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John Mayall a los 80 años, tocando armónica y teclados simultáneamente en la Sala BBK en 2014.
John Mayall: entradas agotadas

John Mayall: entradas agotadas

La benemérita leyenda del blues blanco actúa este domingo en la Sala BBK

Óscar Cubillo

Miércoles, 15 de febrero 2017, 15:28

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Hace más de un mes que se agotaron las entradas para ver el domingo en la Sala BBK a la benemérita leyenda del blues blanco. Muchos aficionados se quedarán con ganas de presenciarlo. Para paliarlo, y sin ánimo de provocar mayor deseo y frustración, aquí recordamos su anterior visita al mismo local, el lunes 3 de marzo de 2014, también en el Ciclo Music Legends

Atención, que voy a contar una anécdota. John Mayall actuará este domingo por tercera vez en la Sala BBK. Para su primer concierto ahí, en 2011, acudí con media hora de antelación para dejar en el mostrador que sirve de taquilla viejos ejemplares de la revista 'ritmo y blues', que edité el milenio pasado, entre 1995-2000. Y cuál fue mi sorpresa cuando vi en el lobby, en pie y parapetado tras una mesita pequeña, al propio John Mayall. Estaba ahí solo y espigado, pues pretendía vender de propia mano sus CDs a los espectadores.

Aún no había llegado nadie. Me acerqué a él para regalarle una revista, ya que aparecía en portada, y colocar un montoncito en su mesita para que la gente cogiera gratis los ejemplares, y me dijo que no. Haciendo un gesto despectivo con la mano me pidió que las dejara lo más lejos posible. ¡Como suena! Ni las miró y yo me quedé de piedra, claro. Pero la leyenda explicó: «Es que si las dejas aquí todo el mundo querrá que se las firme». Uf, entendí: Mayall, un tipo de trato difícil que puede ser desabrido y ablandarse al instante en contacto con unos niños a los que no conoce, sólo quería vender sus discos.

Tres años después, la segunda vez que Mayall actuó en la Sala BBK, llegué diez minutos antes del bolo y a la estrella no se le veía porque estaba rodeada de un remolino de gente que adquiría sus CDs a 20 euros la copia. Entonces su novedad se titulaba 'A Special Life', era el álbum número 61 de su carrera según sus cuentas (esta es la lista publicada en su web

Lo editaba el sello Forty Below, que también ha publicado este 2017 su último opus, titulado Talk About That, ¡el número 65 de su larga trayectoria!. Aquí va un tráiler del contenido del disco.

Este domingo tendrá lugar el tercer concierto de la leyenda del blues blanco en la Sala BBK. Actuará en trío: John Mayall a la voz, teclados, guitarra y armónica, acompañado por el melenas rubio Greg Rzab (ex Albert Collins, Buddy Guy, Black Crowes), y el afrobaterista Jay Davenport (ex Junior Wells, Pinetop Perkins). Falta en la alineación respecto a la anterior visita el guitarrista Rocky Athas, ex Black Oak Arkansas y amigo y compañero de escuela de Stevie Ray Vaughan.

¡Y por fin le he podido preguntar por su costumbre de vender CDs de propia mano! Previamente le ponía en antecedentes para que no se lo tomara a mal: Me gusta tu música, tengo muchos discos de blues, prefiero el blues eléctrico y edité una revista de blues entre 1995-2000. Para mí, eres una gran estrella. Desde los años 70 he escuchado tu éxito 'Room To Move'. Y te pregunto: A pesar de ser una estrella, sueles vender tus discos en los conciertos, antes y después de los shows, como un músico principiante. ¿Por qué?

Y responde: «Creo que es una manera maravillosa de mantener un contacto personal con los miembros del público antes de que empiece el show. Quiero que sientan que son importantes para nosotros. Yo uso mi tiempo para difundir el mensaje vendiendo y autografiando mis CDs antes de cada show. Es muy divertido y la gente de verdad aprecia el contacto personal extra».

80 años

Dicho lo cual, recordemos cómo discurrió ese concierto del lunes 3 de marzo 2014, su segundo en la Sala BBK. Titulamos la reseña '80 años'. Ahora tiene 83. Entonces fue la cuarta vez que el que suscribe veía al veterano bluesman británico en vivo, y resultó la mejor con diferencia. Había agotado con mucha antelación el aforo del local, en la 'Gira del 80 aniversario', pero la edad no le pesó: estuvo contento todo el rato (quizá por vender muchos CDs antes), se ató una coletita retrojuvenil en su hirsuto pelo cano, y se mostró ágil con el físico (el muy espigado hasta dio un brinquito al hacer mutis por primera vez) y versátil en el oficio: se salió con la guitarra plena de feeling, la voz no fue tan aflautada, la armónica le quedó bien y a los teclados no anduvo tan fino, pero fue variado, pues incluso coló acid jazz a lo Jimmy Smith.

El show ruló genuino y el cuarteto restallante, brillante, participativo, compacto y modernista ejecutó 11 piezas en 96 minutos. El feliz Mayall ofició divulgador al presentar las canciones, indicando en qué discos propios se incluían o de quién eran versiones. Escrutando a posteriori el listado, sus pináculos fueron el boogie de Eddie Taylor 'Big Town Playboy' (con el empuje de Dr Feelgood y muy ovacionado; se incluía en su CD editado en esa temporada, 'A Special Life') y el walking bass de Curtis Salgado 'The Sum Of Something' (con un punteo de su guitarrista Rocky Athas que echó humo), y también podríamos citar el blusoul 'Long Gone Midnight' (una de las veces en que tocó la armónica y las teclas a la vez), el blues-rock 'One Life To Live' escrito cuando regresó de la guerra de Corea (ya ven qué mayor es Mayall), el melodrama de Otis Rush 'All Your Love' o, ya en el bis, su clásico armonicista 'Room To Move'.

Pero hubo más detalles buenos, caso del inaugral blusoul modernista a lo Robert Cray 'Dirty Water'. Además, Mayall se defendió en ritmos difíciles como la rumba tejana (Give Me One More Day) o el de Nueva Orleans ('Congo Square', con desagradables ruiditos que hizo con la boca, en plan hip-hop). Y antes de acabar avisó de que autografiaría los CDs que también vendería en la puerta al finalizar el concierto y, ejem, pidió que no le hicieran preguntas técnicas, que todo está contado en su web

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