Las rebajas arrancan con más cambios que compras

Parece clara cuál es la dinámica del 7 de enero. Y coincide con la percepción del comerciante. Paula Gómez, gerente de calzados Sparta en la calle Lealtad, explica que para ella las primeras horas de este martes se repartieron entre «los cambios» y los «pedidos online». Por eso, aunque desde fuera no se veían grandes colas sobre las once de la mañana, en la trastienda la sensación era otra, de no parar. «He salido de la oficina para ponerme a empaquetar porque desde el domingo nos han entrado más de 70 pedidos».

A estas rebajas de invierno se les suma otra peculiaridad: «los descuentos que hay desde noviembre». Estas ofertas quitan protagonismo y empañan el éxito de las primeras del año. La fecha sigue generando colas en las tiendas y basta darse una vuelta para apreciarlo, pero lo hacen, sobre todo, en las grandes superficies, mientras los pequeños comerciantes reconocen que para ellos «ya no son lo que eran hace años». Las grandes cadenas rompen la dinámica tradicional. «Ya no hay rebajas en enero, las hay todo el año», señala Roberto Tronco de la tienda La Osa Decoración. «Así que las compras están hechas desde noviembre».

Citas como el 'viernes negro' adelantan las compras y, para cuando llega enero, «la gente ya ha adquirido todo lo que necesitaba». Ya «no les hace falta esperar», añade. La suma de todos estos factores provoca que «no haya tanto furor en las rebajas de enero ni se monte el follón de antes», opina la gerente de Sparta. Y si la gente ya ha comprado lo que quería durante las Navidades, ¿qué se deja para estas fechas? «Lo menos urgente», explica Marga. Y también «lo más caro».

Eso sí, también hay quien sale de compras a tiro fijo, a adquirir prendas o complementos a los que ya les había echado el ojo. «Ya hemos visto lo que queríamos, venimos preparadas», señala Teresa mientras camina por la calle Lealtad. Otras clientas salieron más a ver qué encontraban. Como Marta: «Vengo y compro lo que veo. Siempre hay algo útil». O Ana Isabel, que aprovechaba ayer el descuento para adquirir las bolas de Navidad del año que viene. Las dos lo hacían entre los estantes de El Corte Inglés, otro epicentro de las rebajas, «es el lugar idóneo para hacer las compras porque tiene de todo», añadía Marta. Y de ese poder de atracción dan fe las colas de vehículos en sus accesos mañana y tarde.

A pesar de la sensación de que las grandes superficies son las que acaparan las compras y el bullicio de las rebajas, Agustín Ordejón, presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Santander, se muestra optimista y espera «que sean unas buenas rebajas para el cliente y el comerciante». Él considera que a la gente le gusta «acercarse al comercio y recibir asesoramiento». Y que todavía hoy, frente a las grandes cadenas y las compras online, el cliente prioriza «el trato personalizado y la calidad del producto» y ese es el «valor añadido» que «podemos ofrecer» y su mejor arma para competir con estas tendencias. También coincide en que la primera jornada estuvo marcada por los cambios y que el «consumo empezará a final de esta semana».

En números, la campaña de rebajas de invierno generará este año en Cantabria 2.430 nuevos contratos, la misma cifra que el año pasado. A nivel nacional, se suscribirán 124.860, lo que supone un 5,6% más que en 2019, según las previsiones del grupo de recursos humanos Adecco.