«La literatura es la mejor defensa frente a quienes quieren que no pensemos»
José María Merino, Premio Nacional de las Letras, afirmó en los Martes Literarios de la UIMP «que si la ficción desaparece, lo del cambio climático va a ser una bobada»
Si por algo se distingue el escritor José María Merino, premio Nacional de las Letras Españolas en 2021, es por su defensa de la ficción. Ya es un clásico que en entrevistas, apariciones públicas e incluso en sus textos, este autor que nació en La Coruña en 1941, se crió en León y vive en Madrid reivindique la ficción como algo que «claramente forma parte de la condición del ser humano». Este martes volvió a insistir en ello durante su participación en el ciclo Martes Literarios de la UIMP, una tribuna que ya ha visitado en múltiples ocasiones a lo largo de su trayectoria y cuya participación coincide además con un taller de microrrelatos que imparte esta semana en esta misma universidad. Pero, además de llenar de nuevo el salón de actos del Paraninfo de La Magdalena, tal vez fue más aguerrido en su defensa. «Estoy convencido de la que la ficción y la literatura no van a desaparecer nunca, pero si esto llegase a suceder lo del cambio climático va a ser una bobada», aseguró con su habitual ironía.
«La ficción es fundamental para entendernos e incluso para enamorarnos y hasta para tener envidia. Es fundamental pera comprender la realidad de la vida», aseguró a modo de ejemplos.
El autor de 'La novela posible', su última obra publicada apenas hace unos meses o el libro de cuentos 'Noticias del Antropoceno' (2021) aseguró que es feliz cuando escribe. Desearía y así se lo ha propuesto no dejar de hacerlo nunca, pero sin embargo reconoce que se siente muy pesimista frente a la sociedad que le rodea. «Me produce una gran melancolía la visión del mundo que tengo a mi edad. Pensaba que el siglo XXI iba a ser otra cosa y no quiero ser apocalíptico pero no estoy contento. El futuro está en manos de los jóvenes y algunos tienen propósitos estupendos, pero ¿hay muchos que piensen igual?», se preguntó.
«Escribir me divierte mucho, me hace feliz y mi próximo proyecto si no me falta la imaginación es un libro de microrrelatos»
En una conversación coloquio conducida por Guillermo Balbona, redactor jefe de Cultura de El Diario Montañés, que patrocina este ciclo de la UIMP, el autor y miembro de la Real Academia desveló que le produce un gran desasosiego ver como en el siglo XXI no se hayan resuelto temas como la hambruna o la sanidad universal. «Y no será por falta de medios o fortuna y encima nos estamos metiendo en nuevas guerras».
Con la literatura sí es más optimista y aunque ve con cierto recelo la aparición de nuevas tecnologías entorno a ella «no tienen porque hacer desaparecer los libros». Lo que sí tiene claro es que a día de hoy la «literatura es la mejor defensa frente a quienes no quieren que pensemos e ir en contra de ella es hacerlo en contra del de la libertad de pensamiento» y, aunque afirma que la literatura «vive un momento experimental», también cree que está más viva que nunca. Y apuntó un dato: «Lo de los libros es más misterioso, no podría aventurarme a hablar de su futuro si bien parece que durante la pandemia se ha leído más y libreros y editores no se han quejado de lo contrario».
Precisamente durante la pandemia fue cuando escribió 'La novela posible', una obra que le permitió «jugar», que es otra de las cuestiones que más le satisface del oficio de escritor: Plantearse retos. «Me parece interesantísmo porque cada libro tiene su propio desafío. En algunos está en los personajes, en otros en las situaciones que se emplean y en el caso de esta novela, en la que rescato la historia de Sofonisba, una pintora del siglo de oro de la que, con permiso de mi mujer llegué a enamorarme, me permitió cruzar tres historias -su propio diario de confinamiento, la de la artista olvidada y la de una vecina de bloque que quedó atrapada en el confinamiento- amalgamarlas en un mismo libro y contarlas en primera, segunda y tercera persona. Eso me encantó».
Y no podía faltar el microrrelato, un género en el que se siente cómodo «que cuando yo empecé a escribir no se valoraba y que ahora tampoco pero que se escribe más». Reconoció que aunque en una gran novela «caben muchas más cosas que en un cuento, en todas, hasta en las más grandes, siempre sobra alguna página». Algo que sin embargo nunca ocurrirá en uno de estas narraciones breves que según viene defendiendo «han existido siempre, desde las fábulas de Esopo hace 600 años antes de Cristo. El microrrelato es además el primer género que se comercializa», afirmó.
Y precisamente entre sus proyectos literarios más próximos esta escribir un nuevo libro de cuentos. «Espero que no me falte la imaginación», aseguró.