Cinco alternativas para la defensa

Ahora mismo las propuestas que hará Lázaro al área deportiva torrelaveguense serán cinco, ya que el sexto defensa de la plantilla del juvenil, el lateral izquierdo Sergio Castañeda, está recuperándose de una operación de menisco, así que no es una alternativa viable para arrancar el jueves la pretemporada a las órdenes de Lago. El resto de los jugadores, dos laterales derechos y tres centrales, son las opciones que tendrá Chalana para apuntalar la defensa gimnástica hasta que lleguen los fichajes en los próximos días y se complete la plantilla.

Fernando Castillo, un central zurdo que lleva desde benjamines en la Gimnástica, es uno de los jugadores con opciones de entrenar con el primer equipo. Juvenil de segundo año, la temporada pasada ya jugaba en Liga Nacional desde pretemporada aunque estuvo en el juvenil B. De Fer sobre el césped destaca sobre todo su potencia y buen disparo. Además, el central también despunta en el juego aéreo.

Otras de las opciones que se barajan en los despachos de El Malecón es Mario Arpide, un juvenil de segundo año que llegó a mitad de la pasada temporada del Amistad de Torrelavega. Acostumbrado a estar en el centro de la zaga, llama la atención sobre todo por su envergadura -mide más de 1.80 metros- y por facilitar la buena salida de balón desde la última línea del equipo. A todas estas cualidades se suma su habilidad para el golpeo en el juego aéreo, uno de los puntos fuertes de este jugador.

El último defensa que puede desempeñar las funciones de central les Alejandro Haro, que está en la Gimnástica desde el primer año de cadetes. Ha estado con Rubén Lázaro en el juvenil B durante toda la pasada temporada y esta campaña da el salto al de Liga Nacional. Haro llama la atención por su rapidez y lo bien que va tanto al corte como de cabeza cuando se sitúa en el eje de la defensa.

Además de los tres centrales, también se pueden barajar dos opciones más. En este caso se añaden a la lista los laterales Juan Carlos García y Héctor Ribavelarde. El primero de ellos, Juan Carlos, brilla por su verticalidad sobre el césped y si a esa cualidad se añade la rapidez, es una propuesta diferente que puede valorarse como el resto aunque su puesto no sea en el eje de la defensa. Muy combativo y fuerte desde un punto de vista físico, es su último año de juvenil y puede ganar en madurez ante este nuevo reto.

La última apuesta de la Gimnástica sería por la polivalencia. Héctor Ribavelarde ha subido este año del juvenil B y puede actuar tanto en el lateral como en el centro de la defensa. Destaca por su colocación y su aplicación táctica sobre el terreno de juego. Cualquiera de estas opciones puede ser la solución, al menos temporal, para el club de Torrelavega.