El final más cruel para el Textil

Aunque se sumase un punto, la racha continúa. Y ya van nueve derrotas de tacada que no hacen ninguna gracia. El Textil Santanderina cayó ayer en el Matilde de la Torre ante el Emevé de Lugo. Un partido en el que los de José Ignacio Marcos estuvieron a punto de cercenar ese mal registro. Los gallegos se apuntaron las dos primeras mangas, pero los cántabros equilibraron el luminoso del Matilde de la Torre para llegar a un quinto y definitivo set que se llevaron los lucenses por 9-15.

El primer set fue de lo más igualado. «Con altibajos en ambos equipos», señala José Ignacio Marcos, el técnico de los cabezonenses. Pero los errores en el saque lastraron a los locales. Los lucenses acertaron en el momento preciso para amarrarlo por 23-25.

El servicio de los gallegos se impuso al comienzo de la segunda manga para colocar un 2-8 de salida. Marcos dio entrada a Milan Jovanovic y Fran Calzón y eso propició «una mejora en la actitud», señala Marcos. Aún así, el mando en el luminoso del Matilde de la Torre correspondía de forma clara a los visitantes. El Emevé se imponía por 17-25 y ponía contra las cuerdas a los locales.

Marcos siguió con los cambios. Jovanovic y Blanco formaban de inicio en la tercera manga y el Textil mejoró. «Una actitud diferente», reconoce su entrenador. El bloqueo local comenzó a funcionar, aunque el marcador era de lo más igualado (13-13). «Pero a partir de ahí cometimos menos fallos en el saque y ellos comenzaron a recibir algo menos cómodos». La ventaja no fue mucha, pero sí suficiente para anotarse el tercer set por 25-22.

El cuarto parcial fue el del sufrimiento. De nuevo igualadísimo en el marcador, Gryuk y Jovanovic sostenían a los suyos. En el último tramo del set, tras un tiempo muerto solicitado por Marcos, «el equipo ha sabido sufrir». El Textil se mostró más efectivo en el bloqueo. Y aunque el marcador se fue hasta el empate a 25, poco más hizo falta jugar. Dos puntos de los locales llevaban el 27-25 y la igualada a dos sets ante un Matilde de la Torre que rugía para ver la primera victoria de los suyos en varios meses.

El Textil empezó el quinto y definitivo set mandando en el marcador (3-2). «Pero quizá ahí nos vino todo el cansancio y la tensión del set anterior», reconoce Marcos. «Nos faltó punch». Los locales empezaron a fallar en ataque y los gallegos se pusieron en ventaja en el marcador (5-8), para ya no soltarla hasta el final y ganar por 9-15. Marcos prefiere quedarse con lo bueno, como «el reducir el número de errores». Y con ese punto que empieza a ser vital. Como lo será el próximo partido, en casa del colista, el Melilla. «Lo será para los dos equipos. Ganará el que más se lo crea y el que menos errores cometa».