Una cuenta pendiente

De esa caraja se acuerda, y mucho, José Alberto López. Tanto que lo ha recordado alguna vez en sala de prensa. Con dos puntos más, el Racing estaría en puestos de fase de ascenso. A cuatro del ascenso directo, por ponerlo más bonito, y aquella desconexión sirvió para evidenciar aún más el gran obstáculo al que se enfrentan los verdiblancos en su carrera por el ascenso: la debilidad defensiva.

Recordárselo constantemente a un equipo que rinde muy por encima de lo esperado sería mezquino, pero hoy, cuando el Eldense visita Santander por primera vez en su historia, toca. Hoy es el día para saldar una cuenta pendiente. No porque los alicantinos hicieran nada malo. Se limitaron a emular a sus vecinos de Alcoy, esos que perdiendo 0-6 pidieron prórroga, para remontar un partido imposible y dejar de paso uno de los escasos borrones en el historial racinguista de este curso que hoy los Campos de Sport aspiran a borrar. Quizá con ausencia de los más jóvenes en el absurdo horario del domingo a las nueve de la noche, pero con la consigna de que vuelvan a ser una caldera, como pide JAL cada quince días, antes de la multitudinaria visita a Gijón. Si lo que hizo el Eldense hace tres meses fue creérselo, eso mismo les hace falta a los cántabros para no incurrir, esta vez sí, en pecado de paparda ante un club casi sin objetivos en el tercio final de temporada: muy lejos de la zona de ascenso y con una cómoda renta sobre el descenso en una excelente temporada para un modesto recién ascendido.

El Racing llega con bajas en el lateral derecho. No hay ni uno donde a las lesiones de Álvaro Mantilla y Dani Fernández se une la ausencia por sanción de Marco Sangalli, expulsado el sábado pasado en Oviedo, así que toca improvisar. A cambio, Clément Grenier e Iván Morante ya están en plenas condiciones.

A cambio el cuerpo técnico tiene a punto sus argumentos más ofensivos, que tienen muchos nombres, pero sobre todo los de Íñigo Vicente y, por supuesto, Peque. El noi de L'Hospitalet se ha hecho grande, tiene la flechita hacia arriba y se ha apuntado a otra carrera: la del Pichichi. Tanto que Manolo Higuera ya hace cábalas y cuentas para intentar atarle, consciente de que no será sencillo retenerle este verano y más aún cuando el 30 de junio de 2025 finalice su compromiso. «Peque tiene un año más de contrato y vamos a intentar renovarlo, pero somos conscientes de la dificultad porque ha hecho, prácticamente en su primera temporada como futbolista profesional, quince goles a falta de once partidos», decía esta misma semana el presidente del Racing.

Pero de momento Peque viste de verdiblanco, se desata ya con tantos de fantasía como el que marcó en el Carlos Tartiere y promete ser una pesadilla para la defensa azulgrana, que tampoco puede centrarse solo en él, porque con Peque juegan Arana, el propio Vicente y, por la derecha, Andrés o Mboula. Un peligro constante en ambos casos. Esta es una de las pocas dudas en el once del Racing. No para José Alberto, que lo tiene muy claro, sino a la hora de prever la alineación inicial. Porque el nueve del Racing tiene nombre propio, y no solo porque lo lleve serigrafiado a la espalda: se llama Juan Carlos Arana y el área es suya, tanto que Roko Baturina puede estar pensándose a estas alturas para qué regresó a Santander. Tanto ha convencido el canario que el club plantea hacerse con él en propiedad. Su cláusula de compra es excesiva; de un millón y medio, pero tratará de negociar y retenerle.

De regreso al día a día, al 'partido a partido' del que hace solo unas semanas hablaba JAL, la tarea es así mantener la solidez en casa y no encajar. O no encajar demasiado. O marcar al menos uno más que el rival. A José Alberto y el racinguismo entero -quién sabe si también a Ezkieta- le sirve igual ganar 1-0 o 4-3; lo importante es sumar de tres en tres, dejar de hacer la goma y engancharse directamente al play off.

No solo eso. Una victoria esta noche dejaría un nuevo saldo en el haber: llegar a los 50 puntos que se marcaron como objetivo al comienzo de temporada a falta de diez jornadas para que termine la competición natural. Un hito que daría carta de naturaleza, si no la ha tomado ya con suficiente consistencia, a la nueva perspectiva del play off de ascenso, que suena mucho mejor si se le quita lo de play off. Y se ve posible. Sin ansiedades ni estridencias, pero al menos posible.

Si José Alberto advierte sobre el peligro del Racing, más allá va Fernando Estévez en el que sabe que es un complicado desplazamiento: «Nos espera un partido complejo, en un gran estadio y ante un difícil rival por la dinámica que lleva, con un entrenador que conoce perfectamente la categoría y que trabaja muy bien sus equipos», decía el viernes el técnico azulgrana.

Si el fútbol es de verdad un estado de ánimo. Y de veras que la frase tiene mucho de cierto, lo que está en juego no son solo tres puntos fundamentales para continuar con la escalada, sino que el Racing viaje pletórico, aunque sin autocomplacencia, al examen de la semana que viene en Gijón. Allí lo del amigos para siempre se quedará en la previa, porque en el campo se jugarán mucho. Sobre todo si los verdiblancos canjean esta noche esa nueva mentalidad de la que presume su técnico por otro triunfo.

Mario Soberón (Unquera, 18 de mayo de 1997) regresa a los Campos de Sport. Formado en el Racing, en la temporada 18-19 llegó a jugar cinco partidos con el primer equipo en Segunda División B antes de salir cedido al Amorebieta y fichar por el Valladolid Promesas. Después pasó al filial del Levante y en 2021 se incorporó a la SD Logroñés. En elEldense, donde cumple su segunda temporada, ha encontrado al fin su sitio. El año pasado ascendió con los alicantinos y esta temporada es titular en Segunda y suma ya ocho goles, dos de ellos al Racing en el partido de la primera vuelta.

«Tengo claro desde principio de semana quién va a jugar y el total convencimiento de que la decisión que he tomado va a salir bien». José Alberto no tiene dudas sobre quién será el lateral derecho ante las tres bajas que tiene para la demarcación. Lo que no ha hecho es decirlo. El asturiano tenía dos opciones: adaptar a un zurdo como Saúl García a la diestra o desplazar a la banda a Juan Gutiérrez. El comillano suplió el hueco tras la expulsión de Sangalli en el Carlos Tartiere en el que fue de paso el partido de su debut esta temporada –y enSegunda División–, con lo que parece el favorito, pero JAL ha ensayado esta semana en La Albericia las dos alternativas.

Las taquillas abrirán hoy para poner a la venta las últimas entradas disponibles para el partido de esta noche; menos de un millar. En consecuencia, el club no descarta que pueda anunciar un nuevo lleno oficial, aunque después no se alcanzan los casi 22.000 espectadores de aforo. Ni tan siquiera los 20.000, por los asientos que quedan libres en la zona visitante y los abonados que no asisten, en este caso con un mal horario para las familias.

Como JAL, Fernando Estévez esconde una decisión que tiene tomada desde el fin de semana pasado: quién sustituirá en la portería del Eldense a Álvaro Aceves, convocado con la selección sub 21. Los aspirantes son Guille Vallejo e Ian Mackay. El burgalés perdió la titularidad en la novena jornada y el veterano portero gallego, llegado en el mercado de invierno, parece el favorito. Las convocatorias anteriores no ofrecen pistas: el Eldense viaja con tres guardametas.