La niebla obliga de nuevo a desviar a Bilbao dos vuelos que tenían que aterrizar en Santander

Por tercer día consecutivo, la niebla ha alterado este martes el normal funcionamiento del aeropuerto Seve Ballesteros y ha obligado a desviar dos vuelos a Bilbao (uno procedente de Málaga y otro de Santander), que no han podido aterrizar en Santander, afectando a más de medio millar de pasajeros.

El primero de los aviones implicados ha sido el Ryanair B-737 que había despegado de Málaga a las once de la mañana y que debía tomar tierra en el Seve Ballesteros a las 12.40 horas. Pero en ese momento, las nubes bajas volvieron a hacer aparición en el entorno del aeródromo cántabro, que hasta ese momento no había sufrido complicaciones en toda la jornada, y el avión se tuvo que dirigir al aeropuerto de Loiu, en Bilbao, tras sobrevolar el espacio áereo esperando a que mejorase la situación y se abriese la opción de aterrizar en Santander. Pero no fue posible y tomó rumbo a Loiu, donde tomaron tierra los 189 pasajeros que llenaban por completo la aeronave. Todos ellos fueron desplazados con posterioridad a la capital cántabra en autobús. También el vuelo de regreso a Málaga presentaba un 100% de ocupación.

Mismo camino que el Ryanair tuvo que seguir el avión de Iberia A-319 que llegaba procedente de Madrid con hora prevista de aterrizaje en Santander a las 12.50 h, aunque venía con adelanto. En este caso fue desviado directamente hacia Bilbao antes de aproximarse a la capital cántabra. En su interior, alrededor de un centenar de personas, que fueron después transportadas por tierra hasta Santander. En dirección contraria lo hicieron también en autobús los que esperaban en el Seve Ballesteros para viajar a Madrid, que finalmente tuvieron que hacerlo desde Loiu con un considerable retraso.

Estas dos nuevos desvíos de hoy se unen a los cinco aviones que no pudieron tomar tierra ayer en Santander debido a la intensa niebla, situación que afectó de llenó a más de un millar de pasajeros (entre los que volaban en ellos y los que esperaban en Parayas embarcar en sentido contrario); y a los otros dos que sufrieron la misma problemática el domingo.

Todo ello mientras el sistema ILS (de ayuda instrumental a la aproximación y el aterrizaje) continúa inoperativo en el Seve Ballesteros debido a una serie de obras en la caseta que lo alberga. Nadie puede asegurar que con este sistema en funcionamiento hubiesen podido aterrizar los vuelos cancelados estos días teniendo en cuenta las adversas condiciones meteorológicas que existían, pero lo que es seguro es que sin él se complican altamente las posibilidades de hacerlo en situaciones de niebla.