Eduardo Gruber invita a «frenar el tiempo cotidiano» 'En la sala de espera'

Lo efímero es el objeto central de esta muestra que presenta la Fundación Caja Cantabria en una nueva colaboración con el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander (MAS). Un proyecto que ha permitido a Gruber «jugar» con sus creaciones, y que, tal y confesó, «no tiene nada que ver con la idea que tenía cuando se me propuso. Entonces me vino a la cabeza algo mucho más salvaje y más complicado».

Lo que ahora puede ver el público es una gran instalación en la que predominan tres grandes piezas: la última obra del artista, un grafiti (óleo, acuarela y collage) de 5 por 3 metros que se ha colocado justo a la entrada de la sala; un reloj de 3 por 3 metros, que se expuso una vez en Santander con motivo del cierre de la Galería Sol pero que el artista considera una pieza inédita y una gran caja negra que guarda los 'Héroes' que ya mostró en Madrid, aunque ahora se presentan con una dimensión «más escultórica».

En otro conjunto, la manzana aparece como símbolo principal. Se trata de una pirámide realizada con 25 piezas de esta fruta que se irán pudriendo con el paso de los días y que, precisamente, buscan destacar que el tiempo «destructivo» es más difícil de percibir y por ello aparece colocado en la misma vitrina que 'Gestación' (cerámica, bombillas y placa programada), «una obra de clara componente conceptual e ingenuamente sofisticada, que deviene de cierta poética personal», tal y como explicó.

Todo ello está acompañado de piezas que fue utilizando en la elaboración del proyecto durante la labor creativa, y otras ideas que han ido surgiendo con el tiempo, como una acuarela de un burro que ha incorporado porque para el artista «en el proceso creativo hay que ver la casualidad como un hecho importante». Y es que, según dijo, «en el trabajo del artista hay momentos muy satisfactorios cuando aparece una historia que no contabas con ella. Días en los que sales silbando del estudio».

El conjunto es «trabajo singular», según destacaron el director del MAS, Salvador Carretero, y el de la Fundación Caja Cantabria, Juan Muñiz, durante la presentación de la muestra, en un acto en el que también asistieron el presidente de esta entidad, Gaspar Laredo, y el crítico y miembro del patronato Fernando Zamanillo.

Para Carretero, la muestra, de una gran calidad, es una invitación a investigar sobre el paso del tiempo. «El arte no es eterno», dijo parafraseando al autor, apuntando que éste invita a pensar en ello y a vivir la exposición en soledad.

Juan Muñiz recordó cómo se fraguó el proyecto durante casi dos meses de trabajo en los que ha percibido la querencia del autor por lo arquitectónico y por el espacio y el tiempo.

Por otra parte, el presidente de la Fundación, Gaspar Laredo, destacó que 'En la sala de espera' es una muestra «singular» por su calidad y sobre todo «porque es obra de Gruber». También recordó que en este espacio en la sala Casyc Up se producen muestras «más allá» de las tradicionales, que él definió como «proyectos de artista».

Mientras, Fernando Zamanillo recordó que la exposición del que considera un «compañero de viaje de mi vida» es un buen ejemplo de la dualidad que hay entre lo real y lo ficticio y «un enorme y maravilloso cuaderno de notas».

Eduardo Gruber realizó su primera exposición individual en Santander, en 1970. Su obra está representada en numerosas colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Artium (Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo), la Fundación March, la Fundación Coca-Cola o el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca, entre otros.