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Veintisiete jornadas disputadas. El Racing es segundo clasificado, empatado con el nuevo líder, el Mirandés. 48 puntos para ambos. La situación del Racing es ... fantástica. Privilegiada. Pero el camino hasta aquí no ha sido lineal. En un campeonato tan largo e igualado, es prácticamente imposible no transitar por algún bache. Sin embargo, el de José Alberto es un equipo de extremos. Capaz de ser el mejor. Capaz de ser el peor. Bipolaridad manifiesta. Del espectacular inicio de competición, al bajón de rendimiento de las últimas semanas de 2024 y al tran tran actual, que, aún así, puede dar para pelear por el ascenso. Un Racing a tres velocidades, que le han llevado hasta aquí. Y eso está bien. Pero la ambición y la cercanía del desenlace exigen apretar el acelerador.
Es que, cuidado, en las quince primeras jornadas el conjunto cántabro sale a una media de 2,4 puntos por partido. 36 en su casillero y ocho de ventaja sobre el segundo clasificado, el Levante. Una auténtica barbaridad. Claro, eran once partidos ganados -siete de siete lejos de los Campos de Sport-, tres empates y una derrota -frente al colista Cartagena en El Sardinero-. El ritmo era tan endiablado que ponía a los verdiblancos en una proyección a final de temporada de cien puntos.
De la jornada 1 a la 15
por partido promedió el Racing de la jornada 1 a la 15 del campeonato, fruto de once triunfos, tres empates y sólo una derrota. A domicilio sumó sus siete desplazamientos por victoria. Así que alcanzó los 36 puntos y ocho de renta sobre el segundo.
De la jornada 16 a la 21
por encuentro en una racha negativa en la que los de José Alberto hicieron apenas dos puntos en seis encuentros, con dos empates y cuatro derrotas. Una dinámica, a final de 2024, que le llevó incluso a perder el liderato durante un par de jornadas.
De la jornada 22 a la 27
por partido lleva el Racing en este 2025. Eso sí, condicionado por las dos últimas derrotas y sus malas sensaciones. El bagaje es de tres victorias, un empate y dos derrotas. Son números que pueden servir para meterse en play off de ascenso.
Era evidente que en algún momento se iba a producir una deceleración. No todo el monte es orégano. Y en la jornada 16, el Racing se dejó sus primeros puntos a domicilio. Fue un empate a cero en Málaga que, si bien no parecía malo, iba a dar comienzo a una triste racha de seis partidos sin conocer la victoria para cerrar 2024 -luego arrancaría el año también con otra igualada-. Eso y las malas sensaciones. Dos puntos de 21 posibles. Batacazo. Eso sí, gracias al colchón atropado en las vacas gordas el Racing logró cerrar la primera vuelta en tercera posición, a un solo punto del primer clasificado, el Almería. Una media de 0,33 puntos por encuentro. En una Liga entera, supondría un récord negativo, con apenas catorce unidades. Imagínense que el conjunto cántabro sigue en la misma línea y sólo hace siete puntos en toda la segunda vuelta. Con 43 puntos totales, la permanencia iba a estar más que comprometida.
Igual que en el arranque no iba a ganar siempre, el equipo había demostrado que en algún momento acabaría con su mala racha. Y lo hizo, aprovechando el parón invernal para limpiar las cabezas y descansar las piernas. Empató en el primer duelo de 2025, en Albacete, pero en la segunda mitad la impresión que dejó el equipo ya fue bastante distinta. Aprovechando la igualada anterior contra el Eldense y la del Carlos Belmonte, tres victorias más le dieron la vuelta al calcetín para poner a los de José Alberto con cinco encuentros consecutivos sin perder. A eso se le han sumado las dos derrotas más recientes. Con diez puntos de 18 posibles en estas últimas seis jornadas, el Racing es el quinto mejor equipo de la categoría en este período. Sólo superado por Cádiz y Huesca (14 puntos), Oviedo (12) y Elche (11). No está tan mal, pese a que las dos últimas derrotas y, sobre todo, la imagen de los verdiblancos ante Burgos y Cádiz han dejado lánguido al personal. El cuadro cántabro marcha a un ritmo en estas seis fechas más recientes de 1,6 puntos por partido. De vuelta a las hipótesis, esa cadencia, a lo largo de una temporada entera, hace 70 puntos en 42 jornadas. Una puntuación de equipo de play off. Y si el Racing mantuviese la velocidad en lo que resta de competición, acumularía 25 unidades más a su casillero, para hacer un total de 73. El Leganés fue campeón el pasado curso con 74 puntos y el Valladolid, segundo, ascendió directo con 73. Por seguir poniendo en contexto, el Racing terminó la campaña anterior con 64 puntos, séptimo, igualado con el sexto, que entraba en play off de ascenso tras un ritmo de puntuación de 1,52 por partido.
