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Javier Cotera
«Nos preocupa mucho que el turismo de trasplantes pueda tener efecto llamada»

«Nos preocupa mucho que el turismo de trasplantes pueda tener efecto llamada»

Beatriz Domíngez- Gil | Directora de la Organización Nacional de Trasplantes ·

La sucesora de Rafael Matesanz asegura en su primera visita a Cantabria que este año se batirá el récord de trasplantes, al superarse los 5.000

Ana Rosa García

Santander

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Viernes, 20 de octubre 2017, 07:15

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Hace cinco meses que Beatriz Domínguez-Gil, especialista en Nefrología, asumió el mando de la Organización Nacional de Trasplantes, convirtiéndose en la sucesora de su «maestro», Rafael Matesanz, director durante más de 28 años. La Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplantes, que organiza Valdecilla, le ha dado la oportunidad de estrenar cargo en Cantabria, una comunidad que considera «ejemplo a seguir», tanto por su tasa de donación -65 donantes por millón de habitantes- como por su actividad trasplantadora (este año suma ya 166 intervenciones).

-¿Se alcanzará este año el récord de los 5.000 trasplantes en España?

-No solo vamos a llegar a 5.000, sino que lo superaremos. Batimos nuestro propio récord año tras año, lo que pone de manifiesto la extraordinaria solidez del sistema español.

«Un paciente en España tiene las mayores probabilidades de trasplante del mundo»

-¿Es cada vez más complicado superar los registros del año anterior?

-Es difícil mejorar, pero también lo es mantenerse. Ya estamos manejando unas cifras de tal grado de excelencia que suponemos que algún día se estabilizarán, pero seguimos trabajando para consolidar nuestras líneas de mejora y aumentar las probabilidades de trasplante a los pacientes.

-¿Cuáles son los retos de futuro?

-Entre las líneas maestras para aumentar la disponibilidad de órganos, tenemos que consolidar la colaboración con los servicios de Urgencias, para que la búsqueda de donantes no se limite a las Unidades de Cuidados Intensivos. Esto es algo realmente novedoso. También hay que seguir trabajando en la utilización de órganos de donantes de edad avanzada porque el 50% de nuestros donantes tienen más de 60 años; el 30%, más de 70; y el 10%, más de 80 años.

-¿La donación en asistolia (muerte por parada cardiorrespiratoria), que en Cantabria supone el 40% de los casos, aún puede dar más de sí?

-El objetivo es que llegue a todos los hospitales donde existe la oportunidad de implantarla y ser capaces de trasplantar un mayor número de órganos, para lo cual son claves las nuevas técnicas de preservación.

«Valdecilla va a iniciar un proyecto de investigación sobre trasplante cardiaco de donante en asistolia»

-Una vía por explorar es el trasplante cardiaco, cuesta entender que se pueda reutilizar el corazón de una persona que ha muerto por una parada cardiorrespiratoria.

-Es un tema que se ha debatido mucho a nivel internacional, pero los donantes en asistolia han fallecido normalmente por una patología cerebral devastadora, se diagnostica el fallecimiento por la parada de la circulación pero no por una patología cardiaca. Ese corazón, por tanto, sería potencialmente recuperable en el receptor.

-¿Qué tiempo hay de margen?

-Son escasos, una vez que se produce la parada cardiorrespiratoria se cuenta con un mínimo de observación de cinco minutos a partir del cual hay que correr porque ese órgano se deteriora rápidamente.

-¿Cuándo llegará a los hospitales de España este tipo de trasplante?

-Valdecilla precisamente va a empezar ahora una línea de investigación en la que van a extraer estos corazones y van a hacer determinaciones para valorar si tenemos suficientes garantías de que vayan a funcionar de forma adecuada en un receptor. También el Hospital Virgen de la Arrixaca en Murcia ha empezado a investigarlo. Todavía no estamos en fase de dar el salto a la clínica.

«Las nuevas terapias han cambiado el panorama, hay menos lista de espera para trasplante hepático»

-¿Era algo impensable años atrás?

-Sí, pero cabe recordar que el primer trasplante cardiaco que se hizo en el mundo, realizado por el cirujano sudafricano Christiaan Barnard en 1967, fue de una persona diagnosticada de fallecimiento por criterios circulatorios, y funcionó, lo que pasa es que luego llegó el desarrollo y la descripción de la muerte encefálica y esa vía se abandonó. Ahora que se ha retomado el interés por la donación en asistolia, tenemos equipos en Reino Unido, Australia y Estados Unidos que ya han empezado a utilizar corazones de estos donantes y aparentemente con muy buenos resultados.

-¿Qué le queda por hacer a Valdecilla en materia de trasplantes?

-Le queda poco. Es un hospital puntero en donación y trasplante desde todos los puntos de vista. La línea de trabajo que acaban de empezar, de validar corazones de donantes en asistolia, es un campo en el que podría ser pionero en España. Es un ejemplo a seguir, la población cántabra tiene que estar muy orgullosa.

-¿El sistema de trasplantes español se ve desde fuera con cierta envidia?

-Sí, hemos exportado el modelo español a muchos países del mundo, que lo han replicado total o parcialmente, dependiendo de la realidad en la que trabajan, y han visto que la clave del éxito es la coordinación. Croacia copió el modelo español y en poco tiempo han alcanzado cifras de donación similares a las españolas. Reino Unido también ha copiado algunos aspectos, por ejemplo la implicación del intensivista, que allí no participaba del proceso de donación.

-¿Le preocupa la amenaza del turismo de trasplante?

-Sí, es un tema que nos preocupa mucho por el efecto llamada que puede tener. No se puede culpar a ciudadanos de otros países por tratar de salvar su vida, pero tenemos que convencer a los gobiernos de otros países para que asuman responsabilidades con sus pacientes. Si España es capaz de cubrir sus necesidades de trasplante hasta un nivel de excelencia, otros países también, lo que pasa es que es más cómodo cerrar los ojos a esa realidad. Por eso, la forma de hacer frente a la amenaza del turismo de trasplantes es ayudar a otros países, con nuestra experiencia y conocimiento. Si todos los pacientes que necesitan un trasplante se plantearan venir a España el sistema se nos colapsaría.

-¿De cuántos casos hablamos?

-Unas 25 personas al año, quizá alguna más, a veces es difícil de cuantificar. Por el momento creemos que es una actividad reducida, pero que podría aumentar en proporción. Por supuesto, hay que diferenciar entre los pacientes que vienen específicamente a España para el trasplante y los extranjeros que viven en nuestro país de forma habitual y que tienen derecho a nuestras prestaciones sanitarias.

-¿Cuántas muertes hay en España por no llegar a tiempo al trasplante?

-Los pacientes que fallecen en lista son un 5%, pero después hay casos que empeoran tanto que son excluidos de la lista de espera, por eso el dato se elevaría al 10%. Lo que está claro es que un paciente en España tiene las mayores probabilidades de trasplantarse de cualquier país del mundo.

-¿Qué efecto han tenido las terapias curativas de la hepatitis C?

-Ha cambiado el panorama, son extraordinariamente eficaces, seguros y los podemos utilizar con éxito en el paciente trasplantado, con lo cual nos da la posibilidad de utilizar órganos de donantes infectados en receptores tanto infectados como no infectados, al tiempo que han reducido la lista de espera para trasplante hepático.

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