Peñacastillo cumple los pronósticos
Los santanderinos vencen con comodidad a J. Cuesta en un partido en el que fueron de más a menos y se enfrentarán mañana a Andros en la final de la Copa Apebol
Habrá final entre las dos grandes peñas del panorama bolístico actual. Peñacastillo no dio opción ayer a J. Cuesta en la segunda semifinal y se ... verá las caras con Andros mañana en el partido decisivo de la Copa Apebol. Los de Cañas repitieron el sólido partido realizado en cuartos ante Los Remedios, al menos en los tres primeros parciales, y se impusieron por 4-1 a un rival que ha realizado un buen torneo.
El partido en sí tuvo poca historia. Antes de tener tiempo de sentarse en el banquillo J. Cuesta se encontró con que Víctor González y Mario Pinta ya habían acertado con el emboque colocado por Isaac López a la mano. Dos cachis y un recado a bolos que llevaron sobre el alambre toda la tirada inicial de los de Cerrazo, que no lograron acercarse al objetivo. En el segundo ambas peñas se repartieron dos irregulares tiradas, salpicadas por las bolas quedas y con el emboque escondido en el tablón de la mano, en las que Peñacastillo no pasó apuros para poner más tierra de por medio en el marcador.
Con el partido cuesta arriba Isaac viró el emboque al pulgar en busca de recortar distancias, algo que el poderío birlador de su rival impidió. Los de Cañas bajaron quince con sus tres últimos lanzamientos e hicieron inútil el emboque logrado por Marcos Lavín con su segunda bola, antes de que a su hermano Ángel se le perdiera la primera suya en la caldera. Los capitalinos habían dado un golpe de autoridad en Maliaño ante Los Remedios, un dominio que ayer solo mostraron en el primer tercio del encuentro. Cuando todo parecía resuelto dos buenas manos le dieron el cuarto a los presididos por Serafín Bustamante, que vieron como Rubén Haya les frustraba la posible remontada en el epílogo con un emboque con la última bola de tiro y un cierre al medio con la última de birle. Lo intentó Cuesta, que se encontró con la mala suerte de que un lanzamiento de Adrián Esquivias que cayó encima del primero estacó al lado contrario y con que ni los Lavín e Isaac cogieron el primero por el lado bueno.
Partido irregular por ambas partes, típico de comienzo de curso y que, si Andros repite actuación, no le servirá a Peñacastillo para levantar el trofeo. Claro que, una final es una final. Y poco tienen que ver los partidos jugados anteriormente.
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