Jade y Lolo se alojan en un hotel canino
¿Las mascotas nos acompañan durante las vacaciones o les buscamos un sitio adecuado por unos días? Una decisión cada vez más frecuente durante estos meses
Llega el verano, el sol –aunque a Cantabria de vez en cuando–, la playa, las fiestas y las vacaciones. Todo está pensado para vivir al máximo estos tres meses de época estival, pero… ¿qué hago ahora con el perro? ¡Guau! –y nunca mejor dicho–. Menudo comecocos. Llamar a uno y a otro para que te haga el favor de quedarse 'unos diítas' con el peludo de la casa es lo que hasta ahora hacía mucha gente que tiene mascota y que había planificado una escapada. Pero la realidad ha cambiado. Se viaja mucho con animales y, al mismo tiempo, «cada vez más» personas llevan a sus perros a hoteles caninos para poder disfrutar de la libranza laboral «con tranquilidad».
Zulema Pérez es una cántabra que ve este tipo de establecimientos como «una solución y una alternativa para poder irte de viaje». «Si no, es muy complicado», añade. Según relata, próximamente se va a ir de vacaciones tres semanas al sur, tiempo en el que sus dos perros –Jade y Lolo, un boder collie y un «mil razas» de unos 6 y 14 años, respectivamente,– se van a hospedar en el DogStar Resort Canino, ubicado en Quijas (Reocín). «Antes tenía que dejarlos con mis padres y ellos ya son mayores. Un fin de semana no les importa, pero tanto tiempo es un cambio total a su rutina porque no tienen perros», señala. De esta manera, reitera, se puede ir «a cualquier sitio con tranquilidad» y con «mucha confianza» en que los perros están «bien cuidados y acompañados».
«Es la cuarta vez que los dejo en este sitio. Me mandan vídeos y fotos todos los días de Jade y Lolo, y disfruto mucho cuando los veo porque noto que están felices. Para ellos, es como si estuvieran 'de campamento', con más perros», dice. Pérez, pese a que le da «pena» irse de vacaciones sin sus mascotas, reflexiona sobre las «ventajas» de estos establecimientos y recomienda «a todo el mundo» esta práctica. «Hay mucha diferencia de que se queden con mis padres a que estén aquí», confiesa esta vecina de Sarón mientras deja a sus dos mejores amigos en el DogStar Resort Canino.
Así funcionan estos hoteles
La dueña de Jade y Lolo destaca de estos lugares la «seguridad y confianza» que le proporcionan mientras ella se encuentra de viaje. Pero, realmente, ¿cómo son los hoteles para perros? El Diario Montañés visita el DogStar Resort Canino para conocer su funcionamiento y ofrecer información sobre estos negocios, que «cada vez están más de moda y en crecimiento».
Así lo dice su gestor, Javier Díaz, quien señala que este hotel lleva en marcha desde 2017. «La capacidad máxima de media es de unos 30 perros y la tarifa es de entre 15 y 25 euros, dependiendo del tamaño y raza del animal y de su alimentación y medicación», explica. Según señala, en invierno se nota el trabajo durante los fines de semana, mientras que en verano los tres meses es «temporada alta todos los días». «A partir de esta semana, estamos llenos hasta septiembre», apunta. La estancia de los canes en el hotel depende, claro, de las vacaciones de sus dueños, aunque lo más normal es que estén aquí entre «una semana y una quincena».
«El cliente es un 50% de Cantabria y otro de fuera. La gente está de vacaciones en la comunidad, deja su mascota y está por el norte. Es decir, vienen de Madrid con el perro, lo dejan aquí y se van unos días», ejemplifica.
Eso sí, para poder quedarse, todos los perros (y sus dueños) «tienen que pasar una entrevista previa». Ahí ven sus «dinámicas y comportamientos» con el fin de que el can «esté lo mejor posible» en el hotel. «El objetivo es que tengan una buena estancia», afirma el gestor del centro, quien subraya que, con este encuentro, «nos amoldamos a la mascota». «Queremos que el perro vea que este sitio no es una cárcel», matiza.
Sobre los huéspedes del hotel, la edad mínima que tienen que tener para alojarse es de medio año. «Hay mucha demanda de clientes que te quieren dejar a mascotas con menos de seis meses», dice Díaz, que entiende que es una edad muy temprana. En el lado opuesto, se encuentran aquellos perros más longevos, para los que no hay una limitación como tal. En este caso, durante la entrevista «se hace hincapié en que puedan tener la misma dinámica que el resto de canes o en que se corra el riesgo de que puedan sufrir una enfermedad debido a su edad». Si ocurre este último aspecto, Díaz se muestra tajante por la propia seguridad del animal: «No lo vamos a tener».
