Borrar

El teatro grita en Santander contra el racismo y documenta los años sesenta

El Palacio de Festivales acoge esta semana dos propuestas escénicas en la sala Pereda: 'Gazoline' de La Joven Compañía, mañana martes, y 'Cinco horas con Mario', el viernes y el sábado

Rosa Ruiz

Santander

Lunes, 20 de enero 2020, 09:46

Comenta

La sala Pereda del Palacio de Festivales se abre mañana, martes, al público joven. Lo hace por medio de un grito contra el racismo que ahora llega a Santander por medio de LaJoven (anteriormente La Joven Compañía) y un revolucionario texto de Jordi Casanovas que lleva por título 'Gazoline' y que se basa en los incidentes que tuvieron lugar en la periferia de París, en el otoño de 2005. Jóvenes franceses de diversa ascendencia étnica, se dedicaron a quemar coches en una competición para ver quién lograba destruir más. ¿Qué motivó a estos chicos, franceses de pleno derecho, a llevar a cabo aquellos actos de vandalismo? José Luis Arellano dirige el montaje que dramatiza la situación de cinco de ellos.

«Demasiado jóvenes para ser adultos y demasiado mayores para seguir siendo niños», tal y como señalan desde la compañía a propósito de la obra. En ella esos cinco colegas de una banlieu de París se reúnen una noche para quemar el coche de alguien muy rico. Desde hace unos días, varios incendios han sido provocados en distintos lugares, destruyendo vehículos. Los hijos de los hijos de los inmigrantes que llegaron sin nada al país aún se sienten ajenos a él. Europa no les ofrece esos valores que coronan su bandera. Y las calles y los medios de comunicación se llenan de un ambiente que podría ser de revolución o de guerra, de esperanza o de desasosiego. Un ambiente que puede destruir ilusiones y amistades.

PROGRAMACIÓN

  • Mañana, martes La compañía LaJoven ofrece 'Gazoline'. Sala Pereda, a las 20.30 horas.

  • Viernes y sábado 'Cinco horas con Mario'. Con Lola Herrera. Sala Pereda, a las 20.30 horas.

LaJoven es un proyecto de la Fundación Teatro Joven que reúne a profesionales de las artes escénicas con la comunidad educativa (profesorado y alumnado) y sirve como un espacio laboral para jóvenes artistas, técnicos y gestores culturales. Nació en el año 2012 como respuesta a la crisis de empleo juvenil que atravesaba España y también como apoyo al sector educativo ante la disminución en las aulas de las horas lectivas de enseñanzas artísticas y humanidades. «Nuestra misión es extender el amor por la cultura y el teatro a través de la creación de futuros profesionales, artísticos y técnicos, fomentando la investigación dramática y buscando la incorporación de los públicos jóvenes al teatro a través de la dramaturgia contemporánea», explican. Este trabajo ha sido reconocido con el Premio El Ojo Crítico de Teatro de RNE. En cinco años, la compañía ha estrenado 13 montajes que han disfrutado cerca de 200.000 espectadores.

Aproximadamente 44.000 espectadores de unas 35 ciudades de toda España han visto los espectáculos de la compañía en la pasada temporada. 30.000 de esos espectadores han sido jóvenes de centros educativos con los que se han llevado a cabo encuentros, coloquios y talleres.

A lo largo de los últimos años la Fundación Teatro Joven ha desarrollado un trabajo teatral eficaz por el fomento de la igualdad, especialmente en lo que se refiere a la igualdad de género y diversidad sexual.

El regreso de Lola Herrera

Tras la propuesta escénica de LaJoven, la sala Pereda recibe el fin de semana, -viernes y sábado- lo que ya se puede considerar como un clásico del teatro y con una de las grandes actrices de la escena española. Se trata de Lola Herrera que regresa a Cantabria, bajo la dirección de Josefina Molina, y el monólogo 'Cinco horas con Mario', basada en una de las novelas más importantes de Miguel Delibes y de la narrativa contemporánea española y que fue llevada a la escena por primera vez el 26 de noviembre de 1979 en el Teatro Marquina de Madrid.

Lola Herrera dio vida entonces a Carmen Sotillo y ahora, casi 40 años después, vuelve para interpretarla.

La obra se sitúa en marzo de 1966. Carmen Sotillo acaba de perder a su marido Mario de forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monólogo-diálogo en el que descubrimos sus personalidades y los conflictos de su matrimonio.

Con una forma entrecortada, detallista al mínimo, reiterativa y llena de tópicos, Carmen Sotillo dice cosas, manifiesta sentimientos y emite juicios, que hoy nos pueden parecer del todo increíbles. Pero entonces ese lenguaje existía, esos juicios se emitían, de esas «cosas» de Carmen estaban en la vida de todos los días.

'Cinco horas con Mario' es un documento vivo de esos años sesenta. De las preocupaciones económicas, religiosas, políticas, sexuales y morales entonces imperantes que Delibes, a través del lenguaje de su protagonista, dejó retratadas con nitidez, de forma que la vida española de entonces llega a palpitar viva en sus palabras.

Pero, por encima de todo esto, 'Cinco horas con Mario' habla de los asuntos eternos del ser humano: de la culpa, de la soledad, de la incomunicación, del sentido de la vida.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El teatro grita en Santander contra el racismo y documenta los años sesenta

El teatro grita en Santander contra el racismo y documenta los años sesenta