Cinco jugadores no han debutado aún con Guille Romo en la Liga
Parera, el portero suplente; Harper y Bobadilla, lesionados; y Mantilla y Ceballos, canteranos, esperan una oportunidad para poder jugar con el Racing
Guille Romo ha utilizado a 18 futbolistas en las dos jornadas de Liga, en esta primera andadura de la Primera RFEF. Tan solo quedan por ... debutar Miquel Parera, Jack Harper, Pablo Bobadilla, Álvaro Mantilla y Diego Ceballos. «Todos son importantes y todos tendrán su momento», repitió en una de sus últimas comparecencias públicas Guille Romo. El entrenador, a su vez director técnico, configuró la plantilla a su gusto -con el permiso y la exigencia de la dirección general- por lo que a buen seguro que todos los miembros del plantel son de su agrado.
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Parece obvio que hasta la fecha, los que lo tienen más difícil son los canteranos Álvaro Mantilla y Diego Ceballos, que estando a disposición del míster no han gozado de ninguna oportunidad. Por el contrario, a Jack Harper y Pablo Bobadilla han sido las lesiones las que les han impedido estar disponibles para el cuerpo técnico. Ambos arrastran molestias desde la pretemporada. El caso del portero, aunque no deja de ser similar al de un jugador de campo, es un tanto especial. En las dos primeras jornadas, Guille Romo se decantó por Lucas Díaz, resolviendo con ello el misterio que se había generado en la época estival. El míster alternó a ambos guardametas, Lucas y Parera, con el propósito de que se ganasen su confianza de partida y es obvio que el asturiano ha ganado la primera batalla. Suele ser habitual que en esta demarcación, los entrenadores le den confianza temporal -es decir, varios partidos- al portero para consolidarle o, por el contrario dar su voto a la alternativa.
La llegada de Guille Romo ha traído 14 caras nuevas al Racing y por el momento en su pizarra no hay cabida para dos futbolistas que gozaron de muchos minutos en el pasado curso, Ceballos y Mantilla. El primero fue indiscutible y el segundo se convirtió en el comodín de todos los fichajes frustrados que llegaron a Santander. Es probable que no sea aún eminentemente significativo ya que el campeonato no ha hecho más que empezar y las propias jornadas y la intensidad ofrecerán oportunidades a todos los jugadores. Lo que hasta ahora parece innegociable es el sistema de juego, con ese 4-2-3-1 como partida inicial.
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