La Feria del Libro Viejo se despide con un balance positivo
Las librerías participantes en la edición que se cierra hoy han cumplido las expectativas. La vuelta de las charlas, una de las citas más aplaudidas
El libro da paso al disco. A las voces que han recorrido la historia del vínculo portuario de la ciudad de Santander se sucederán las ... de solistas y grupos. De la Feria del Libro Viejo de Santander a la Feria Internacional del Disco y Coleccionismo que con catorce estands nacionales e internacionales y actividades como actuaciones en directo, presentaciones de libros o charlas, toma el testigo en la misma ubicación: la plaza de Alfonso XIII. Hoy domingo, no obstante, se presenta la última oportunidad para rescatar algún título, hurgar entre volúmenes o dejarse sorprender entre las casetas de la feria organizada por Francisco Roales. Los participantes refrendan la ubicación, el modelo y la actual dirección y organización de una convocatoria que ha contado con una oferta diversa gracias a la pluralidad que garantiza la presencia de las librerías valencianas El Asilo del Libro, Librería Al Tossal y Librería Torres; la Librería Anticuaria Mundus Libri (Salamanca), Librería de Lance (Bilbao), Librería Cajón Desastre (Ponferrada), Librería Litoral (Barcelona), Librería Reino Secreto (Segovia); las madrileñas Librería Utopía, Madrid Book, Recuerdos de papel y las cántabras Antuñano Más que Libros, Carmichael Alonso Libros, Asunto Tornasol y Librería de Viejo Roales.
La mayoría de las librerías, según se subraya dessde la organización, ha cumplido sus expectativas aunque el tiempo no ha acompañado en esta ocasión a la propuesta. Los libreros reconocen que «han ajustado» sus previsiones dado que, como destacó uno de los participantes más veteranos, Marcos Cachuán, de Madrid Book, «llevo mucho tiempo viniendo y las ventas cada año van a la baja», una tendencia que achaca a «la situación económica actual».
No obstante, en el caso de Litoral, Utopía, El Asilo del Libro, Cajón Desastre o la neófita Torres, por ejemplo, la propuesta cántabra ha resultado más que rentable y para la también valenciana Al Tossal, la tendencia se ha invertido: «En comparación con otros años, las ventas han sido muy positivas». Por otra parte, la ubicación, el modelo de feria, que combina libro antiguo y de saldo, así como la dirección han generado apoyo unánime al planteamiento actual.
Gerardo García-Castrillo, director del Museo Marítimo, clausuró el ciclo dedicado a 'peinar' la línea desde el Barrio Pesquero a la Magdalena
Las charlas que la Feria ha recuperado este año tras el fin de la pandemia han sido una de las actividades paralelas más aplaudidas. Gerardo García-Castrillo, director del Museo Marítimo del Cantábrico desde 2010, concluyó con su participación el ciclo de tres intervenciones que ha servido para 'peinar' la línea de costa desde el Barrio Pesquero hasta la Playa de la Magdalena.
Las ponencias han ofrecido una visión «con un tono distinto» de un espacio diferente de los muelles santanderinos, como reconocía el propio García-Castrillo, quien compartió con los asistentes no sólo su extenso conocimiento sobre la zona sino una serie de anécdotas que van desde la recuperación de la ballena hasta la «leyenda urbana sobre La Fenómeno», pasando por el baño de los elefantes del Circo Atlas en Los Peligros en los años sesenta.
Lucía Ezquerra, de Taller Guay, también ha conseguido llevar una vez más el leitmotiv de la Feria a los talleres de diseño infantiles, que han estado completos cada día de la semana. Aún es posible adquirir un ejemplar del libro '6 relatos portuarios. De San Martín de Bajamar al Barrio Pesquero'. La obra, promovida por Roales y coordinada por Lidia Gil, reúne a los escritores Jesús Ruiz Mantilla, Nuria Labari, Ana García Negrete, Raúl Real, el propio Roales, Maiakovski y Javier Menéndez Llamazares. Junto a sus relatos aparecen además las ilustraciones de Abel Cuesta, Ishara Solís, Carmen Gutiérrez Somavilla, Alfonso Guazo y Marta Valledor.
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