«El gran objetivo está cumplido»

Mario e Ignacio aún resoplan al recordar esos dos días en Valencia. Porque la selección masculina sufrió de lo lindo para doblegar a Francia. Empate a tres en el primer partido, tras levantar un 0-3 en contra. Y victoria por 3-2 el sábado. «Hemos sufrido hasta el último minuto», relata Mario Garín. Con 0-3 en contra en el primer partido, Lleonart acorta distancias. «Ahí vimos que era posible». Los jugadores españoles se conjuraron para equilibrar el marcador. «Y marcamos otros dos goles. No queríamos que acabara el partido», añade Nacho Rodríguez. Esas tablas lo dejaban todo abierto de cara al sábado, con el segundo y definitivo partido. «El planteamiento era igual al del primer día, porque el viernes no jugamos como teníamos que hacerlo», comenta Rodríguez. Cuando Francia se adelantó por 0-1, ni siquiera hubo nervios. «Cambiamos el chip y jugamos con cabeza para que no nos pudieran meter otro». Aún así, con España mandando por 3-2, los últimos minutos fueron agónicos. «A falta de 17 segundos un compañero hace una falta -muy bien hecha- que le cuesta una tarjeta roja, a un segundo del final ellos tienen una falta a favor al borde del área...», apunta Garín. Pero no dio tiempo para más.

La selección femenina sufrió un punto menos que la masculina. El viernes derrotaron a Corea del Sur por 2-1, un resultado que también dejaba muy abierta la eliminatoria. «Y el sábado marcamos el primer gol relativamente pronto», afirma Beatriz Pérez. El segundo tanto, en el minuto 55 a cargo de Riera, ya tranquilizó bastante los ánimos al poner ya un marcador global de 4-1. «Vimos que más o menos estaba hecho».

Aunque el combinado femenino tenía un plus de nerviosismo. Las jugadoras de Adrian Lock disputaban sus partidos a las 20.00 horas, después del de los chicos. «Y era difícil aislarse. Calentábamos en un campo de al lado y oíamos todo el griterío», señala Bea Pérez. «El sábado, llegamos al campo cuando quedaban seis minutos para el final del partido de ellos. Me puse nerviosa. Aunque también es cierto que a mí, ciertos nervios me hacen funcionar mejor».

Los tres jugadores cántabros coinciden en la gran importancia del logro. «Da mucha tranquilidad de cara a los cuatro años siguientes. Porque si no te clasificas para unos Juegos, las consecuencias son muy negativas. Por ejemplo, en el tema de patrocinios», destaca Beatriz Pérez. El hockey es un deporte que vive «por y para los Juegos Olímpicos», resalta Ignacio Rodríguez. «Los Europeos y los Mundiales son torneos que están muy bien vistos, pero si no te clasificas para unos Juegos Olímpicos, los cuatro años siguientes son de puro sufrimiento». El combinado masculino además tiene el honor de que «nunca ha faltado a una cita olímpica. España tiene que estar siempre», añade Mario Garín.

El preolímpico de Valencia cierra por el momento el gran periplo de los tres cántabros con las selecciones españolas. A finales de agosto, se trajeron de Bélgica medallas del Europeo. Bea, la de bronce. Y Mario y Nacho, la de plata. Y ahora han logrado la clasificación de España para Tokio 2020. Sin tiempo para celebrar nada, este mismo sábado toca comenzar la campaña con su equipo. Y para los tres es el mismo, el Club de Campo madrileño. El equipo femenino, vigente campeón, juega a las 16.00 horas ante el Complutense. Los chicos se miden también el sábado, pero a las 12.30 horas, al Terrassa, tercer clasificado de la última Liga.

De cómo les vaya en la temporada dependerá en gran medida que los seleccionadores incluyan a los tres jugadores cántabros en las lista definitivas para Tokio. Quien mejor lo tiene es Beatriz Pérez. Olímpica ya en Río 2016, la cántabra es una fija en la selección nacional y fue nombrada mejor jugadora de la Liga en la pasada campaña. Ella prefiere no dar nada por asegurado. «Ojalá no pase nada raro. Yo seguiré trabajando como siempre», añade.

Mario y Nacho a priori lo tienen más difícil que su amiga, pero prometen pelea sin límite. «Tengo que jugar bien este año. Y tener más regularidad durante la temporada y en los partidos con la selección. Y en lo físico, estar ocho meses cuidándome y poniéndome como un toro», apunta entre risas el defensa del Club de Campo, para el que los de Tokio serían sus primeros Juegos. Mario Garín ya tiene la experiencia de Río 2016. Y su objetivo es estar entre los 16 elegidos «Normalmente, a las competiciones se llevan 18 jugadores, 16 de campo y dos porteros. Pero a los Juegos se llevan 16, con 15 jugadores de campo y un solo portero. Hay dos reservas, un portero y un jugador. Fui como reserva a Río. Solo entras en la convocatoria si se lesiona alguien». En su primera temporada en el Club de Campo, Garín promete «pelear muy fuerte» para desbancar de la titularidad de la portería española a Quico Cortés. Y con los madrileños, quiere que el Club de Campo vuelva a ser un equipo que juegue las finales de la División de Honor. «En la categoría masculina, los equipos más fuertes son los catalanes, como el Polo, el Egara, el Terrassa... Yo estuve cuatro temporadas en el Polo y con ellos gané tres Copas y una Liga».

Aún no hay una fecha fijada para que en 2020 tanto Fred Soyez, el seleccionador masculino, como Adrian Lock, el del combinado femenino, den la lista definitiva para acudir a la cita olímpica, que se celebrará en la capital japonesa entre el 22 de julio y el 9 de agosto del próximo año. Pero será tras la finalización de las Ligas, en el mes de mayo, o ya incluso «en junio», estima Bea Pérez. Además de la propia importancia del evento, a los tres cántabros les haría especial ilusión estar en unos Juegos «que pintan muy bien», reconocen. Poco más de siete meses faltan para saber si los nombres de Beatriz Pérez, Mario Garín e Ignacio Rodríguez se unen a los de la remera Virginia Díaz, que ya tiene la mínima para acudir a la capital japonesa en dos sin timonel. Pero los tres tienen un buen número de opciones. En los últimos éxitos de las selecciones españolas de hockey, sus nombres han estado entre los elegidos.