José Alberto ya ha entrado en el top 20 de entrenadores con más partidos en Segunda División. Tras adelantar a Cuco Ziganda y Eusebio, ya es decimoctavo, con 209 encuentros en la categoría. Así que, otra cosa no, pero experiencia tiene un rato, pese a que este sea el proyecto más ambicioso de cuantos ha tenido entre manos a lo largo de su carrera. No se cansa de insistir, comparecencia tras comparecencia, en la gran igualdad de la competición. Y el sábado, aún en caliente, tras la derrota contra el Cádiz, dejó un vaticinio de lo que él piensa que va a ser este desenlace de la actual temporada: «El trabajo nos ha llevado aquí y por el camino nos vamos a encontrar victorias, empates y derrotas. Y cuanto menos daños nos cause cada derrota y seamos capaces de levantarnos con fuerza, seremos un equipo que podrá aspirar a cotas mayores que si nos deja rasguños y estamos lamiendo la herida cinco días. Nos quedan quince partidos y no tengo duda de que daremos guerra». Por cierto, en esos 209 partidos, el míster asturiano ha cosechado 305 puntos, a una media de 1,46 por encuentro. A ese ritmo en los quince encuentros que restan, el Racing sumaría 22 unidades más. Con 70, podría darle, como mínimo, para colarse en la fase de ascenso a Primera División.
Ayer compareció en rueda de prensa, tras la sesión en las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia, Rober González. El extremeño afirmó que la intención del vestuario «es reforzar todo lo que viene haciendo el equipo desde el inicio de temporada, que es lo que le ha llevado a estar ahí arriba. Una de las partes más importantes de este final de Liga es creer, creer en la idea y creer en el conjunto».
Además, echó mano de su experiencia en la categoría. Ha jugado 78 partidos en este escalón del fútbol nacional pese a su juventud y su marcha a Países Bajos, por lo que algo sabe. «He tenido la suerte de jugar varios años en Segunda División y casi todos llevan la misma tónica. Equipos muy fuertes, con mucho presupuesto, grandes jugadores... Poder estar dentro de esos siete u ocho equipos es un lujo. Tenemos que mirar hacia delante, seguir sumando puntos y creer en el equipo para que cuando llegue el final de temporada poder estar ahí arriba y luchar por subir», dijo. Claro, todo empieza este mismo sábado, en Ipurua. A ver qué velocidad pone el Racing.
Con catorce puntos de 18 posibles se presentó el Racing en el campeonato actual. Y eso que se tuvo que enfrentar a candidatos al ascenso como Almería, Eibar, Oviedo y Sporting, entre otros. Aún así, tras los dos empates iniciales, luego encadenó cuatro triunfos consecutivos. Precisamente después, fue cuando conoció por primera vez la derrota, en la séptima fecha, frente al colista Cartagena.
Contra Almería y Eibar, ambos en los Campos de Sport, el resultado fue de empate a dos, aunque con distintas dinámicas. Si frente a los andaluces los verdiblancos se pusieron dos a cero, contra los vascos tuvieron que remontar el resultado contrario para lograr puntuar.
Después, el Racing viajó a Oviedo y, tras ponerse por detrás en el marcador, dio la vuelta al resultado con dos goles consecutivos de Andrés Martín y un último de Michelin, en una actuación muy solvente de los de José Alberto en un estadio siempre complicado como el Carlos Tartiere. Después llegaron tres triunfos consecutivos por la mínima. En Tenerife; en casa frente al Sporting y de nuevo a domicilio contra el Castellón.
Así que, era bastante complicado para el equipo de José Alberto no sólo superar, sino repetir, semejante arranque en los compases iniciales de la segunda vuelta. Aunque, sobre el papel, los rivales eran más asequibles que los que se encontró en agosto y septiembre de 2024.
El Racing inició la segunda vuelta de la competición con un empate raro en Albacete. Tras un gol tempranero del equipo manchego y encajar el segundo tras el descanso, en sendos errores defensivos, el equipo cántabro sacó el coraje para igualar y llevarse un punto del Carlos Belmonte. Esas buenas sensaciones finales sirvieron para que, en el siguiente encuentro, los de José Alberto se diesen un festín: 6-0 al Racing de Ferrol. No fue un partido de excesivo brillo, pero sí de una inmensa pegada.
En Córdoba, los racinguistas volvieron a ganar, aunque sin terminar de convencer. Pero eso importa poco y más a estas alturas de película. Yluego superó al Málaga en los Campos de Sport en un duelo que recordó al equipo de las buenas tardes y noches de rocanrol.
Con tres victorias consecutivas y cinco encuentros sin conocer la derrota, el Racing volvía a pintar bien. Sin embargo, las dos derrotas seguidas en Burgos y contra el Cádiz en El Sardinero, y, sobre todo, la imagen del equipo, han vuelto a enfriar un poco de nuevo el suflé. De ahí la importancia del partido del sábado en Eibar. Si los verdiblancos ganan, ahí sí, prácticamente igualarán los arranques. Catorce contra trece.
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