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Multitud de personas llenaron ayer las grandes tiendas. Roberto Ruiz

El tirón del 'viernes negro'

Cantabria asistió ayer a la primera jornada del 'Black Friday', unas rebajas que muchas pymes consideran «insostenibles» para el comercio local

JAVIER GANGOITI

Sábado, 24 de noviembre 2018, 08:14

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«¡Hágase con él solo este fin de semana!», «¡Precios in mejorables!», «¡Los mejores móviles!», etc. A nadie le resultan desconocidas estas invitaciones, menos aún, a estas alturas de la semana. El 'viernes negro', lo que los americanos bautizaron mucho antes como 'Black Friday', dio comienzo ayer en todas las calles de España. Santander y Torrelavega no fueron una excepción, y en cuanto tronaron las persianas más madrugadoras, todo era un ir y venir de bolsas de colores. Era el día para pararse en los escaparates, permitirse un capricho o incluso adelantar los regalos de Navidad. Una jornada a la americana, como un anticipo más o menos deseado, depende de quién opine, del movimiento que sacudirá las cajas registradoras (y los bolsillos) dentro de exactamente un mes.

Pero hace años que el lado de la caja dejó de ser determinante en la elaboración de ese criterio. Para Enrique Lera (Lera Electrodomésticos) es la «conciencia de la sociedad» la que puede mantener con vida al pequeño y mediano comerciante. Esa esperanza es la que ayer le llevó a ofrecer multitud de descuentos y a ser optimista de cara al fin de semana. «No es fácil». Por eso es crítico con el 'viernes negro' y con su impacto en el tejido comercial santanderino. «Vamos al ritmo que nos imponen las grandes cadenas», zanja. Esa es la razón por la que apela a los ciudadanos a «consumir en el pueblo», y observa: «El centro está cada vez más vacío». Comparte esa opinión Isabel Fernández, de Mariluz Moda. «Puedo seguir la corriente a las grandes tiendas aplicando un 20% de descuento. ¿Pero qué rebaja aplico en diciembre?», se pregunta. Para muchos de ellos la carrera de precios «impuesta» por el 'Black Friday' supone un esfuerzo casi insostenible: «Son unas rebajas encubiertas».

Tal y como aseguran, las jornadas promocionales obligan a los minoristas a asomarse a un «precipicio». Muchos consumidores son conscientes, y asisten a la cascada de gangas con escepticismo. «Yo creo que son un engaño», denuncia Adrián Crespo. También Marcos Molina, poco amigo de los descuentos y las promociones. «No suelo fiarme de los descuentos, los llamados días sin IVA y otro tipo de ofertas». Comparten parte de esa desconfianza Andrea y Patricia Montes, hermanas. «Muchas tiendas suben los precios para luego bajarlos en días como este», aseguran: «Hay que saber mirar, saber dónde están los descuentos e, incluso, esperar por si en enero está más barato».

Los comerciantes creen que estas jornadas acabarán vaciando el centro de las ciudades

Miguel Rincón representa a muchas de estas tiendas desde la Asociación de Pequeños y Medianos Empresario de Cantabria (Apemecac). No duda en asegurar el carácter «nocivo» de estas rebajas, ni tampoco al denunciar la «falta de ayuda que disponen las pymes de la Comunidad». Desde la Federación del Comercio de Cantabria (Coercan), su secretario general, Gonzalo Cayón, sostiene que «el 'viernes negro' es una corriente impulsada por las grandes cadenas». Una medida, lamenta el representante, que eclipsa a los comercios minoristas dada la magnitud de la campaña y su promoción. «Hay tiendas pequeñas que no se plantean participar, pero terminan siendo arrastradas por la magnitud de esta campaña», asegura.

«Bueno para todos»

La moneda no cae siempre del mismo lado. Un cartel negro en un escaparate ha llamado la atención de Rubén Gutiérrez. «Yo estoy encantado. Este tipo de rebajas me vienen muy bien para adelantar los regalos de Navidad». Dentro espera Marian Peña, de Bohemia Fashion Shop, otra de las tantas tiendas que sigue el ritmo a las grandes cadenas. «Soy consciente de que es una imposición, pero nos viene bien». Con todo, añade: «Hay muchas rebajas que no podemos asumir. Otras superficies sí», señala. Arantxa Muñoz es la encargada en Cortefiel, una tienda que se encuentra a rebosar ya a las 11.00 horas de la mañana. «El 'Black Friday' es ideal para diversificar el flujo de ventas. Ganan los clientes, con un mejor servicio, y nosotros», dice.

A la salida, Pilar del Castillo sale con una bolsa de la tienda. «Incentiva el consumo y, mientras todo sea más barato, mejor para el cliente, ¿no?», razona. El caudal de gente en la entrada de las tiendas va en aumento. Lo sabe bien Elena Botín, de El Corte Inglés. «El 'Black Friday' ha tenido una progresión enorme en los comercios. Se calcula que más del 80% se suman a esta iniciativa», estima. Tal y como señala, aún es pronto para realizar un balance de ventas, pero se trata, «sin duda, de una promoción muy positiva para nosotros y los clientes».

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