El gran enigma: ¿a qué juega este Racing?

«El Racing no puede repetir una imagen como esta –por el día de la Copa– ni una vez mas. Es algo impensable», señala JesúsMerino, el que fuera capitán durante una larga etapa en el equipo en los años noventa. El exjugador indica que no «es normal que ni se es protagonista ni se es dominante ni se tiene un patrón predeterminado ni muchas más cosas que convierten al equipo en vulnerable y mucho menos reconocible». El carismático racinguista muestra preocupación, aunque por supuesto que descarta que «se haya tocado fondo, porque las situaciones que son susceptibles de empeorar siempre pueden hacerlo», explica con una ironía que aún aporta más incertidumbre a la situación. Merino es tajante:«Ahora mismo, si no fuera por los canteranos, que sostienen al equipo en un 90%, prácticamente sería un sindiós». Una afirmación que, más allá de ser eminentente significativa, no deja de señalar a los futbolistas con peso que han llegado y que aún no han aparecido. «No hay consistencia», añade el excapitán.

Merino urge que tomen el mando, que den un paso adelante, aquellos que deben darlo:«El vestuario tiene que darse cuenta. Tiene que haber en su interior dos o tres futbolistas que tiren del carro y que señalen el camino al resto». Y es que ya no solo se han mostrado carencias en lo deportivo, si no que en Mutilva Baja la actuación del Racing dejó entrever una falta de espíritu que puede traer más problemas si cabe. «La plantilla y el cuerpo técnico se han de dar cuenta, han de tomar conciencia de lo que se hace bien y potenciarlo. Ya no se trata de pensar en sistemas o planteamientos, sino en asociaciones de dos o tres jugadores en el campo que pueden dar resultados». El excapitán asegura que «hasta el momento ni hay patrón de juego ni asociaciones entre futbolistas y eso es peligroso».

«Por presupuesto, estructura, plantilla... El Racing no puede estar en este grupo sin demostrar superioridad y sin saber a qué sejuega», explica Juan Ventayol, extécnico de Racing B y Gimnástica. «No puede jugar un día a una cosa y otro día a otra», añade el técnico, que insiste en que «lo más importante es que el equipo tenga un patrón de juego, que no haya dudas, que todos los jugadores sepan a qué juegan». Los numerosos cambios de Javi Rozada en la pizarra han propiciado un estado de incertidumbre, ya no en el aficionado, sino en los propios jugadores. «Hoy con un eje, mañana con tres por dentro, pasado con tres centrales... Así es imposible crear una consistencia, un equipo reconocible y que sea protagonista como pretende el entrenador».

Lo ocurrido en Mutilva Baja es para Ventayol «una paparda más» y algo imperdonable y que debe hacer reaccionar al equipo. «Pensar que la siguiente eliminatoria podía ser en El Sardinero, con público y con un equipo de Primera es una lástima, porque volvería a enganchar a la afición».

El extécnico señala dos elementos como claves:«Hay dos jugadores diferenciadores en este equipo, Pablo Torre y Álvaro Cejudo, y tienen que jugar los dos y en su sitio, con libertad y cerca de portería. Eso es innegociable»

«Caer en la Copa no es tocar fondo, porque ha pasado muchas veces pero sí que ha señalado varias carencias», admite Paco Liaño, exjugador del Racing y Zamora de Primera con el Deportivo de La Coruña. El exportero señala que, «no es por justificar, pero los parones de competición no permiten que el equipo se consolide y sepa a lo que juega, pero es algo que afecta a todos y el Racing en esta categoría no puede dar esta imagen». A Liaño le preocupa que «no se conoce el patrón, el estilo, el tipo de juego. No lo saben casi ni en el cuerpo técnico, con tantos cambios. Y además, tampoco se ha visto a los fichajes. No sabemos qué nivel tienen, porque realmente si lo que han enseñado es lo que hay... Mal».

Las preocupaciones de Liaño son las mismas que las del resto de analistas.El problema está localizado. «El Racing no es nada protagonista. No domina los partidos, no propone y desde que se inventaron las disculpas parece que no se cometen errores nunca. Urge tener las ideas claras cuando eres el equipo que debe marcar el paso y el Racing no las tiene».

Sin un estilo y sin un modo de juego, «todos intuímos que aún así, el equipo se clasificará, pero si persiste, será complicado llegar mucho más lejos, porque realmente cuando llegue la exigencia de verdad se va a necesitar algo más». Liaño, quien también ejerce de comentarista en los medios gallegos de los partidos del Dépor, pide cautela, porque «en campos como el de ayer y ante rivales de poca potencia, a priori, el Deportivo se está mostrando aún peor que el Racing. Es difícil adaptarse, pero es algo que se convierte en imprescindible».

«El Racing, por categoría, tiene que ser el que marque el son en los partidos y que los rivales sean los que se adapten y eso no lo hemos visto», explica con cierta vehemencia Pedro Alba, excapitán y uno de los racinguistas más legendarios. «Si no fuera por los niños de la casa, el equipo no se mantendría y eso no se puede permitir». Alba añade que «los canteranos no tienen que recoger la responsabilidad y sí los jugadores que han llegado». No señala como culpable número uno al entrenador. «Siempre se mira al técnico, pero yo creo que es cuestión de más arriba. Se ficha y no se sabe bien para qué. Cuando firmas a alguien, has de saber qué es lo que quieres y buscas y no sé si lo tienen claro». El excapitán se pregunta: «¿Dónde está Cejudo? Un jugador diferencial. Hay cosas que no se entienden. No se puede estar variando cada semana de estilo y más en una categoría como esta, en la que el Racing tiene que ser el líder»,

«Me dices en Primera, jugando con el Real Madrid o el Barcelona, o en Segunda, pero aquí... ¿Jugar pensando en el rival? No se puede tardar más para demostrar qué es lo que quiere el Racing, porque no puede repetir imágenes como la del Portugalete, Leioa o Mutilvera», sentencia el exguardameta verdiblanco.