El precio diario va de 15 a 25 euros y en este establecimiento ahora están «llenos hasta septiembre»
En cuanto a la organización de los perros en el hotel, el responsable explica que el DogStart Resort Canino se divide en relación al tamaño de los 'peludos': si son pequeños o si son grandes. Para los primeros, este centro dispone de 'habitaciones' cerradas y «recogiditas» en las que «se guarda muy bien el calor y que pretenden simular la temperatura de un piso». Para los segundos, hay otras instalaciones de similares características, pero con una notable diferencia. Estos cuentan con una pequeña parcela de prado a la que pueden acceder y «moverse más». «Abrimos la trampilla y es como si estuvieran en la terraza de un hotel. El pequeño no tiene esta opción, porque la habitación ya es bastante grande para que no se agobie y esté cómodo», relata. En resumen, «se amoldan las habitaciones al tamaño del perro».
De paseo
Otro aspecto «fundamental» de estos hoteles es cómo y cuántas veces sacan a los perros. Díaz subraya que en su centro se pasea a los canes «tres veces al día» y que la duración de la caminata «depende» del propio animal. El propietario del negocio continúa su explicación y matiza que los mayores, por ejemplo, «salen, hacen sus necesidades y ellos mismos muchas veces son los que vuelven a meterse en la 'habitación'». Caso contrario a otros «más activos», que prefieren estar «constantemente» en la calle. «Les abres la puerta y no quieren entrar, pero vuelven porque saben que tienen que comer. No son tontos tampoco», bromea. Y es que espacio para correr y disfrutar tienen de sobra. Este hotel dispone de grandes zonas verdes en las que se prima un «ambiente distendido».
Y para que todo funcione «a la perfección», el centro cuenta con cámaras de seguridad con las que «controlan a los perros las 24 horas del día y en dos turnos». El personal del hotel, compuesto por Díaz y dos trabajadores más, se encuentra por el recinto, pero desde la oficina central pueden vigilar la instalación al completo. «Si hay cualquier incidente podemos actuar rápido», destaca el responsable.
Consejos prácticos para tu mascota en verano
Por Marta Martínez, veterinaria de la Clínica Bahía, en Santander
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Temperatura del suelo | El firme en verano puede estar «muy caliente» por el sol. Cuando el tutor saque a pasear al perro, lo primero que tiene que hacer es comprobar la temperatura del suelo. «A veces, los ponemos a andar por aceras que no tienen arbolada y el suelo quema», dice Martínez, que también advierte sobre las playas, porque la arena puede estar «muy caliente».
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Hidratación constante | El agua, que tiene que estar templada, es fundamental para el can. Los perros tienen que estar hidratados constantemente. Es más, Martínez recomienda que, incluso, hay que «forzarlos» a beber agua. Eso sí, según matiza, «no tiene que estar muy fría», sino a una temperatura «templadita». «Con el tema del calor hay que llevarles agua durante los paseos», añade.
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Fuegos artificales | La pirotecnia produce ansiedad y problemas cardiológicos. El verano es sinónimo de fiestas y estas, de fuegos artificiales. Según esta profesional, hay que tener «precaución» con la pirotecnia, porque a los perros les produce «cuadros de ansiedad y problemas cardiológicos». El mismo efecto, apunta, les provocan las tormentas de verano con los rayos y relámpagos.
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Pelaje del animal | No es aconsejable rapar el pelo, porque da «sombra y refrigera». Pese a las buenas intenciones, Martínez señala que no hay que rapar al perro, porque el pelo «protege». «Lo que mejor les viene es cepillar y tener el pelo un poco largo, porque así les produce sombra y refrigera mejor», dice la profesional, que también aconseja echar protección solar canina al animal.
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No dejar al can en el coche | Prohibido que el perro esté solo, aunque «estén las ventanillas bajadas». «Ni para coger el papel y volver en dos minutos», alerta Martínez, que niega la opción de que el perro se quede «solo o acompañado» en un coche. «El vehículo alcanza una temperatura infernal para ellos». También advierte sobre que el can asome la cabeza por la ventanilla, porque es «un riesgo» para el animal.
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Alerta a las redes sociales | Según Martínez, hay que «tener cuidado» con los contenidos que se viralizan en estas plataformas digitales, «porque cada raza es de una manera y no todo vale para los perros». Por ello, pide «prudencia» a la ciudadanía ante lo que vean en las redes sociales.
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Ojo con los paseos marítimos | En verano es muy común que este tipo de espacios se lleven de pescadores y de cañas. Pero, hay que tener especial atención al suelo, ya que los anzuelos tienen cebo vivo y restos de comida «que desprenden un olor que a los perros les atrae un montón». «Hay peligro de que se puedan tragar un anzuelo de pesca», apunta.
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