«No me siento decepcionado. Sí frustrado, porque queríamos ganar
Guille Romo recuerda que «queda mucha Liga» y valora la «actitud de los jugadores» al tiempo que muestra su enfado por las interrupciones continuas: «El final del partido ha sido un bochorno»
«La palabra no es decepción, porque cuando hay intención, actitud, voluntad no nos puede decepcionar. Sí frustrar. Queríamos nosotros, querían los futbolistas, pero...». Guille ... Romo acudió a la rueda de prensa tras el partido con un discursos de resignación, pero sin ese lamento que sonaba por la escaleras entre los aficionados. «No. No tengo la sensación de haber perdido una oportunidad», repitió. La derrota del Deportivo añadió más enfado a la afición al ver desde la grada que su equipo no conseguía ganar.
«A veces es un demérito nuestro, por la falta de acierto o por lo que sea, o a veces es un mérito del rival», recalcó el entrenador, quien también señaló algo que le exasperó. «Las interrupciones contínuas que han pasado en el partido. La segunda parte ha sido un bochorno. Y eso frustra mucho y lo que es peor, te cabrea. Y te saca del partido. Eso va en contra nuestra». No lo utilizó como escusa, pero sí que recordó que los últimos minutos del partido fueron de la basura. «Yo he hecho un cambio en el 82 y ha habido catorce minutos en los que no hemos jugado nada. Eso no ayuda a que no hayamos tenido una posibilidad más. Con eso no quiero decir que la cosa hubiera cambiado, pero ha habido muchas interrupciones, muchas equivocaciones tontas en nuestra contra, más allá de que nosotros tengamos que mejorar».
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Romo volvió a enfrentarse a una pregunta sobre la incapacidad de su equipo de no aprovechar el pinchazo del Dépor para poder acercarse en la clasificación en vísperas a su duelo, pero el técnico restó importancia. «Recortar, sí hemos recortado. Quedan 18 partidos y si se acabara la Liga la semana que viene tendría otro rostro, pero lo veo todo muy largo. Muy lejos. Tenemos una semana muy corta y estamos en una fase en la que debemos acumular experiencias y en la que debemos darnos cuenta del porqué de las cosas».
También hubo tiempo para la autocrítica. «En los últimos tres partidos hemos metido un gol que fue casi un autogol. Hay que pensar en cómo podemos dar la vuelta. Más allá de que no hayamos ganado y de que veamos que el líder ha pinchado al llegar al vestuario», insistió el madrileño, pero «decepción –añadió– ninguna. En los últimos cinco partidos somos el segundo mejor equipo de la Liga; en los últimos diez vamos segundos a un punto: en los últimos quince, segundos detrás del Dépor... Hay que seguir así».
Sí reconoció que «han faltado cosas». Enumeró algunas como «no hacer llegar rápido la pelota a Camus y Molina» o como que «Pablo ha tenido mucha capacidad de producir y no ha producido. Hay que volver a competir, entonarse...».
Admitió que «la alineación ha estado condicionada por lo que viene esta semana» e insistió que en ningún momento faltó intención y justificó el que no se hicieran cambios tácticos más ofensivos. «¿Ambición? El que más ganas tenía de ganar era yo. No por poner siete delanteros se gana. Al contrario, pierdes el juego. Tienes mucha gente arriba, pero quién le lleva la pelota».
Por último, mencionó algo que llamó la atención, como la procedencia del árbitro. «El árbitro mejor no decir nada. Yo me he enterado que era de La Coruña en el minuto 87. Mientras que si hubiera sido un cántabro pitando en el otro lado me hubiera enterado el martes».
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