevas, quien en todo caso tiene claro que pocos levantarán las persianas el día 11. «Tal vez hay bares de barrio que puedan hacerlo porque son regentados por una familia, pero todos aquellos que tienen personal a cargo, lo ven a día de hoy inviable. Con la mitad del aforo en terraza y sin poder abrir dentro, no se puede en la mayoría de los casos cubrir gastos».

Hay ayuntamientos, como el de Santander, que toman ya medidas para facilitar las cosas al sector. Gema Igual anunció ya que se eximirá del pago del impuesto de terrazas en lo que queda de año. En Potes se estudian esa medida y otras. «Podríamos habilitar más espacio público para ampliar las terrazas que ya existen para que, de esa manera, se pueda mantener la distancia social sin perder mesas», explica el alcalde, el popular Javier Gómez, consciente de que el turismo es el principal sustento económico del municipio.

Sucede parecido con Noja, donde el regidor, el regionalista Miguel Ángel Ruiz, ya avanza que el sector permanecerá parado durante un tiempo más. «Por lo que he hablado con ellos no piensan abrir porque pierden dinero y porque tienen mucha incertidumbre. Hasta que no estén claros los protocolos de Sanidad no saben si habrá que hacer inversiones para adaptar espacios. El no saber lo que va a pasar es lo peor de todo esto».

No tendrán que pagar la tasa de las basuras los hosteleros de Santillana del Mar, otro lugar especialmente sensible al impacto negativo que tiene el Covid-19 sobre el turismo. «Se establecerá una tasa especial, como si fuera de carácter doméstico. Y se estudiarán más medidas. Santillana no puede subsistir con las visitas de los cántabros. Nos hace falta que venga gente de fuera. Mientras eso no funcione, estamos perdidos», cuenta el alcalde, el socialista Ángel Rodríguez .