Borrar
Fernando Alonso, piloto de McLaren Honda.
Alonso y su historia de amor-odio con Australia
G.P. australia

Alonso y su historia de amor-odio con Australia

El español ha vivido la gloria y ha besado el barro en una carrera siempre caótica, y a la que faltó en 2015

david sánchez de castro

Sábado, 19 de marzo 2016, 02:43

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A lo largo de las 15 temporadas que lleva Fernando Alonso viajando por la Fórmula 1, Australia siempre ha sido una visita especial. No sólo por ser el inicio del Mundial en la mayoría de ellas, sino porque el Albert Park de Melbourne nunca deja indiferente. Su sinuoso trazado en algunas zonas recuerda a un circuito semiurbano, y en otros parece un circuito al uso. La climatología es tan cambiante que puede haber lluvia en un punto del circuito, mientras que en otro un sol reluciente puede volver loco no sólo a los pilotos, sino también a los ingenieros.

Para Alonso, Melbourne fue el escenario donde deslumbró en la Fórmula 1. En 2001, con un monoplaza más parecido a Frankenstein que a un coche de carreras, el asturiano se plantó en el gran circo junto a Juan Pablo Montoya y Kimi Räikkönen como uno de los rookies de la temporada. Dos de ellos acabaron siendo rivales, campeones del mundo y, al final, compañeros de equipo, pero aquella carrera acabó de manera muy distinta. Alonso acabó duodécimo, a dos vueltas, y cumplió un sueño: había logrado debutar en Fórmula 1.

Tras un año en el banquillo, regresó a Melbourne en 2003 ya como piloto de Renault. Ese coche distaba mucho, para bien, del que le permitió hacer sus primeros giros en el Fórmula 1 y en la primera carrera de la temporada puntuó, con un gran séptimo puesto y remontando tres posiciones con respecto a su plaza de parrilla. En la carrera siguiente, en Malasia, logró su primera pole y su primer podio, como preludio a la gloria que llegaría más adelante.

Y es que en 2004, Alonso sabía que tenía opciones serias de lograr colarse en la batalla por el título. El F2004 de Michael Schumacher pronto se vio imposible de cazar, pero Melbourne fue el escenario del primero de los cuatro podios de aquella temporada, en la que el asturiano finalizó precisamente cuarto. En 2005, el año de su confirmación, de nuevo un tercer puesto, con el extra de la vuelta rápida, para arrancar la campaña más inolvidable de su vida como deportista, que acabaría encumbrándole como el campeón del mundo más joven de la historia, récord que luego le arrebató Sebastian Vettel. Al año siguiente, 2006, y ya con el dorsal 1 en el irrepetible R26, logró por fin su primera y única victoria en Australia. Aquella temporada no fue el gran premio de apertura, sino el tercero, debido a los Juegos de la Commonwealth, y Alonso supo esquivar los cuatro coches de seguridad que salieron en una de las carreras más caóticas de los últimos tiempos.

Fue el cenit de un Alonso que en Australia no ha vuelto a saborear el champán como ganador. En 2007, en su primera y convulsa etapa en McLaren, vio cómo Kimi Räikkönen se llevaba la victoria y su compañero, el por entonces joven Lewis Hamilton, le acompañaba en el podio. Pocos iban a augurar que los tres iban a ser protagonistas de uno de los finales de temporada más igualados de la historia de la Fórmula 1.

Hubo que esperar más de 1.000 días para volver a ver a Alonso en el podio de Melbourne. En los años de la segunda etapa en Renault fue cuarto y quinto, y con Ferrari no llegó al cajón hasta 2013, porque antes sumó otros dos cuartos y un quinto. En el último de los años de reinado de Red Bull con Vettel, Alonso arrancó la temporada con un segundo puesto por detrás de Räikkönen, mismo resultado que seis años antes. Otro cuarto puesto en 2014 fue la despedida del Alonso de Ferrari, y hasta el momento su última aparición allí.

En 2015 ni siquiera pudo correr. El accidente en la pretemporada de Montmeló le obligó a guardar reposo durante la primera carrera del Mundial de Fórmula 1, y para lo que iba a hacer, casi mejor: su sustituto, Kevin Magnussen, abandonó después de dar sólo la vuelta de instalación. Alonso, en petit comité, comentó que para eso, mejor había estado en casa viendo la carrera por televisión.

Ahora le toca resarcirse. El Gran Premio de Australia de 2016 comenzó con dudas, climatología adversa y Alonso en el top 10. El propio piloto ya avisaba de que, en condiciones normales -es decir, sin lluvia- su puesto iba a estar mucho más atrás, pero el Albert Park es un trazado poco dado a las especulaciones y a las predicciones. Si alguien lo sabe bien, ese es Fernando Alonso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios