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La artista malagueña actuará el 12 de febrero en Ermua.
La oscura dulzura de Anni B Sweet

La oscura dulzura de Anni B Sweet

Libera sus miedos a golpe de guitarra con canciones que van del folk al pop psicodélico y eléctrico. Así es la artista indie española con más seguidores en Spotify

Regina Sotorrío

Martes, 12 de enero 2016, 16:56

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«¿En serio soy tan dulce? Yo no lo creo». Anni B Sweet se rebela una y otra vez contra ese adjetivo que le persigue desde el día en el que, casi como un juego, se lo puso de 'nick' en MySpace. De eso hace más de siete años, estudiaba Arquitectura en Madrid y ni intuía que ese nombre aparecería en tres discos y en cientos de carteles de conciertos desde México hasta Japón. A estas alturas ya le «empalaga», dice con resignación. Es además un imperativo, una orden a sí misma, «Anni sé dulce», porque quien la escucha sabe que ella no lo es.

Quien se detiene en sus letras descubre que bajo esa apariencia de chica frágil, tímida y de voz delicada hay una artista con un complejo mundo interior que libera sus monstruos, sus miedos y sus obsesiones en forma de canciones. Primero las envolvía de melodías folk, después les puso un toque onírico y hoy les aporta potencia eléctrica y psicodelia. Una evolución profesional y personal que vuelca en su tercer álbum, 'Chasing illusions', y que le ha llevado a ser en 2015 la artista indie española con más seguidores en Spotify: más de 36.000 y casi medio millón de oyentes mensuales. Cualquiera hubiera reaccionado colgando la noticia inmediatamente en las redes sociales, pero ella no. Lo primero que hizo fue asegurarse de que era cierta confirmándola con la propia plataforma porque ella, de entrada, no se cree nada. «¡Soy tan insegura!», admite. También eso forma parte de su encanto.

Detrás de Anni B Sweet está Ana López, una malagueña de 27 años que con apenas 20 empezó a hacerse un hueco con sus temas y su guitarra en pequeños clubes de Madrid. El sello independiente Subterfuge se fijó en su potencial y la fichó para grabar su primer álbum. 'Start, Restart, Undo' salió al mercado en abril de 2009, pero antes de eso el Festival de Benicàssim (FIB) ya la había contratado para la edición de ese año y Antonio Vega la eligió como artista invitada para uno de sus conciertos. La chica prometía. En una reedición de ese trabajo se incluiría la canción que le abrió las puertas de la escena musical internacional, una versión de 'Take on me' de a-Ha.

El clásico del pop ochentero reconvertido en una delicia folk con ukelele y todo circuló por el mundo y ella con él, se hicieron múltiples 'covers' en Internet e incluso se convirtió en banda sonora de un anuncio del gigante de las hamburguesas McDonalds. De un momento a otro, Anni B Sweet pasó de ser una aspirante a arquitecta a dar conciertos en Inglaterra, Francia, México, Holanda, Alemania, Suiza y Japón. Su 'Take on me' llegó incluso hasta Australia en el recopilatorio de Ministry of Sound 'A unique colection of cool covers', junto con artistas como Amy Winehouse, Lily Allen o Jamie Cullum.

Para muchos fue el gancho para entrar en su música, en canciones como 'Motorway' y 'Lalala' con melodías que enganchan a la primera escucha y letras cargadas de melancolía, de referencias al paso del tiempo (¡y tenía entonces apenas 20 años!) o a sus propios bloqueos mentales («No puedo seguir por mí misma», canta en una de ellas). Y, salvo excepciones, siempre en inglés. Porque le salen de forma natural, estudió en un colegio británico, pero también es cierto que así da menos pudor enseñar lo que uno tiene dentro. No todos las entienden, o al menos no del todo... Para el próximo disco, avanza, lo intentará con el español.

Anni B Sweet pasó a formar parte entonces de la nómina de cantautoras folk que entre 2008 y 2009 irrumpieron en el indie nacional, junto a Russian Red, Alondra Bentley o Zahara. Pero eso es quedarse solo en la superficie. Como buena melómana, su lista de influencias es interminable, pero ahí están los Beatles, Bob Dylan, Fleet Foxes, Nick Drake, Elliot Smith, Radiohead, The last Shadow Puppet 'Ritual un repeat' de Tennis es su recomendación para escuchar este año.

En su segundo disco ahondaría en esa oscuridad en que la que ella se siente cómoda cuando coge su guitarra y el folio en blanco. «Me gusta escribir de las preocupaciones y las cosas con las que me rallo. Cuando estoy contenta, salgo y me tomo algo con mi pareja», explica. El título del álbum no podía ser más explícito: 'Oh, Monsters!'. Vaivenes emocionales, desengaños sentimentales y desilusiones dan forma a canciones como 'At home', 'Getting older', 'Monsters' o 'Catastrophe of love', donde el folk del principio da paso a un pop onírico y amargo que revela un mundo interior profundo y, por momentos, atormentado. Pero eso es en lo musical. Si se cruzan con ella se encontrarán con una joven sonriente, cercana, amable y con una timidez que hasta despierta ternura.

En cualquier caso, la luz siempre vuelve, aunque en ella eso también tenga sus matices. 'Chasing illusions' es su último trabajo publicado en 2015, un disco por el que otra vez transitan sus monstruos «pero mirados de otra manera», desde otro estado de ánimo. Está feliz y, aunque nunca habla de su vida personal, algo tiene que ver en eso su relación con Noni, el cantante de Lori Meyers, también productor de su último álbum. «Sigue ganando la oscuridad, pero estoy en un momento muchísimo más bueno que hace unos años. Por eso, esa oscuridad siempre va a tener ahora algo más de luz que cuando era todo oscuro sin más», admite. El 12 de febrero retomará su gira en el Teatro Antzokia de Ermua para continuar después en Barcelona (Sala Bikini, 13 de febrero), Tenerife (Teatro Leal, 19 de febrero), Lanzarote (Teatro Insular de Arrecife, 20 de febrero) y Granada (Sala Prince, 12 de marzo). Y sigue sumando fechas dentro y fuera de España.

Con Noni vive retirada del ruido y el estrés de la ciudad en una casa de campo en algún lugar de Granada. Parte de la vitalidad del grupo granadino al que ya versionó en 2013 su tema 'Religión' se contagia a sus nuevas canciones, más eléctricas y más movidas que nunca y donde, entre otras cosas, se anima a sí misma a ahuyentar sus miedos. 'Chasing illusions', 'Onyx stars', 'Never' o 'Beginners' integran un catálogo de temas luminosos con pinceladas de psicodelia que se crecen en los directos. Hasta su imagen ha cambiado: la chica ingenua de sus comienzos enseña ahora un 'look' más sensual y atrevido, siempre dentro de esa estética sesentera y setentera que le apasiona. Es una nueva Anni sin dejar de ser ella misma. «No me quito del todo los complejos porque siempre estoy yo para frenarme a mí misma», confiesa.

A ella le cuesta creer, pero los demás sí creen en ella. Sus colaboraciones con la banda de rock mexicana Zoé (genial la alianza en la canción 'Poli') la han convertido en una artista popular al otro lado del charco. De allí vienen muchos de sus seguidores de Spotify. Con Sidonie firma una preciosa versión tributo a Antonio Vega del tema 'Se dejaba llevar por ti'. Es ya la artista invitada oficial de los conciertos de Lori Meyers y Coque Malla la escogió para cantar a dúo su archiconocido 'No puedo vivir sin ti'. El indie español, ciertamente, ya no puede vivir sin ella.

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