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Sobre el terreno. Uno de los camiones cuña de Conservación de Carreteras (Ministerio de Fomento) carga sal en un silo para esparcirlo por las carreteras de la comarca de Campoo. SANE
«Con las quitanieves hacemos mucho, pero hace falta más sentido común»

«Con las quitanieves hacemos mucho, pero hace falta más sentido común»

El Gobierno regional y Fomento cuentan con un ejército de máquinas que trabaja las 24 horas del día para mantener utilizables las carreteras

Daniel Martínez

Santander

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Martes, 6 de febrero 2018, 07:18

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Hace 31 años, cuando Adolfo Fernández comenzó a trabajar en los operativos de vialidad invernal del Gobierno de Cantabria para mantener limpias las carreteras durante los temporales de nieve, los operarios tenían que apañárselas para cubrir toda la comarca de Campoo y Valderredible con un único camión. «La comunidad autónoma acababa de asumir la competencia y sólo teníamos la máquina que había dejado aquí Fomento. Ahora tenemos medios de calidad y personal suficiente, aunque no vendría mal algún refuerzo», señala desde su puesto en Reinosa. Hace el recuento de memoria. Sólo en el sur de la región trabajan seis quitanieves de cuña y cuatro fresadoras, útiles cuando los espesores superan los 75 centímetros.

Durante el último temporal hasta 61 máquinas han estado trabajando sobre el terreno. De ellas, dos terceras partes son propiedad del Ministerio de Fomento y tienen como principal misión mantener abierta la comunicación con la Meseta a través de la A-67. El resto pertenecen a la Consejería de Obras Públicas y se centran en la red autonómica. Ambas administraciones coinciden en que, a pesar de las dificultades, los operativos puestos en marcha durante este último episodio invernal han dado buenos resultados.

«Una de las claves es que aquí, a diferencia de en otros lugares, el servicio funciona durante las 24 horas del día. Antaño eso no ocurría y por eso había más problemas», señala Miguel Ángel Díez, responsable de Conservación del Gobierno de Cantabria. El paso continuo de máquinas durante la noche hace prácticamente imposible que la nieve llegue a cuajar en las carreteras. Desde la Consejería de Obras Públicas defienden que, además de ser eficientes, la mayor parte del trabajo se hace con medios propios. Son trabajadores del Gobierno los del turno de día, de 08.00 a 20.00 horas. A partir de ese momento, toman el relevo cuatro empresas externas, una por cada zona en la que se divide el mapa de carreteras de Cantabria para luchar contra las nevadas.

En cuanto la Aemet avisa nos ponemos a planificar. Hay que estar allí antes de que empiece a nevar»

Juan Carlos Más, Fomento

«El meollo está en el sur de la región. Allí casi todos los pueblos están por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar», concreta Manuel del Jesus, jefe de Servicio de Carreteras del Ejecutivo regional. Por eso allí hay fijas hasta diez máquinas. De esas quitanieves, una está de forma casi exclusiva centrada en la estación de esquí de Alto Campoo. «Está a 1.600 metros de altura y a pesar de ello ninguno de estos días ha habido problemas para subir. No todos los dispositivos de vialidad invernal pueden conseguir eso», presume Del Jesus.

«Repartimos las máquinas atendiendo a la altitud, las comunicaciones y la cantidad de población»

Miguel Ángel Díez, Obras Públicas

La segunda zona geográfica en relevancia es la occidental. Incluye Cabuérniga, Liébana, Piedrasluengas... Los mayores quebraderos de cabeza para los operarios que conducen las cuatro cuñas y la turbofresadora son el acceso a Fuente Dé desde Potes y el entorno de Piedrasluengas, Polaciones y Puentenansa. Allí, el corte durante la pasada semana de la carretera de La Hermida con motivo de las obras en el puente de Lebeña obligó a redoblar esfuerzos para que la comarca lebaniega no quedara aislada. «Es un puerto en el que cae mucha nieve y que es muy habitual verlo cerrado. Estamos contentos porque esta vez lo hemos evitado. No podíamos permitir cerrar el único acceso al litoral de Cantabria desde Potes», presumen en la Consejería de Obras Públicas.

«Cuando empecé había un solo camión para todo Campoo. Ahora tenemos medios suficientes»

Adolfo Fernández, Operario

El resto de medios se quedan en las comarcas central y oriental. «La distribución se hace teniendo las comunicaciones del lugar, su altitud, la cantidad de población... Nos guiamos por esos criterios objetivos», remarca Díez. Aquí se encuentran dos de los puertos más conflictivos, los que se pueden tirar cerrados varias semanas un invierno sí y otro también: Estacas de Trueba y La Sía. «Materialmente es posible abrirlos. Llevamos las máquinas y en un rato se arregla, pero no lo hacemos de forma premeditada por motivos de seguridad. Son zonas en las que hay muchos desprendimientos. Como no tienen mucha circulación y la afección al tráfico no es muy alta, hasta que no se caen los neveros y deja de haber riesgo no intervenimos», confirman los técnicos del Ejecutivo regional.

Medidas preventivas

Juan Carlos Más, responsable del operativo de Fomento en Cantabria, recuerda que casi más peligroso que la nieve es el hielo. Las medidas preventivas contra este elemento son la sal y la salmuera (líquida y más efectiva). «Tenemos 33 silos con capacidad para 2.800 toneladas de sal y naves que albergan otras 13.000. Con eso ya es suficiente para cubrir la demanda de Cantabria, pero en los últimos tiempos hemos incorporado también 14 plantas para la fabricación de salmuera», apunta.

Para las nevadas, Más señala que la única prevención es la planificación. Todo el operativo se pone en marcha cuando la Agencia Estatal de Meteorología informa de los avisos: «A veces se ven quitanieves esperando en el arcén y paradas. Puede parecer una pérdida de tiempo, pero hace falta hacerlo así. Estar en el sitio que puede acumular nieve o granizo con el tiempo suficiente para empezar a trabajar cuando haga falta. Si estuvieran en el garaje de Polanco, muy posiblemente cuando llegaran al punto conflictivo el caos ya sería inevitable».

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