El empresario y chef Mariano Mora, artífice de La Radio, fallece a los 71 años
De origen toledano, se formó y creció en Madrid, llegó a Santander a finales de los noventa y su carácter emprendedor le llevó a crear un grupo hostelero con tres negocios
A media tarde de este viernes, a causa de una enfermedad, falleció en Santander Mariano Mora López (Ajofrín, Toledo, 1954), cocinero y, como empresario, artífice ... de un grupo de hostelería con tres restaurantes, La Radio (2001), La Prensa (2014) y Freiduría El Rinconcito (2016). Anteriormente, desde su llegada a la capital cántabra a finales de los años noventa, había regentado el restaurante El Campanero en La Albericia (1998). Aquí, su forma de entender la cocina, sus habilidades entre los fogones y, especialmente, su facilidad para establecer una relación cordial y amigable con el cliente le acreditaron en una ciudad a la que acababa de llegar desde Madrid con una tremenda experiencia. Fue tal el éxito de El Campanero –especialista en pescados, arroces y mariscos– que pronto, gracias a su carácter emprendedor y a su capacidad de trabajo, decidió dar salto a un negocio con más posibilidades para desarrollar sus ideas.
Mariano confesaba en una entrevista en este periódico que si no hubiese sido cocinero le hubiera gustado ser piloto de avión. Ciertamente siempre tuvo esa visión panorámica para afrontar nuevos proyectos, a los que siempre les acompañó el éxito gracias a una fórmula que le funcionó: una cocina sencilla, respeto al producto y buenos precios, porque en su caso la cantidad nunca estaba reñida con la calidad. Otra de sus virtudes fue la habilidad para comprar calidad a buen precio.
Trayectoria desde los 11 años
A la pregunta de por qué se hizo cocinero, respondió con franqueza:«En los años 70, fuimos muchos los jóvenes que salimos del pueblo con la maletuca de cartón, para ganar para comer».
El 1998 empezó su andadura en Santander con El Campanero, que pronto se quedó pequeño y abrió La Radio en 2001
En 2019 la Asociación de Hostelería de Cantabria le concedió en su gala anual el Premio al Empresario del Año por su trayectoria
En su caso dejó el pueblo, Ajofrín, y comenzó con once años en la taberna Castillo, en Villaverde, azufrando tinajas, hasta los 14 años. Luego estuvo en el Hotel Victoria, donde atendió a numerosos toreros, como El Viti, Palomo Linares, Puerta, Ordóñez... hasta los 15, pasando por la parrilla del Hotel Palace, hasta que en los años 70 ingresó en el Hotel Ritz de ayudante de camarero, y más tarde, en Las Lanzas, Espalter y Horcher, hasta el 75. Montó un restaurante en Pinto, y en 1986 entró de segundo maître en La Prensa de Tirgo, en la Avenida del Brasil. Posteriormente fundó Happy Grumet en 1987, en la Avenida Nazaret. Y en 1994, la Taberna del Pirata, hasta que recaló en Santander por razones familiares.
Reconocimiento
En el año 2019, la Asociación Empresarial Hostelería de Cantabria le reconoció en la gala anual como Empresario del Año. De alguna manera se reconocía la huella que sus negocios han dejado en Santander. Mariano Mora, además de marcar una época con su estilo de cocina, ha generado riqueza en Santander, ya que el grupo de restaurantes cuenta con más de sesenta empleados.
A medida que cumplía años, supo ver que el relevo natural era su hijo David Mora, al que empujó para que se formara en el Basque Culinary Center antes de tomar responsabilidades en los diferente restaurantes del grupo.
Y quienes disfrutaron con sus elaboraciones no olvidarán las jornadas gastronómicas de la carne de Cantabria, del marisco, del atún o del wgayú. Hizo famosas las rabas con aros de cebolla y recuperó recetas antiguas, pero su plato más emblemático, a su juicio, fue el de garbanzos con bogavante.
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